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martes, 25 de septiembre de 2012

Cuenca - VI Trofeo Orientación - 9ª PLE

El pasado 15 y 16 de septiembre se celebró el VI Trofeo Ciudad de Cuenca, 9ª prueba puntuable para la liga nacional de orientación (FEDO), organizado por el club Elerut.
La zona de competición se montó en el Camping Caravaning Cuenca que, aunque tuvo sus más o sus menos con algunos participantes, es innegable que resultó muy adecuado para celebrar la prueba.

El sábado por la mañana se celebró la larga distancia. Recorrido bajo un pinar adulto, de suaves lomas y no demasiado matorral. Carrera muy rápida, con algunos controles que se veían casi a 20 metros de distancia. Sin exagerar.
Dos fallos importantes: en c3 (no consigo entrar en mapa y cometo un error paralelo sin sentido) y en c5 (¿en qué estaría pensando?). Físicamente bastante bien, pero no hay nada que hacer, para variar (jajaja).
Me salen 10,40 Km y +400 m de desnivel, con 1:29:49 (a +28:14 del primero). Termino bastante contento, a pesar de todo (jejeje).
Al terminar, baño helado en la piscina del camping, que quita todos los males conocidos.

Como estábamos a escasos 7 kilómetros de Cuenca, aproveché para alojarme en la ciudad, huyendo por una vez del suelo duro. Excusa perfecta para disfrutar de un bonito paseo el sábado por la tarde, acompañado de no pocas cervezas (hics), intentado hacer el "Score de la Tapa", sin demasiado éxito. Las adivinanzas no ayudaban, salvo que conocieras bien la ciudad y su historia. La cebada fermentada, tampoco. Imposible para un forastero (jejeje).
Por cierto, que ya sabréis que es una ciudad estupenda para tapear, aunque las raciones son exageradamente grandes y que aquello de una "media ración" no es concepto conocido por la mayoría de los bares o restaurantes. Abundancia hasta el hartazgo.
En la Barrica de Miguel (C/ San Francisco), pedí una ración de huevos estrellados con jamón y me pusieron un plato que entre cuatro personas no lo hubiéramos terminado. What a blast!
Una "ración": 5 huevos estrellados sobre fuente de patatas a lo pobre y jamón. Entrenamiento peristáltico hipercolesterolémico (jajaja).


El domingo, carrera de media distancia en la misma zona, sin cambiar de mapa. Más que técnica, vuelve a ser muy rápida, sobre todo en los últimos metros, en los que casi no hace falta ni brújula.
Otros dos fallos, uno muy importante. En c9 me despisto, salvándome la línea eléctrica. En c13 no talono, me desconcentro un poco y dejo de leer mapa. Al cruzar una divisoria empiezo a leer cosas raras y tardo bastante en volverme a ubicar. Fallo gordo de concentración . No tengo remedio (snif, snif ... ¿indigestión del día anterior? ... jajaja).
Para colmo, cerca del final, en mi alocada ¿carrera?, tropiezo con una raiz y me voy de morros al suelo, después de trastabillar un par de veces.
Me salen 6,1 Km y +248 m de desnivel, con 55:20 (+17:25 del primero, que es una máquina). Me ha salido fatal. Nueva cura de humildad (snif, snif).
Al final, termino el 22º de 33. Más de lo mismo: soy un petardo (jajaja).

Editado 9 de octubre de 2012: En TDP tenemos un reportaje sobre esta prueba, en la que aparezco fugazmente en el minuto 3:35.

jueves, 18 de noviembre de 2010

El GR 20 en 7 días y medio: una odisea por Córcega. 15 al 23 de septiembre 2010.

Esta ruta ha sido una aventura en toda regla. Una experiencia inolvidable con una muy buena compañía en una de las rutas más exigentes y hermosas de Europa: el sendero GR-20.

Córcega es una isla francesa anclada en medio del Mediterráneo. Una impresionante cordillera, con alturas que superan los 2700 m, la cruza de noroeste a sureste, en una alternancia constante de valles glaciares y escarpadas crestas. Esta mole de granito es un trozo de los Alpes que sale por encima del mar y que ofrece un interesante entorno de montaña atlántica en medio del mediterráneo, con hayas, abetos, abedules, alisos, etc. así como otras muchas especies vegetales y animales exclusivas de la isla, todo ello dominado por el pino laricio corsicana, una variedad local.
En la
montaña, el paisaje de la isla está cuajado de grandes rocas, interminables cortados, tarteras de bloques de granito, neveros, morrenas glaciares, lagos de montaña de azul infinito y multitud de fuentes, arroyos y riachuelos. Y árboles. Cientos de árboles centenarios, de grandes dimensiones, donde lo normal es ver fustes de más de 1 metro de diámetro y más de 25 metros de altura.
Cerca del
mar, Córcega tiene grandes pinares de rodeno, acompañados de carrascas y alcornoques, alternados con castaños. Y las playas son interminables. Casi no hay construcciones y el mar tiene un bonito color azul turquesa. Un pequeño paraíso para unas buenas vacaciones donde poder alternar el relax con el más puro turismo activo, aunque siempre que se disponga de un presupuesto algo abultado, claro (jejeje).
Es un rincón del Mediterráneo que siempre me ha resultado atractivo. En Francia se la conoce como "l'Île de la Beauté" (la isla de la belleza) y tienen sus motivos para llamarla así (jejeje).

El GR-20
El GR 20 es un sendero famoso por su dificultad. Para muchos, es el GR más difícil de Europa. No en vano, cuenta con casi 200 Km de longitud y algo más de 13.000 metros de desnivel positivo acumulado.
Está preparado para hacerlo en 15 etapas y algunas guías españolas recomiendan recorrerlo en un mínimo de 10 días. Nosotros lo hemos conseguido completar en apenas 7 días y medio sin ningún problema destacable.
El recorrido está diseñado enlazando refugios durante toda la travesía, no siguiendo una lógica de travesía, aunque suponga hacer más kilómetros, a veces innecesariamente.
Esta es la crónica de una aventura que comenzó como un reto. Toda una odisea.

¿Por qué Córcega?
A principios de septiembre coincidí con mi compañero Paco Zen en la oficina. Se le veía atareado y entretenido en alguno de sus proyectos. Le pregunté y, con esa peculiar forma que tiene de decir las cosas, como dejándolas caer suavemente sobre su interlocutor, sin darle importancia, me dijo que estaba preparando una excursión por Córcega.
El objetivo: completar el GR 20 en una semana (o menos).
Reconozco que me llamó la atención, aunque tuve primero que preguntar qué era aquello del GR-20. Casualmente, este año descarté una excursión por aquella isla en moto (lo siento, Sergio), por no contar con una burrita adecuada, pero la idea parecía muy interesante.
Me costó poco decirle que me apuntaba. Era una excelente oportunidad para hacer montaña en buena compañía y la isla me llamaba la atención.

La preparación
Los participantes: Paco Zen, Enrique Castelló y Mario.
Enrique y Paco se encargaron de organizar todo. Consultaron documentación, planos, tracks, horarios, etc. Yo estaba liado con otras cosas, así que esta vez no he preparado nada. Y reconozco que así da gusto viajar. Sin casi preocupaciones. Sólo hay que dejarse llevar y contemporizar. Y siempre salen bien las cosas, porque nada tienes organizado, cada día es nuevo, porque no sabes lo que te espera por delante. Sorpresa tras sorpresa. Me encanta (jajaja).
La semana de antes estuvieron estudiando ruta y traslados. Las combinaciones con transporte público son varias, pero ninguna buena. Finalmente, optamos por un vuelo Marsella - Bastia con Airfrance y movernos con el transporte público. Parecía la opción más rápida, aunque no la más barata.

Yo no quise contratar el vuelo hasta terminar el Campeonato de España de Maratón de Orientación, que tenía lugar en Navarra el fin de semana anterior. Pensaba que sería una buena forma de ver cómo de estaba de físico, que era una prueba muy exigente.
El Maratón-O lo acabé algo tocado y con la moral por los suelos. Parecía como si no hubiera entrenado nada en todo el verano. Puf. No me veía capaz de terminar el sendero y, además, creía que podía resultar una carga para mis compañeros.
Al final, Paco me convenció y, reuniendo todo el coraje posible, decidí que me arriesgaba a intentar completar la ruta, sabiendo que no sería nada fácil. Sabía que luego me arrepentiría si no iba. Y acerté.

Llegada a Córcega
Salida a las 9:15 de Marsella. A las 10:30 un taxi nos lleva a Casamozza para coger el tren (20 € por menos de 3 Km). Entonces nos enteramos que había huelga de transporte público (bus y tren) en toda Francia. En este país las huelgas no son como en el nuestro, aquí juegan duro.
Así que sólo podemos ir a Calenzzana en taxi. Son unos 95 Km. El taxista exige 180 €, y no quiere rebajarlos, a pesar del regateo. Finalmente, le decimos que no. Se enfada. Nos amenaza con que no encontraremos medio de transporte. Ya le vale.
Desesperados, vemos cómo se desvanecen las posibilidades de completar la ruta en el tiempo previsto si no llegamos a Calenzzana antes de la noche (snif).
Tras algo más de 3 horas de auto-stop, Paco sigue tranquilo, sin alterarse, sentado al sol. Enrique se desespera y se pone nervioso. Yo mantengo un optimismo inocente, esperanzador y saco el pulgar a todos los coches que vienen. Me río de la situación y de mí mismo, plantado al solano, parando coches.
De pronto, el milagro: una pareja de alemanes en una "camper" que van precisamente a Calenzzana. Les damos 60 € por el paseo, que al principio se niegan a coger. En inglés les explico que un regalo por el regalo que nos han hecho.

Etapa 1. Calenzzana a Refugio Ortu di u Piubbo. (track completo en Wikiloc)
Día: 15 septiembre 2010
Características: 11,93 Km, desnivel +1.446 m y -188 m
Tiempo: salida a las 15:25 y llegada a las 20:12. En movimiento: 4 horas y 1 minutos.
Ruta y comentario: zona de mucho alcornocal y matorral, algunos pinos y castaños. Muy afectada por incendios. Ganando altura, empieza a aparecer el pino laricio. Bosques preciosos de inmensos pinos. Veo las primeras hayas y abedules y se me queda cara de tonto. ¿En Córcega? (jajaja). Primeros tramos técnicos y de trepada. El cielo por la noche está profundamente cuajado de estrellas. Increíble. Hace frío de noche.

Etapa 2. Refugio Ortu di u Piubbo a ref. de Ascu Stagnu. (track completo en Wikiloc)
Día: 16 septiembre 2010
Características: 14,86 Km, desnivel +1.492 m y -1.670 m
Tiempo: salida a las 7:41 y llegada a las 18:25. En movimiento: 6 horas y 59 minutos.
Ruta y comentario: hace fresco por la mañana. Subidas y bajadas exigentes y técnicas. Muchas tarteras de piedras, a veces muy complicadas. Refugio de Caruzzo a las 12:15 para comer. Por la tarde, más de lo mismo. Puente colgante y pasos equipados con pasamanos y cadenas. Mucho tramo sin equipar. Muchos riachuelos. La bajada a Ascu Astagnu es muy larga, fuerte y algo técnica. Aprovisionamiento en el refugio. Primeras cervezas de castañas (hics), pan, cantos jocosos y ducha caliente (¡¡ooohhhh!!).

Etapa 3. Refugio de Ascu Stagnu a ref. Castellu di Vergio. (track completo en Wikiloc)
Día: 17 septiembre 2010
Características: 24,79 Km, desnivel +1.686 m y -1.787 m
Tiempo: salida a las 7:25 y llegada a las 19:46. En movimiento: 8 horas y 49 minutos.
Ruta y comentario: Sendero muy técnico y exigente físicamente. Cirque de la Solitude, con muchos destrepes, a veces con algo de patio y muy equipado con cadenas y pasamanos (ver foto). Incluso una escalera. Tras un primer atisbo de "pánico hiperventilado", se me hace muy divertido (jajaja). Me noto muy flojo al acabar. Con la tensión, me he agotado física y mentalmente. Y todavía es pronto. Comida en refugio Tighiettu. Pasamos por el refugio de Ciuttulu di i Mori. Para acceder a él, se da una gran vuelta, que puede salvarse bajando directamente al valle. Es un rodeo innecesario. A partir de aquí, el sendero es muy agradable: senda de tierra, bosques de pinos centenarios y abedules. Se pone a llover de forma ligera antes de Castellu di Vergio, por lo que nos decidimos por el refugio, evitando el camping. Encontramos a los primeros españoles (vascos), que nos miran asombrados cuando les decimos lo que estamos haciendo. Estoy muerto. El día ha sido muy duro.

Etapa 4. Refugio Castellu di Vergio a ref. Pietra Piana. (track completo en Wikiloc)
Día: 18 septiembre 2010
Características: 26,50 Km, desnivel +1.470 m y -1.065 m.
Tiempo: salida a las 6:38 y llegada a las 16:03. En movimiento: 5 horas y 52 minutos.
Ruta y comentario: Salimos muy pronto porque la previsión nos avisa de tormentas a partir del mediodía y Paco quiere adelantar. La senda empieza recorriendo un tramo de sendero facilito por un bosque de hayas y abetos espectacular. En la divisoria, grandes hayas con forma de bandera, domadas por el viento. Vista del precioso lago Ninu, donde encontramos una partida de cazadores a caballo. Muy auténtico. Almorzamos en el refugio Manganu. A partir de aquí, la ruta se estropea. El track que llevábamos no es del todo fiable y hay varios pasos técnicos (cadenas) que nos permiten dar la vuelta a un circo glaciar dominado por dos bonitos lagos (Melo y Capitello). El tiempo alterna entre una fina lluvia y rachas de viento muy fuerte (más de 60 Km/h). 30 minutos antes del refugio de Pietra Piana se pone a diluviar. No queda sitio en el refugio y fuera hace un frío que pela. Intentamos prepararnos la cena bajo la lluvia. El guarda se apiada de nosotros y nos ofrece una cabaña hecha de chapa de madera, por la que corre el aire, de tantos agujeros que tiene. Nos intentamos acomodar como podemos. Estoy mojado y tengo mucho frío. Tirito. Tras frugal cena, me enrollo en el saco y no salgo en lo queda de tarde. Durante la noche, las fuertes rachas de viento parecen querer arrancar la caseta y no deja de diluviar. El objetivo era caminar 2 horas más, pero hemos tenido que abandonar.

Etapa 5. Refugio Pietra Piana a Vizzavona. (track completo en Wikiloc)
Día: 19 septiembre 2010
Características: 23,28 Km, desnivel +1.155 m y -2.124 m
Tiempo: salida a las 7:15 y llegada a las 16:00. En movimiento: 5 horas y 16 minutos.
Ruta y comentario: Tras una pesada noche de viento y lluvia, salimos cuando podemos, con mucho frío y humedad. Las nubes pasan muy rápido. Bajamos al fondo del valle, evitando la variante que discurre por la cresta. Pronto volvemos a entrar en otro hayedo. Subida al Refuge d'Onda por senda bonita y no muy empinada. Ojo que la tienda está abajo y el refugio arriba. Paramos a almorzar. A continuación, fuerte subida hasta la Punta Mutarellu (2.141 m) y fuerte bajada hasta Vizzavona. De bajada, en una losa de granito, resbalo y me voy de morros contra una piedra, clavándomela en el hombro izquierdo. Por un momento me parece que me he roto el hombro del dolor. El resto de la bajada, dolorido y mareado, discurre por un bonito barranco, con varias cascadas y grandes pozas donde la gente se baña. Muchos excursionistas de fin de semana. Algunos se pican con nosotros (jajaja). Paco ha desaparecido y vamos Enrique y yo juntos. En Vizzavona buscamos un albergue con media pensión. Esto es lo más parecido a la civilización (ducha caliente, bar, tienda, carretera ...), rodeado de un gran bosque.


Etapa 6. Vizzavona a refugio de Prati. (track completo en Wikiloc)
Día: 20 septiembre 2010
Características: 33,69 Km, desnivel +1.950 m y -1.061 m
Tiempo: salida a las 6:59 y llegada a las 18:08. En movimiento: 7 horas y 38 minutos.
Ruta y comentario: Empezamos en un gran bosque de hayas, tras un corto tramo asfaltado. Senda muy buena, sin casi piedras. Almorzamos en el refugio de la estación de esquí de Campanelle. El sitio es bastante feo, contrasta con el resto de la ruta. El resto del camino seguimos por otro bosque de hayas, pinos, abetos, etc. Muy bonito. Llegada a San Pietru di Verdi, donde nos hacemos la comida en la terraza de un bar. Aquí podemos ver algunos de los cerdos domésticos que viven asilvestrados, como si fueran ciervos o jabalíes, tan característicos de Córcega. Después de la comida una fuerte y dura subida hacia el refugio, mientras las nubes nos amenazan con más lluvia y las cumbres se cubren de niebla. Ducha fría.

Etapa 7. Refugio de Prati a ref. de Asiano. (track completo en Wikiloc)
Día: 21 septiembre 2010
Características: 28,59 Km, desnivel +1.788 m y -2.087 m
Tiempo: salida a las 6:29 y llegada a las 18:32. En movimiento: 7 horas y 25 minutos.
Ruta y comentario: Iniciamos la jornada con el alba, cresteando en un tramo de fuerte subida y algo técnico que dura unas 4 horas. Almuerzo en el refugio Usciolu, donde un caballo nos pide que le demos de comer con insistencia. Consigue molestar incluso a Paco (jejeje). Seguimos cresteando hasta una zona de prados y bosque abierto, donde se llanea. Puente colgante. Buscamos un bonito majadal al lado de un río, donde comemos y nos echamos una larga siesta. Despertamos con frío y nubes bajas. Iniciamos marcha hacia el monte Incudine (2.134 m), con su característica cruz de piedra tumbada. Es una subida fuerte. Poco a poco, desaparece el sol, dejando paso a una niebla tenaz y lluvia intermitente. Nos cuesta saber si vamos por el camino correcto. Desde la cumbre, bajada fuerte bajada técnica y lloviendo. En el refugio nos toca montar la tienda de campaña bajo la lluvia (al fin la utilizaremos, después de días transportándola). Agradable velada con una pareja de canadienses. Vaya francés cantarín que tienen estos (jajaja).

Etapa 8. Refugio de Asiano a Conca. (track completo en Wikiloc)
Día: 22 septiembre 2010
Características: 30,37 Km, desnivel +929 m y -2.237 m
Tiempo: salida a las 6:50 y llegada a las 18:05. En movimiento: 7 horas y 12 minutos.
Ruta y comentario: Hace fresco y humedad esta mañana. He pasado algo de frío en la tienda. Cogemos la variante del GR-20 por el valle, que discurre por una zona más boscosa y menos técnica. Bonito bosque de grandes pinos rodenos, carrascas, madroños y brezos. Mucha agua por todos lados. El cielo está muy cubierto, pero no acaba de llover. Rodeamos el Macizo de les Aiguilles de Bavella. Es un conjunto de picos, rotundos, de grandes paredes verticales, con muchos bloques, salpicados de pinos.
El paisaje y las vistas son magníficas. En el Col de Bavella hay una zona acondicionada para poder disfrutar del espectáculo accediendo en coche. Vale la pena, aunque es muy turístico, comparado con lo que venimos de hacer (jejeje). Comida en el refugio Paliri. Bonito entorno de pino rodeno. Por la tarde, tranquila ruta, casi toda en bajada entre pinos y bosques de madroños. Encontramos unas pozas y decidimos darnos un baño para celebrarlo.
Llegada apoteósica al asfalto en la aldea de Radicali, junto a un alcornoque. Fotos. Alegría. Satisfacción. Emoción. Seguimos carretera hasta un bar en Conca, donde empieza el GR. Aquí no está bien señalizado. Dormimos en un gîte d'etape en Conca.



El último día del viaje, 23 de septiembre, nos anuncian que se ha convocado huelga de controladores aéreos, así que nos vemos con autobús, pero sin avión de vuelta. El autobús de línea nos lleva hacia el aeropuerto de Bastia. Nos deja junto a la carretera principal, al lado de un centro comercial (Carrefour), a unos 4 kilómetros del aeropuerto de Bastia. Hay que ir andando, atravesando un polígono industrial "assez laide". Unos 60 minutos más tarde de lo previsto, el avión finalmente sale con destino Marsella. Nos hemos librado por poco (puf).
Estos franceses, cuando convocan una huelga, no se andan con tonterías (jejeje).

Comentarios y anotaciones interesantes.
En los 200 Km recorridos, nos han salido un máximo de 5 Km, más o menos, de caminos, de los que menos de 1 Km estarían asfaltados. Son todo sendas, pero hay muchos tramos técnicos o muy técnicos, en los que es difícil caminar, salpicadas de muchas rocas y zonas de tarteras interminables, que obligan a ir dando saltitos.
El sendero está muy bien señalizado, con abundantes marcas blancas y rojas, así como fitas (montoncitos de piedras). En zonas de pedrizas y tarteras de piedras, hay que estar muy atento al recorrido, porque a veces está señalizado en una dirección y algo menos en la otra. Si pasan más de 50 metros sin ver una marca, es que nos hemos salido de la ruta.
Las zonas de roca son mayoritariamente de granito, por lo que las suelas de las botas después de tanta distancia, prácticamente han desaparecido por el desgaste. Paco Zen se llevó unas zapatillas de correr y se arrepintió durante toda la travesía. Es casi obligatoria la bota de montaña de media caña y reforzada para evitar golpes contra las piedras.
Es fácil encontrar agua en casi todo el recorrido en pozas y fuentes. Hay que tener cuidado por si hay ganado en las proximidades.
Las temperaturas no son excesivamente cálidas, al menos en septiembre. A mediodía pudimos pasar algo de calor, pero por las tardes y noches llegamos a pasar incluso frío. Tuvimos algún día de lluvia, en forma de tormenta, con rachas de viento bastante intensas.
La pernocta se debe realizar en los refugios o las zonas de vivac habilitadas en sus proximidades. El precio no tiene descuento por federado. Son 10 € el albergue y 5 € el vivac (o plantar tienda) por persona y noche. Algunas etapas acaban en hostales (gîtes d'etape), donde es posible conseguir una media pensión por unos 40 €, más o menos.
Si habéis pensado en llevar bastones, que sepáis que con uno hay más que de sobra. Las tarteras son tan abundantes y los pasos técnicos en los que hay que trepar tan numerosos, que os molestarán. Quizá no valga la pena llevarlos. Yo sólo he podido utilizar uno (y poco).
Las cervezas típicas de Córcega son la Pietra, elaborada con harina de castaña, la Colomba (turbia) y la Serena. La Pietra es de sabor fuerte e intenso. En los refugios vale unos 6 € (bote de 50 cl). En botellín de 25 cl unos 3,5 €. Una pasta. El resto están por un estilo.
Hemos encontrado muchos franceses y alemanes. Algunos ingleses e italianos, pero la nota exótica nos la han dado unos canadienses francoparlantes (Québec) y algún español (unos 4, más o menos). Con el francés y el inglés nos han entendido en todos los sitios, sin demasiados problemas.

Coste del viaje.
Os indico desglosado lo que me ha costado el viaje (individualmente).
Billete de avión con Airfrance Marsella-Bastia (pagué 70 € más por esperarme una semana a comprarlo) ... 220,78 €
Coche Valencia-Marsella por autopista, taxi Bastia-Cassamozza y parking aeropuerto Marsella (entre 3 personas) ... 140,47 €
Furgoneta Cassamozza a Calenzzana (alemanes) ... 20,00 €
Pernocta en refugio (4 noches) ... 3 x 10 + 15 = 45,00 €
Pernocta en caseta madera y tienda, en zona de vivac (2 noches) ... 10,00 €
Pernocta en gîte d'etape a media pensión (2 noches) ... 34 + 38 = 72,00 €
Gastos en comida (sin contar media pensión, llevando comida en la mochila para unos 3 días, con reposición en ruta y cervezas) ... 50,00 €
Autobús Conca a Casamozza ... 4,00 €

TOTAL ... 562,25 €

De los que más de la mitad son en transporte.
Creo que ha valido mucho la pena. Es posible hacerlo por menos de 500 €, pero cogiendo el barco, para lo que son necesarios un par más de días, de los que no podíamos disponer.
La isla vale la pena recorrerla en plan turístico, disfrutando de sus magníficas playas, sus pintorescos pueblos y su buena gastronomía. Son cosas que no pudimos probar, porque no se puede llegar a todo.

Paco ha hecho su crónica del viaje aquí. Parece contento con el resultado. Mario: ¿Aliado? ... ¿qué querrá decir eso? ¿Acaso no vale más la palabra "amigo" y/o "compañero"? (jejeje)

Un viaje muy recomendable: una preciosa aventura en una isla idílica. Para repetir.

viernes, 30 de abril de 2010

IX Marcha de resistencia Ademuz-Albarracín. 63 km y +2.000 m

Como el año pasado, este sábado 24 de abril he vuelto a participar en la marcha que organiza Paco Zen con el club CxM entre Ademuz y Albarracín. En su novena edición. Toda una clásica.
La marcha supone aproximadamente 63 km y unos +2.000 m de desnivel acumulado, con la comodidad de contar con un coche de apoyo que nos asiste cada 10 km más o menos, en el que se puede dejar la comida, la bebida y las mudas necesarias para no cargar con todo a la vez.

Del año pasado guardaba buen recuerdo, salvo del paso por la Hoz del Ebrón, y este año tenía ganas de repetirla. Contaba con la limitación de los dichosos puntos de la espalda, que me impedirían entrar dentro del río, ya que debía evitar remojarlos, así como hacer esfuerzos con los brazos.
Además, el miércoles pasado salí a trotar un rato y el jueves tuve entrenamiento con el equipo de orientación de la UPV y, tras 14 días de poca actividad, notaba el gemelo izquierdo bastante cargado.
Por lo demás, suponía un interesante reto ver cuál ha sido mi evolución desde la última marcha de este tipo, después del tute físico que llevo últimamente y pesando mucho menos de lo que pesaba (ahora apenas llego a los 86 Kg).

Nos hemos reunido 10 personas. Paco y Pere la van a intentar correrla entera, mientras que Enrique C, Kike, Candi y yo la haremos andando. El grupo de Sax, formado por "Cala", Juancar, Champi y David, se quedarán en Jabaloyas, en el Km 36, donde se darán un homenaje en el restaurante habitual. Para gustos, colores.

Nos levantamos a las 4:25 y salimos de Ademuz a las 5:15. Llevamos 15 minutos de retraso. Es noche cerrada y salimos del pueblo como los bandidos, abrigados por la noche. Contamos sólo con un par de frontales, pero pronto nos acostumbramos a la oscuridad.
Apenas hace fresco, el río Turia está cubierto por una niebla ligera y el cielo está cuajado de estrellas. Se distingue perfectamente la Vía Láctea y puedo identificar muchas constelaciones. Un lujazo. El camino está cubierto de hierba y pronto las zapatillas están mojadas del rocío.
Como Paco Zen va a correr, ha dejado la organización de la expedición a Enrique C, que lleva el GPS con el track y cartografía de apoyo. Me encanta ir de apoyo, así sólo tengo que caminar y disfrutar, colaborando en alguna cuestión puntual.
Enrique ha empezado marcando paso de legionario, por lo que pronto iremos recuperando parte del tiempo perdido en la salida. Me gusta.

Este año ha llovido y nevado mucho y los ríos van muy crecidos. El Ebrón lleva mucha más agua de la habitual y donde antes vadeando me llegaba a cubrir los pies, ahora me pasa por encima de la rodilla. Y lleva mucha fuerza.
A eso de las 7:10 llegamos a la entrada a la Hoz del Ebrón, junto a Castielfabib. Yo tengo claro que me iré por arriba, por el convento, porque no debo hacer esfuerzos ni remojarme, como ya he explicado, y porque no tengo ganas de pasar por donde el año pasado. Al menos esta vez.
Al cabo del rato, mientras descanso en una piedra al pie del pueblo y saludo al sol que sale tras la sierra de Javalambre, agradeciendo su tibia caricia que deshace la bruma matinal, oigo a mis compañeros de aventura. Han tenido que abandonar la Hoz del río, porque el caudal es muy elevado y la mayoría de las piedras que sirven de paso están ahora bajo el agua (glups).

Iniciamos nuevamente la marcha e intentamos cruzar el río por el puente del Barrioso, que se encuentra derruido desde hace años. Tan sólo queda uno de sus laterales, que se tiende unos 15 metros por encima del lecho del río, mientras el resto del puente ha desaparecido. Enrique lo cruza, a horcajadas sobre el muro de bloques. A continuación lo intenta Kike, pero duda. Es normal tener vértigo, dadas las condiciones. Finalmente, decidimos continuar por la carretera hasta El Cuervo. Cambiamos una bonita senda por una carretera, pero no vale la pena jugársela y caer al río desde arriba.
En la aldea de Cuesta del Rato, todavía en Valencia, por fin pasamos a la margen izquierda del río por el puente de la carretera.
Llegamos a El Cuervo, ya en la provincia de Teruel, a eso de las 8:45. Aprovechamos para hacer una pequeña parada de 10 minutos para almorzar.

Continuamos caminando sin novedad hasta las proximidades del paraje conocido como Los Estrechos, entre El Cuervo y Tormón.
Ya antes de llegar, los habituales badenes están completamente cubiertos de agua y tenemos que luchar con la corriente del río para poder cruzarlos. Está muy turbia y fría, pero se agradece, ya que permite descansar las piernas. El agua nos llega en algunos sitios por encima del muslo y nos empuja con fuerza. En algún tramo, nos tenemos que ir cogiendo unos a otros para asegurar el paso. Yo me divierto sacando fotos.
El monte rezuma agua por todos lados. Los caminos son cursos de agua y el río reclama las huertas de la ribera, dejando charcas y lodazales. Caminamos todo el rato con los pies mojados.
Los más veteranos de la marcha, como el hermano de Paco Zen, comentan con cierta sorpresa, que en las 9 ediciones que tiene la marcha, nunca habían visto el río tan crecido. En los laterales del cañón por donde deberíamos avanzar, salen grandes chorros de agua a presión y podemos ver incluso impresionantes cascadas que surgen de las paredes de roca, aquí y allá. Espectacular.
Así que mis compañeros también tienen que descartar entrar en Los Estrechos, ya que el río lleva demasiada agua, y deciden acompañarme por la senda de arriba hasta el molino y cascada de Calicanto. La cascada está preciosa.
Subida a Tormón y ligero almuerzo a las 11:45.
Aquí coincidimos con Paco Zen y Pere, que vienen corriendo desde Ademuz. Paco parece ir reteniendo el ritmo y el compañero no hace más que apremiarlo para que no se entretenga. Menuda pareja.

Nos ponemos en marcha hacia Jabaloyas, por el tradicional "Camino de las Pisadas". Llevamos 7 horas y media y nos queda más de la mitad del camino. Hemos recuperado algo de tiempo, pero los pasos del río nos han entretenido bastante y la gente tiene prisa por llegar a comer.
Llegamos a Jabaloyas a las 14:00, con 30 minutos de adelanto. Alegría y saludos a toda la gente: conductores, compañeros, amigos, corredores. El ambiente es fantástico. Foto de grupo y a comer.
Estoy muy entero físicamente y con más moral que en toda mi vida. Vaya forma de disfrutar.
Como otros años, la mayoría de la gente se queda a comer en el discreto restaurante del pueblo. El dueño está enfadado porque esperaba a 5 personas y le han aparecido 8. A pesar de todo, dudo que puedan acabarse la comida entre todos. Así de bien se come aquí ... y yo que desde hace casi un año que vengo diciendo que tengo que darme aquí un homenaje ... Volveré (jejeje).

Tras comer, descansar y despedirnos hasta el año que viene de los comilones, salimos hacia Valdecuenca a las 14:50. Vamos Enrique C, Kike, Candi y Mario. Llevamos buen ritmo, aunque tanto a Enrique como a mí nos gustaría trotar un poco, pero los compis no están por la labor. Dicen que ya será bastante si la acaban enteros. Pero qué exagerados.
El barranco de Valdecuenca es un río. La pista que recorre su fondo, por donde está marcado el PR, es un cauce surcado por un riachuelo de unos 2 metros de ancho y más de 40 cm de agua cristalina. Da gusto escucharla. Mis compañeros intentan una y otra vez cruzar el regato, que serpentea en el fondo del barranco, quitándose las zapatillas de forma repetitiva. Yo me voy riendo, mientras sorteo los pasos por un lateral del barranco. Voy haciendo la puñeta y riéndome de las muchas veces que lo cruzan y del fastidio que les supone vestir y desvestir los pies una y otra vez.
Yo he pasado una vez el riachuelo, mojándome los pies, pero ellos pasan más de 12, hasta que deciden seguirme por donde yo me muevo, campo a través. En más de un momento, mientras les hago algún comentario jocoso, me acusan de jugar con la ventaja del "orientador" y me amenazan con un "estàs guanyant-te una pedrà". No hago más que reirme. Sóc un punxa!! (jajaja).
Llegamos a Valdecuenca justo cuando acaba de empezar a llover. Apenas paramos en el pueblo y seguimos a buen ritmo.
Caminando por la carretera que une Valdecuenca y Saldón, nos cae un buen chaparrón. Se pasa casi 20 minutos diluviando. Me toca ponerme mi cortaviento amarillo canario y disfrutar del agua.
Llevo un rato intentando picar a Enrique C para que se ponga al trote, con todo tipo de artimañas, pero no hay forma. En este tramo de carretera parece que por fin se animan todos. A él le apetecía desde hace rato, pero somos 4 y los otros dos compañeros no están por la labor. Están reservando fuerzas, dicen.
Quizá sea por el asfalto o porque está bastante llano, pero nos ponemos los cuatro a trotar un par de kilómetros, hasta poco antes de Saldón. Candi y yo vamos juntos, mientras que Enrique espera a Kike, que está más tocado.
En Saldón esperamos a Gerardo para que venga con el coche a hacernos el avituallamiento. No viene y, tras 15 minutos de espera, decidimos ponernos en marcha. Nos sentimos algo abandonados. A mí me queda una barrita de reserva y no llegará a un litro de agua. Hoy estoy bebiendo poco. Menos mal que ha dejado de llover y no hace calor.
Subimos hacia la sierra que se encuentra al norte, por las Eras del Pozo, por el Puntal del Quemado y el Cerro de la Nava. Son lomas muy suaves, con abundancia de pastos, algunos árboles dispersos y que se encuentran en plena floración de gamones y labiadas. Allí donde se pose la vista, todo está verde y salpicado de florecillas. Parece un campo de golf de uniforme y homogénea que está la hierba. Es increíble. Nunca había visto el monte así. El sabinar de Valdecuenca estaba igual.
Cuando la loma empieza a redondearse y empezamos a llanear, mis compañeros, sabiendo que quedan unos 7 km, empiezan a picarse a trotar. ¡Bien ... por fin!. ¡Ya podréis, cuesta abajo! (jajaja).
Bajamos hacia la carretera de Bezas a Albarracín, hasta las Casetas de la Losilla Baja. Allí nos esperan los corredores (Paco Zen y Pere) y los conductores. Llegamos alrededor de las 19:25. Unos 20 minutos por encima del horario previsto. Paramos 5 minutos para beber y quitarnos mochilas y resto de impedimenta. Parece que el último trozo lo quieren hacer todos corriendo. ¡Bien!

Así que a las 19:30 salimos corriendo hacia Albarracín por el Barranco de la Fuente del Cabrerizo, entre peñas y pinos. Pronto empieza a diluviar. El sendero es un río y hay obstáculos por todos lados. De broma, comentan que parece una gymkana. Parece una carrera de orientación: charcos, camino inundado, troncos, piedras y el sendero apenas existe. Cada vez que entramos en el agua, acabamos todos salpicados. No dejamos de correr y encima me han puesto en cabeza, para que marque ritmo. Tengo complejo de liebre (jejeje).

La llegada a Albarracín es apoteósica. Son las 20:02, ha dejado de llover y ahora solamente chispea. Fotos y abrazos finales.
Las sensaciones me inundan por completo. La alegría me desborda. Estoy perfecto física y mentalmente. No me duele nada y todavía me queda cuerda para un rato. Estoy gratamente sorprendido de mí mismo. Ni siquiera tengo cargadas las piernas.

Es que ... ¡NO ME LO PUEDO CREER!.

El recorrido total nos ha costado 14 horas 56 minutos, de los que andando han sido 12 horas y 22 minutos. El resto de tiempo en paradas.
El año que viene volveremos si el tiempo, el físico y demás nos lo permite.
Gracias, Paco, por todo. Y gracias al resto de participantes por brindarme tan buena compañía y tan buenos momentos.






miércoles, 31 de marzo de 2010

Viaje a Marruecos y al Atlas 15-20 marzo 2010

Hacía tiempo que tenía ganas de hacer este viaje al Atlas. Siempre me ha atraído la montaña en invierno, aunque no he podido hacer tanta como hubiera querido y el Atlas, con cumbres de más de 4.000 metros me resultaba muy tentador y accesible.
Hace más de un año lo intenté, sugiriendo una salida que, por diversas circunstancias, no terminó de cuajar y quedó en un deseo frustrado. Entonces no se pudo.
Este año lo volví a intentar. En diciembre de 2009 empecé a buscar información y en febrero de 2010 lo comenté a la gente del Grupo de Montaña del Politécnico GMP-UPV, aportando una propuesta bastante madura. El objetivo era no ir solo.
Allí encontré a Manolo, que se apuntó a esta aventura y que me propuso invitar a dos amigas suyas: Rocío y Nuria. Finalmente, los cuatro nos hemos ido a Marruecos con la intención de pasar unos agradables días de montaña huyendo de las Fallas.
En este viaje he conseguido muchas cosas: es mi primera visita a África, la primera a Marruecos, mi primer 4.000 m y he hecho realidad una ilusión y un objetivo que tenía desde hacía un tiempo: subir el Jbel Toubkal.
Ha valido la pena la espera.

Viaje a Marruecos.
Salimos el domingo 14 de marzo a eso de 18:30 dirección Madrid. Tenemos contratado un vuelo directo con Ryanair Madrid-Marrakech. Cada cual lo reservó cuando pudo, por lo que no nos costó a todos lo mismo. Manolo y yo lo reservamos a mediados de febrero y me costó 81,63 € más un suplemento de maleta a medias para llevar el material duro (30 € entre los dos).
Llegamos a Madrid-Barajas y dejamos el coche en el aparcamiento de larga estancia. Traslado en autobús a la terminal 2.
Cenamos y localizamos la zona donde embarcaremos para acomodarnos. Pasaremos la noche en el suelo, como buenamente podamos.
El lunes 15 de madrugada, a eso de las 4:30, abren las taquillas para facturación.
A las 6:25 sale el vuelo hacia Marrakech. El viaje lo paso dormitando, que sobre el frío suelo del aeropuerto apenas he podido descansar. Aterrizamos a las 8:35 peninsular (una hora menos para tiempo local, como en Canarias). Viaje tranquilito.
Nada más recoger el equipaje y cambiar algunos euros en moneda local (11 dirham = 1 €, aproximadamente), nos dirigimos a buscar un taxi. Tenemos varias opciones, pero parece razonable intentar llegar desde aquí a Imlil, sin pasar por Marrakech. Todo es cuestión de negociarlo.
Aquí entramos al primer precio que nos ofrecen (500 dirham), que nos parece razonable y sin discutirlo (pequeño error), nos encaminamos a Imlil directamente. Estamos a unos 70 km de distancia. Cosa de hora y media de trayecto.
Nos estamos comunicando en francés con el taxista, aunque también entiende algo el español. Parece que no habrá dificultades con el idioma. Al menos para mí, que aprovecharé para practicar mi mini-francés (jejeje).
De camino, paramos en Asni, en el mercado local, donde Manolo quiere aprovisionarse de dátiles y frutos secos. Nada más parar el coche, una nube de locales se muestran serviciales ofreciéndose para acompañarnos a hacer las compras. Casi se diría que se discuten entre ellos el servirnos de guías improvisados. Yo me niego, de forma algo brusca. Ya me imagino lo que puede pasar. Manolo se deja hacer. Acabará en un rincón rodeado de paisanos que le ofrecen sus productos y baratijas, sin poder casi salir de la tienda del mercadillo y nosotros reclamándole para volver al coche. Momento estresante por no saber decir que NO a tiempo.
Llegamos a Imlil (1.740 m) a eso de las 10:45 (hora local). La carretera hasta aquí no es gran cosa y en las curvas vamos apretando los dientes. En la zona de montaña, sólo está asfaltada la parte central, mientras que los laterales son amplias cunetas de tierra. Mientras no hay tráfico, se ocupa el centro y cuando alguien viene de frente, se aparta cada cual a su lado. Al menos en teoría.
Junto a la carretera y próximo al curso del río, canales y acequias lo llenan todo de agua. Imagen de huerta cerca del llano y de verdes terrazas en la montaña.
Durante el trayecto hemos visto motos, coches y camiones mezclados sin orden aparente. También gente a pie y caballerías con o sin carro. Cargas pequeñas de comercio local y productos frescos de los campos próximos. Supongo que es la misma imagen que tendría España hace unos 50 años en zonas de montaña.
El día es magnífico. Aquí en la montaña, hace algo de fresco (unos 15ºC), pero se está confortable. Una ligera brisa acompaña la mañana. Los campos y los prados están verdes, relucientes bajo el sol. La mayoría de los árboles no tienen hojas, aunque se adivinan cerezos, almendros, manzanos, perales, nogales, etc. Las montañas próximas tienen las cumbres nevadas. Suben de forma brusca, con empinadas laderas y apenas tienen bosques en su base. Tan sólo algunos sabinares dispersos. Se nota la presencia de muchas cabras y ovejas por la sierra.

Al bajar del taxi se nos acerca un señor con un polar y un escudo de "guide de montagne" para ofrecernos sus servicios: guías (40 €/día) y mulas (15 €/subida) al Toubkal. Parece que son precios cerrados entre ellos. Decidimos contratar una mula para que nos suba las mochilas hasta donde haya nieve y el animal ya no pueda continuar. Así nos ahorramos un rato de carga, que estamos cansados del viaje.
Nos acompaña Ibrahim, un chico de 15 años. Es un zagal simpático, que habla poco en francés y que se mueve con soltura con la mula, a la que va azuzando y frenando todo el camino.
Iniciamos la marcha a eso de 12:50. Al principio, es un camino de tierra que sube por Acheim hasta Around. A partir de esta aldea, se reduce a un sendero que asciende por la montaña.
Pasa por un enorme canchal de piedra que ocupa el fondo del valle y llegamos a Sidi Chammharouch (2.350 m), pequeña aldea, donde nos salen un montón de niños a saludarnos y a vendernos objetos, fósiles y piedras que recogen en las montañas.
En esta última aldea, la senda coge pendiente, aunque nunca demasiada, que las mulas pueden siempre subir, y serpentea ganando altura por el valle de Assif el Mizaine.
A unos 2.600 m empieza a aparecer nieve cerca de la senda. Coincidimos con una pequeña construcción donde un hombre mayor ofrece bebidas refrescantes y zumo natural de naranja. Todo a 1 € (¡oh! ... y en medio de la montaña). El sistema para mantener fresca la bebida es mediante una tubería que alimenta a una botella agujereada, en forma de aspersor. Muy ingenioso.
Aquí nos despedimos de la mula y de Ibrahim, al que le damos una propia de 5 €, aunque parece disfrutar más de la foto con las chicas que del dinero (jajaja).
El resto del sendero hasta el refugio lo hacemos a pie, cargados con las mochilas y pronto tenemos que ponernos las polainas y los crampones, pues el camino está completamente nevado.
Llegamos al refugio del Toubkal (3.207 m) (antes refugio del Netler), dependiente del Club Alpin Français (CAF) a eso de las 18:00. Hemos subido un poco lentos para mi gusto, pero es lo que tiene ir en grupo (jejeje).
Cenita ligera a las 21:00. La media pensión no es gran cosa y esto no es un refugio del Pirineo. Se nota. En el comedor encuentro dos italianos con quemaduras en la retina por culpa del sol. Muchos extranjeros, sobre todo alemanes e italianos, algunos franceses y unos 6 españoles.
Mañana subiremos al Toubkal.

Refugio del Toubkal.
Me costó mucho encontrar el teléfono del refugio (00 212 661 695 463, Mohamed) y el correo electrónico parecía no funcionar. Finalmente, me pude hacer con él y reservar para 3 noches. Me entendí con ellos entre español y francés y no me pidieron fianza ni nada. Sólo el nombre. Me advirtieron que no encontraría mantas, por lo que nos ha tocado cargar con el saco de dormir. Mi saco nuevo, después de "perder" el anterior en Santa Pola (grrr).
Las condiciones del refugio son regulares-malas. No está precisamente muy limpio y cuenta con una ducha y 4 WC para 89 personas. Agua caliente en cantidad, eso sí. Ducha por 1 €.
La chimenea la encienden por la noche y como leña utilizan ... ¡¡troncos de enebro y sabina!!. Me quedé con cara de tonto cuando ví un trozo entero, de buen calibre, que lo tiraban a la chimenea. No me lo podía creer. ¡¡SACRILEGIOOOO!!.
La media pensión va mejorando según pasan los días, que parece que lo tienen ya estudiado. La comida no es la misma para todos. Según el día, eso comes. Así el primer día toca sopa y pasta, el segundo sopa y tajine, el tercero ensalada y cus-cus ... y siempre en un mismo orden.
El sistema que tienen de control del gasto es curioso. Si les pides cualquier cosa (té, agua, refrescos, pastitas, comida, pan, etc.), te lo traen enseguida, pero no sabes si lo apuntan o no. Realmente intentas hacer la cuenta de cabeza, pero tampoco tienes precios a la vista. Cuando pagas, te hacen la "cuenta de la vieja" y te dejan un precio aseado, salvo que tuvieras un precio pactado previamente y entonces tienes que ir pagando en el momento. La posibilidad de negociar es baja y menos en época estival, que no hay ni plazas para dormir.
Los dos días en media pensión nos costaron 40 €/persona. Barato, dado el sitio. Dijimos que estábamos federados, pero no nos pidieron ni ver el carnet.
El refugio des Mouflons, que está al lado, está mejor acondicionado y la comida es mucho mejor y más abundante por lo que nos informaron, aunque tampoco sé cómo quedará de precio. Tampoco creo que haya demasiada diferencia entre los dos.

Ascensión al Toubkal y Toubkal W.
Nos levantamos el martes, día 16 de marzo, a eso de las 6:30 (hora local). El día será largo y ahora hay hielo en abundancia. Desayunamos y nos preparamos para subir al Toubkal. Nos ponemos material y preparamos las capas de ropa. Mis compañeros quieren asegurar esta cumbre, por si no tienen ganas de más. Pues ... adelante.
Salimos a eso de las 8:00 siguiendo a un grupo de esquiadores que marchan delante nuestro. Hoy parece que subiremos unas 25 personas en total.
Hace fresco (-4 ºC) y algo de viento (unos 20 km/h), lo que da una sensación térmica de algo menos de -10 ºC. El cielo algo cubierto. Es perfecto para subir.
Elegimos la ruta del Ikhibi Sur. La ascensión es corta y con bastante pendiente (30-40º). Se asciende por un amplio valle situado al este del refugio, cubierto completamente por algo más de 50 cm de nieve helada, muy uniforme y sin dificultad. En verano supongo que será una tartera de piedra, pero ahora es cómodo subir por aquí. Crampones, piolet y paciencia.
Cerca del collado o Tizi Toubkal (3.791 m), sale una senda hacia la derecha para subir al Toubkal W (4.030 m). Sugiero acercarnos para hacer cumbre, pero mis compañeros insisten que quieren primero hacer el pico principal.
Seguimos, pues, subiendo hacia la izquierda. Pronto desaparece la nieve en una zona muy expuesta y venteada. Estamos por encima de los 3.800 m, pero la nieve ha desaparecido, salvo entre las piedras y donde hace ventisquero. Así que toca poner y quitar crampones un par de veces, lo que ralentiza la marcha.
Un poco antes de las 13:00 hacemos cumbre en el Toubkal (4.167 m). La subida ha sido lenta, pero constante, y hemos conseguido llegar sin problemas. La cima es amplia y llana. El viento ha parado y luce el sol, por lo que hay mucha gente sentada descansando y almorzando. Nos dedicamos a observar el paisaje, que tiene algo de calina, y a hacer fotos. Me invade una satisfacción plena y se me pone una sonrisilla que no se irá de la cara hasta pasados bastantes días.
Durante el camino hemos coincidido con un grupo de madrileños, que quieren bajar por el Ikhibi Norte, pasando primero por el Inmouzzer (4.010 m). En mis planes estaba previsto hacer esa misma ruta, pero primero teníamos que haber subido el Toubkal Oeste. A mí me apetece acompañarles y Manolo está dudoso, pero he leído que para subir este pico hay que pasar un tramo de escalada nivel II y otro de II+ expuesto. Está nevado y no tenemos material. Así que invito a Manolo para que se vaya con ellos, que yo me volveré al Toubkal Oeste y bajaré con Nuria y Rocío al refugio. Y así lo hacemos.
Mientras las chicas bajan, me adelanto para subir al Toubkal Oeste (4.030 m). Hay una senda que sigue hacia la cresta situada más al este, que, sin perder mucha cota, se aproxima a la cumbre. Es el camino que seguiré. Poco antes de la cima, hay que hacer una pequeña trepada, que no reviste mayor dificultad. Es un pico precioso y el día magnífico: sol y no hace viento. La vista del grupo del Adrar n'Ouanoukrim, con las majestuosas cimas del Ras y el Timesguida, es impresionante. Me entretengo un rato y hago alguna auto-foto. En mi entretenimiento pierdo la gorra que llevaba para protegerme del sol directo. En la cima se quedó.
Ha valido la pena esta subida. Me gusta incluso más que la del Toubkal. Es más alpina y sin riesgo.
Bajamos al refugio, donde llegamos antes de las 16:00, después de hacer un buen rato el tonto en la bajada.
Por la noche, descanso y sana conversación con Tomás y Toni, dos cartageneros a los que les apasiona la montaña. Mañana subirán al Ras.
Ducha, descanso, cena y a dormir.
Aprovecho mi estancia en el refugio para practicar mi francés y hablar con gente de muy diversa procedencia. Me encanta conocer gente interesante. En mi línea, vaya (jejeje).

Ascensión al Ras y al Timesguida.
El miércoles 17 me levanto yo sólo por la mañana a eso de 7:15. Mis compañeros están cansados y no quieren madrugar. Dicen que igual se quedan en el refugio.
Salgo del refugio con la gente de Cartagena, con Tomás y Toni. Hace mejor día que ayer y no hay una nube en el cielo. Estupendo.
El objetivo es el Ras y el Timesguida, a los que se accede por el valle situado al sur del refugio. Es un valle amplio y profundo, con mucha nieve acumulada. Se asciende lentamente y poco antes del collado de Tizi n'Ouagane, tiene una fuerte pala, con unos 60º, por lo que decidimos avanzar por un lateral del valle, para ir ganando altura progresivamente.
Tras pasar el valle que da acceso al Akioud (4.030 m), observamos la canal norte del Ras. Ayer, desde el Toubkal, parecía vertical, pero cerca de la base, aparenta tener más de 60º y no revestir demasiada dificultad. Sólo se observa nieve. Nos acercamos un poco, sin perder demasiada altura, y no conseguimos ver huella. Definitivamente, al contar con sólo un piolet por persona y no disponer de material para asegurarnos, preferimos seguir por la vía normal y dejar la canal. Aunque resulta muy tentadora. Otra vez será.
Llevamos muy buen ritmo. En el camino encontramos un irlandés que marcha solo. Se llama Ian y tendrá unos 68 años. Pronto nos ponemos a hablar con él y le invitamos a que nos siga. No me gusta que la gente vaya sola. El hombre, agradecido, se une a nosotros. Me cuenta que sus compañeros le han dejado solo, que han preferido quedarse a dormir unos y otros bajar a Marrakech a tomar cervezas. Resopla y va algo más lento que nosotros, pero no se para, va siempre al ritmillo.
En poco más de 1 hora y media hemos alcanzado el collado de Tizi n'Ouagane (3.735 m). Aquí nos desviamos a la derecha, hacia el oeste, para buscar la cresta que da acceso al Ras por la vía normal. Se trata de una cresta amplia, con mucha nieve, que cuenta con varios "patios" de mucha altura, con largas palas de nieve helada de varios cientos de metros, pero que no terminan de dar sensación de peligro.
Poco antes de la antecima, hay que superar un paso expuesto, completamente nevado, de unos 40 cm de ancho y 15 metros o más de largo, con caída a ambos lados, que me parece fácil.
Hacemos cumbre en el Ras (4.083 m) a las 11:15. Es la montaña más bonita que he subido nunca. No sólo las vistas son impresionantes, sino que la cresta de acceso es muy divertida. Nos hartamos de sacar fotos. El día es fantástico.
Ian y Toni se bajan, mientras que Tomás y yo nos dirigimos al Timesguida. Aquí no hay ningún problema, ya que la cumbre es una gran meseta, de un par de hectáreas de superficie, prácticamente llana, a la que se accede por una pala de nieve de poca pendiente y muy constante.
En la misma cima del Timesguida (4.089 m), me encuentro un grupo de 6 chavales del Centro Excursionista de Paterna. ¡Qué casualidad!, ¡qué pequeño es el mundo!.
Nos bajamos todos juntos y antes del collado, tenemos que bajar un par de palas de nieve en las que hay que tener cuidado, que la nieve está empezando a reblandecerse. Toca pegarse de cara a la pared y bajar haciendo "escalera" con los crampones. Con mucha calma.
Llego al refugio pletórico de alegría y energía. Allí esperan Nuria, Rocío y Manolo, que han pasado la mañana descansando. Les confirmo que estoy con fuerzas para irnos a Imlil, donde pensamos pasar la noche.

Vuelta a Imlil
A eso de las 15:00 del mismo miércoles 17 salimos hacia Imlil. Ahora sin mulas. Con la subida a los picos de la mañana y la bajadita de ahora, llevaré un total de 2.500 metros de desnivel de bajada acumulado. Quizá demasiado para mis rodillas, aunque no me protestan en todo el camino. ¡Bien!.
Despedida de la gente y buenos deseos.
Llegamos sin incidencias pasadas las 19:00. Es casi de noche y nos acomodamos en un albergue local (gîte d'etape), gestionado por Mohamed, el hermano del chico que subió con nosotros, acompañando la mula y nuestras mochilas. Aquí son todos familia.
La media pensión nos cuesta 12 €/persona y noche. Para dormir, un colchón sobre una alfombra, en una habitación para cuatro personas, que está bastante limpia. Ducha de agua caliente y baño limpio.
En la puerta encontramos a Frédéric, un francés que conocí anoche en el refugio y que ha venido solo para subir al Toubkal. Sólo habla francés, así que sólo puede comunicarse conmigo. Cenaremos todos juntos un tajine de pollo y verduras exquisito y nos iremos a dormir pronto.

Mañana por Imlil y tarde en Marrakech
El jueves 18 nos despertamos en Imlil. Mohamed nos ha preparado un desayuno contundente a base de diversas mermeladas y crêpes bereberes. Muy rico todo.
Nos acompaña a visitar una de las muchas tiendas que hay en el pueblo, propiedad de un primo suyo, por lo que puedo entender en su primitivo francés. Es el primer contacto con el comercio local, salvo la experiencia en el mercado de Asni, y es una oportunidad perfecta para empezar a practicar las dotes del trueque y del regateo.
Tras las correspondientes compras, visitamos una cooperativa de mujeres berebéres, que trabajan con el fruto del Argan y algunos de sus productos (aceites, cosméticos, alimentos, etc.).
Hacia mediodía buscamos un taxi y nos vamos a Marrakech (300 dirham). Es otro primo de la gente del albergue. ¡Cómo no!.
Me he quedado con ganas de más y de buena gana me hubiera quedado una semanita por Imlil y sus alrededores, de descanso total, en contacto con esta gente tan hospitalaria y disfrutando de sus montañas (snif).

Durante el viaje a Marrakech casi nos la pegamos con una furgoneta que no se apartó en una curva y que nos pasó a pocos centímetros del capó del coche. Hasta el conductor se pone blanco. Yo tiro con desesperación del cinturón de seguridad, intentando ponérmelo, pero no funciona. No hay cómo engancharlo al suelo. Puf. ¡Y qué forma de conducir!.

En Marrakech nos alojamos en un founduq (fonda), en un callejón perpendicular a una concurrida calle peatonal (Rue Bab Agnaou), cerca de la famosa plaza de Djemma el-Fná, centro neurálgico de la ciudad, y que destacan todas las guías de viaje por ser un lugar que cambia constantemente a lo largo del día. Merece una visita.
Visitamos también los zocos, para hacer diversas compras.

Estancia en Marrakech y vuelta a Madrid
La tarde del día 18 y todo el día 19 permanecemos en Marrakech. Aprovechamos para ver algunos de sus rincones más destacados: la plaza, los zocos, la mezquita Kutubia y sus jardines, etc.
Es una ciudad que vale la pena para pasar un par de días, dejándose llevar entre el tumulto, el exotismo marroquí y el colorido.
El viernes 19 por la tarde me voy (yo solo) de paseo a ver el Palacio Real y las tumbas Saadíes. Creo que echarse la siesta en una ciudad como esta es casi un crimen, sobre todo hoy, que no hace demasiado calor. Pero cada cual elige qué hacer ... (jejeje).
Más tarde volvemos a quedar con los cartageneros del Toubkal para tomar unas cervezas y nos vamos pronto a dormir, que mañana tendremos que madrugar.

Llegamos a Barajas (Madrid) el sábado 20 de marzo a las 11:15, con unos minutos de retraso. Llego tarde para la prueba de orientación que tenía este fin de semana, del Trofeo Sierra Norte de Madrid, pero son dos días de carreras, así que mañana podré correr.
Mi hermano viene a recogerme y pasamos el día por Madrid. Aprovecho para probar la moto que tiene, una Suzuki GS 500 naked. Menuda diferencia de conducción, en comparación con mi mulilla (jejeje).
Por la noche duermo en el suelo duro de San Agustín de Guadalix, junto con mis compañeros de la UPV-O.
Ha sido un viaje muy bonito y me encantaría repetirlo otro año, pero con más tiempo, que hay mucho que disfrutar.

Comentarios diversos
El Atlas se parece bastante a Sierra Nevada. No es como Pirineos. Son cumbres muy altas, pero sin grandes dificultades técnicas, aunque requieren una cierta preparación física y técnica.
Es preferible ir en invierno, ya que en verano son todo pedreras y hace mucho calor.
Las dos rutas señaladas se pueden hacer con esquí de travesía y, de hecho, más de la mitad de la gente que estaba en el refugio habían elegido esta opción, aunque la nieve estaba demasiado helada en superficie y no es fácil alcanzar las cumbres por este medio.
Aunque me preparé con diuréticos para prevenir el mal de altura, al que le tenía auténtico pánico por algunos antecedentes, no he tenido ningún problema. No he sufrido mareos, ni dolor de cabeza, ni nada. A partir de los 3.500 m empezaba a notar un poco la altura al respirar, pero nada más. De hecho, me estoy pensando si las veces anteriores realmente fueron sólo mareos por cambio brusco de presión, como en el teleférico de Mont Blanc, o simplemente una hipoglucemia, como en la subida al Aneto.

El regateo
Aquí el lema para todas las cosas es, en general, "la prisa, mata", así que todo lo hacen con mucha calma.
Regatear es un arte para el que hay que tener maña, tiempo y unas ciertas habilidades sociales, que no todo el mundo posee.
Lo primero que intentan los lugareños es llamar nuestra atención con un "eh, ¡amigo!", o bien "¡el de rojo!", o un "mejor precio que en El Corte Inglés". Y os aseguro que a veces consiguen hacer que esbocéis una sonrisa. Son muy ingeniosos.
Como la frase que nos dirijarán probablemente nos chocará o nos hará reir, ya han conseguido que te fijes en ellos. El siguiente paso es que te acerques para poder enseñarte lo que tienen y, finalmente, meterte dentro de la tienda. Todo un arte estudiado.

Entonces entra la fase del regateo. Un juego de intenciones, de seducción, de muecas, de gestos, de sutilidades, que sólo los muy avezados en este arte saben apreciar. Una auténtica representación teatral.
Hay que mantener en todo momento las facciones frías y mostrar cierto desdén, aunque nos parezca una preciosidad lo que nos están enseñando.
Si mostramos interés por algo, nos lo ofrecerán por un precio varias veces superior a su valor real. Entonces hay que mostrar indiferencia o poner cara de indignación. Ya hemos empezado a "jugar". Un gesto de desprecio hecho con respeto o un "c'est trop (es demasiado)" es suficiente para dar a entender que nos parece un exceso, pero que seguimos interesados.
Entonces nos pueden empezar a bajar o directamente nos preguntarán cuánto estamos dispuestos a dar "combien d'argent? (Qué precio?)".
En ese caso hay que poner un precio de base, muy bajo, porque luego no podremos volver atrás.
Si el precio ofrecido es demasiado bajo o pierde dinero el vendedor, nos lo dirá directamente, exagerando sus gestos.
Pero si el precio es bajo, pero no pierde demasiado dinero, puede reaccionar con un "eso es poco" o bien "sube", mientras bajan su oferta. Otros reaccionan echándose las manos a la cabeza, sobreactuando, y acompañando con un "tú debes ser bereber", "quieres matar de hambre a mis hijos" o "catalán, ¿no?". Siempre frases ingeniosas acompañadas de un sano humor que nos invitan a quedarnos para seguir negociando.
Es conveniente negociar varios artículos a la vez para sacar un buen precio por todo.
Si han bajado mucho y no hemos subido demasiado, entonces se plantarán y te dirán que tienes que ceder. Es el momento de incluir algún artículo más o bien ofrecer más dinero.
A veces la diferencia es de 5 dirham (0,45 €) , pero no la bajarán, porque lo consideran una cuestión de orgullo. Ceder cantidades así es razonable para cerrar un trato.
Si aún así nos vamos de la tienda con un "c'est trop cher, il coûte cher (demasiado caro, es caro)", es posible que salga de la tienda persiguiéndonos y ofreciendo otro precio nuevo.
Hay que tener claro que si cierran un regateo contigo, NUNCA han perdido.

Hablando con algún comerciante, me confesó que les gustaban los españoles, porque discutíamos el precio con maña, mientras que el resto de extranjeros eran muy aburridos y aceptaban cualquier precio que les pidieran, sin regatear y que eso "les molestaba".
¡Ah! ... si en el grupo hay mujeres, es mejor que negocien los hombres los artículos que deseen. Todavía son muy machistas para aceptar un precio negociado con una mujer. Afortunadamente, no todo el mundo es igual, pero es lo generalizado, sobre todo en zonas rurales. En la ciudad no tanto, aunque también.

Coste definitivo del viaje
Como he intentado hacer una crónica que pueda resultar útil para aquellas personas que tengan inquietud por visitar el Atlas, voy a pasaros un resumen de los gastos que hemos tenido por persona.
Debo recordar que fuimos en plan "baratón o mochilero", por lo que es un precio orientativo para el tipo de viaje que hemos hecho.

Billete de avión con Ryanair (low cost - 2 meses antelación) ... 81,63 €
Suplemento por maleta (para material duro - 30 € entre dos) ... 15,00 €
Coche Valencia - Madrid (ida y vuelta - entre 4 personas) ... 13,00 €
Taxi aeropuerto Marrakech a Imlil (50 € entre 4 personas) ... 12,50 €
Mula para transportar mochilas al refugio (15+5 € entre 4) ... 5,00 €
Estancia en refugio del Toubkal (2 noches a media pensión) ... 40,00 €
Estancia en albergue local en Imlil (1 noches a media pensión) ... 12,00 €
Taxi Imlil a Marrakech (30 € entre 4 personas) ... 7,50 €
Estancia en fonda en Marrakech (2 noches, sólo alojamiento) ... 12,00 €
Taxi de Marrakech al aeropuerto (15 € entre 4 personas) ... 3,75 €

TOTAL ... 202,38 €

A esto también habría que añadir alguna comida suelta (menú de lujo unos 8-10 €, normalito unos 5 €) y las bebidas, a 0,50 € la botella de agua 1,5 litros, así como refrescos, tés y otros vicios). No cuento los regalos que guste comprar cada uno, claro.
Vale la pena, ¿eh?. ¡Y a apenas a 2 horas de Madrid!.

Coincidencias y casualidades
Curiosamente, el mundo es muy pequeño. Aunque con esta afirmación creo que no descubro nada que no sepamos, ¿verdad?.
Y lo digo porque tanto Manolo como Toni, con los que he compartido el viaje, participaron en 2009 en la Carrera por Montaña "2ª Subida al Pico de Chelva", que organizaba el Centro Excursionista de Chelva. Y ambos presumían de camiseta ... sí ... aquellas que nos costaron un ojo de la cara (jajaja).
Efectivamente, el mundo es un pañuelo. Qué casualidad, ¿eh?.