Ayer volvimos a la rutina semanal de la Escuela Oficial de Idiomas. Era el último elemento que quedaba para confirmar que el verano se ha acabado definitivamente y con él empieza un nuevo año. Ahora los días irán acortando sus horas de luz y darán paso al frío hasta la primavera que viene. Como siempre. Al final, nada cambia, todo sigue igual.
Este año con cambio de turno. Ahora iré lunes y miércoles. Los otros dos años eran martes y jueves.
Este año decidí cambiar de turno por coincidir con un compañero que tenía que cambiarse a los lunes y de paso, aprovechar para tener los jueves libres y así poder salir a probar nuevas cosas, nuevos retos. Ahora no creo que los experimente como pensaba hacerlo. Ya no. Tampoco hay ya necesidad ni motivación.
Pero pensando en positivo, como no queda de otra forma, no dejo de tener los jueves libres, lo cual supone poder entretenerme con "otras cosas" que, seguramente, acabarán por resultar igualmente o más satisfactorias. Incluso puede que más saludables.
Sobre las clases de momento no puedo opinar. Profesora nueva. Ya van tres profesores distintos, uno por curso. Primera impresión mediocre: es un poco desastre, pero tiene buen acento. Repito compañeros: Carmen y Sergio. Muy buena gente. Y al resto (somos 31) será cuestión de irlos conociendo, que seguro que también hay gente interesante.
Cambios. La vida está llena de cambios más o menos sobrevenidos y hay que saber improvisar y adaptarse. Adaptarse o dejarse morir lentamente.
Mais ... dès d'aujourd'hui, je vivrai ma vie avec un nouveau sourire tous les jours!. C'est la décision définitive que j'ai pris. Et je suis sûr que c'est tout cela que je veux et le plus intelligente.
Viva la furia chelvana!!.
martes, 29 de septiembre de 2009
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