lunes, 28 de junio de 2010

VIIª Treparriscos 2010 en Sabiñánigo

El pasado sábado 19 de junio de 2010 se celebró en Sabiñánigo (Huesca), la 7ª edición de la Treparriscos, una bonita prueba cicloturista que recorre el Valle de Tena, en pleno Pirineo Aragonés y que se celebra el mismo día que la ya mítica Quebrantahuesos (205 km).
La prueba, organizada por la Peña Ciclista Edelweiss ya va por su 20ª edición y no hace más que coleccionar felicitaciones y agradecimientos por parte de participantes y aficionados al ciclismo.
Me picaron este otoño para que me apuntara y me pareció una idea interesante, aunque tenía mis dudas. La versión reducida, la Treparriscos (90 km), que se limita al Valle de Tena, subiendo el Portalet hasta la estación de Formigal me parecía que podía estar muy a mi alcance.
Finalmente, entré en lista de espera y fui seleccionado para participar después de esperar casi 2 meses.
Este año, debido a las obras que se están haciendo en el valle, el recorrido ha salido un poco más corto, pero no deja de tener su dureza, sobretodo para alguien que está dispuesto a hacerla con bicicleta de montaña. Los días de antes desperté no pocas miradas de curiosidad y sorpresa cuando decía que la iba a hacer, pero con la BTT (jejeje). Y tampoco es para tanto.

Llegamos el viernes 18 por la tarde a Sabiñánigo para recoger el dorsal y ver el ambiente. Hay una gran feria montada en el polígono industrial. El pabellón está lleno de gente curiosa, aficionados, marcas y material de ciclismo. Muchos vascos y vascas. ¡Qué afición a la bicicleta tiene esta gente del norte!.
Para alguien que no está acostumbrado a este tipo de concentraciones ciclistas, el ambiente es abrumador, excitante. Estoy gratamente sorprendido. Sinceramente, no esperaba esto.
Tras reunirme con los amigos del viaje a Jordania, que ya tenía ganas de verlos, y la correspondiente cena, nos retiramos a dormir a una hora prudente, que el hotel está en Formigal. No hubo forma de encontrar alojamiento libre más cerca de Sabiñánigo.

A las 5:30 nos levantamos y a las 6:00 estamos desayunando, preparados para salir. El hotel está lleno de ciclistas. Vaya ambiente. El termómetro de la rotonda de Formigal marca apenas 7ºC y está lloviznando en el puerto, así como en la zona francesa. A veces, caen copos de nieve helada. Esto tiene pinta de que va a ser divertido (jejeje).
En Sabiñánigo hay que buscarse la vida para aparcar. Esto está muy concurrido.
La zona de salida está llena de gente, de corredores, de bicicletas. El ambiente es espectacular. A las 7:30 salen los valientes de la Quebrantahuesos. Son más de 6.000, de los 7.500 inscritos. El frío y la lluvia ha desanimado a mucha gente.
A las 8:00 nos dan la salida a nosotros. Somos unos 1700 participantes.
La prueba me parece sencilla. Me voy picando con la gente y vamos haciendo grupitos según ritmo. El grupo de cabeza va muy fuerte. Los ciclistas con bicicleta de carretera me mira con curiosidad. No he cambiado ni las cubiertas. Así ... a lo valiente (jajaja).
Todo el recorrido es sobre firme asfaltado, con mejor o peor calidad. En las poblaciones y en los márgenes de la carretera hay muchos aficionados y familiares dando ánimos. Al pasar a la carretera A-136, pasado el túnel de Escarrilla, los coches nos acompañan en un monumental atasco. La carretera está completamente colapsada en los dos sentidos y se rueda a ritmo del ciclista. Saludan alegremente desde los coches y desde los arcenes. Menuda fiesta.
En Sallent de Gállego empieza a lloviznar. Durante toda la subida al Portalet, llueve de forma ligera, pero constante, y la temperatura no pasa de los 10ºC. Voy ligero y alegre. Me gusta esta sensación.
En la rotonda de Formigal giramos para volver a Sabiñánigo. Cuesta abajo voy un poco asustado. Esta mañana no me funcionaba bien el freno de disco trasero y no he podido repararlo. Tiene holgura. Debería haberlo purgado antes de venir. Así que dispongo de poca frenada, salvo la delantera, que no es plan. Aún así alcanzo en un tramo los 63,7 km/h (jajaja).
Unos últimos kilómetros antes de la meta, se levanta algo de vientecillo de cara. Voy solo y eso se nota.
A un par de kilómetros de la meta, veo a una pareja de vascos muy graciosa (aquí son mayoría de vascos). Ella va pedaleando, mientras su pareja la empuja suavemente de los riñones. Debe estar rendida. Me emociono al verlos.
Me animo a cogerlos y pasarlos. Él, viendo que les paso con una bicicleta de montaña, se pica y empieza a dar ánimos a la chica para que me adelante. Ésta, sacando fuerzas de puro coraje, se me pone a rueda y empezamos un mini-sprint los dos. Entre las risas y los comentarios, casi me vuelve a adelantar. Menos mal que en llano ruedo bastante bien y al final, acabo por delante. Ha sido una divertida llegada al sprint con los aplausos del público.
El final ha sido muy emocionante y estoy muy bien físicamente. No me duele nada y apenas noto el esfuerzo. Voy sobrado. ¡Bien!.
Al final, con las modificaciones de este año, me han salido 81,03 Km, con +1.310 m de desnivel, que he completado en 4:17:02. He quedado el 1.330 de 1.675 participantes ... con una bicicleta de montaña (jajaja). Objetivo cumplido.


En meta no hace calor y los surtidores de cerveza (barra libre y gratis) no tienen la demanda de otros años, según me comentan. El avituallamiento final es muy completo y me pongo las botas a comer. La organización de la prueba es muy buena.
En cuanto a la prueba de la Quebrantahuesos, las noticias son desalentadoras: más de 1500 abandonos por la lluvia y el frío. El día les ha salido muy malo y muchos han tenido que dejarlo a medias. La organización tiene que poner autobuses y trailers para bajar ciclistas y bicicletas. El Somport era una cortina de agua. Les compadezco.
He disfrutado mucho de la Treparriscos. Puede que el año que viene me atreva con la Quebrantahuesos, aunque primero tendría que cambiar de bicicleta ... o pedirla prestada (jajaja).
Todo se andará.

viernes, 18 de junio de 2010

Vacaciones

Me voy unos días fuera, así que no podré atenderos como merecéis.

Sigo con mis cositas y a mi aire. Espero disfrutar de estos días. Me ha costado mucho tiempo y esfuerzo organizar el viaje. La prespectiva promete. Valdrá la pena, eso seguro.

Pronto estaré de vuelta. Apenas vais a poder daros cuenta que me he ido. Prometido.

¿Te vienes? Tengo un hueco en el bolsillo sólo para tí ...

¡¡Hasta pronto!!.

lunes, 14 de junio de 2010

II Open Villa de Cheste de Orientación

El domingo 13 de junio se celebra la 8ª prueba puntuable para la liga autonómica de orientación (LACV 2010), el II Open Villa de Cheste, dentro del Complejo Educativo y organizada por S.D. Correcaminos, el excmo. ayuntamiento y el club de montaña de Cheste.

Prueba en modalidad de media distancia, en un entorno mixto urbano-forestal, que da mucho juego (asfalto, calles, césped, pinar limpio (hueco), matorral, piedras ... variadito).

Como conozco un poco la zona, me he estado imaginando los días de antes las posibilidades, así que a esta carrera vengo con mucha ilusión. Y no me defrauda, más bien al contrario. Ha sido una carrera muy rápida, demasiado para mí, y con muy buen ambiente en general. Perfecta para iniciarse y la organización ha trabajado duro para que todo saliera bien.
El día ha salido nuboso y las previsiones daban una cierta probabilidad de lluvia. Al menos, no hace el calor húmedo que sería de esperar por la zona y época. Es un alivio.

En la modalidad de H35 tenemos 4,7 km, +130 m de desnivel y 19 controles. Tiene buena pinta.
Somos mucha gente. Yo creo que más de la habitual. Quizá la proximidad del complejo a Valencia y los muchos alumnos del centro han hecho que el número sea algo mayor del habitual, sobre todo en categorías de promoción (amarillo, naranja y rojo).

El sitio es especial
. Magnífico y monumental son las palabras que me vienen a la cabeza cuando lo veo. Me sobrecoge. Como siempre me han explicado, es un conjunto arquitectónico único en España, propio de tiempos pretéritos, de modelos de construcción para la masa, no para el individuo, al más puro estilo soviético o alemán de los años 30. Y está muy desaprovechado. Es una pena.

Me dan la salida a las 10:53 y la carrera me sale bien. Muy bien. Creo que es de las pocas que he bordado en toda la liga autonómica. Ya era hora. No he tenido dudas en ningún control y los he clavado uno a uno. Como un campeón, como un auténtico crack.
Y esta vez no he consultado ni una vez la brújula. Todo a "ojímetro" (¡bien!).

He completado el itinerario en 44 minutos y 36 segundos, quedando el 7º de 15, a +8:57 del primero y habiendo recorrido 5,3 km y +190 m de desnivel.
No debería quejarme. Sin embargo, el resultado no es todo lo bueno que yo hubiera querido. Mi buen instinto orientador, que hoy lo tenía "a tope", no ha conseguido suplir del todo una velocidad punta, que no consigo alcanzar más que a ratos. Me cuesta mantener un ritmo medio de 5:00 min/km en carrera y más cuando voy cuesta arriba. En los entrenamientos, no hay problema, pero aquí ... es otra cosa. Hay que seguir entrenando.
En el plano tenéis la ruta que he seguido. No está mal, aunque ahora, en frío, cambiaría alguna cosa, como el itinerario entre los controles 14 y 15 (jajaja).

Como novedad, he conseguido convencer a Loli para que participe en una carrera de orientación. Al final, se ha venido con nosotros y creo que ha terminado bastante contenta. Me alegro. ¿Otro fichaje para la orientación?. Ojalá.
I Emili el tercer en H-Elite ... no està gens mal, campió (jejeje)
Con esta prueba despedimos el calendario de liga hasta septiembre. Creo que el verano se me va a hacer muuuuy largo sin pruebas de orientación.
Algo tendré que hacer, ya que al final no me voy al WOC2010, en Trondheim. A todo no puedo llegar. Disfrutadlo por mí (snif).

sábado, 12 de junio de 2010

Rodando por el Turia - 72 km.

Esta mañana tenía el firme propósito de coger la bici "en serio", después de un par de rodaditas por la sierra de Chiva de estas semanas pasadas. Oficialmente, he vuelto a abrir mi temporada ciclista, después de un frío y lluvioso invierno. La temporada de orientación se termina de momento y hay que aprovechar (jejeje).

Mi intención para hoy, sábado 12 de junio, era subir a Chelva, pero no he encontrado el quorum mínimo necesario. Y no me apetecía esta vez rodar solo por allí. Así que optado por lo más próximo: el parque fluvial del Turia, con alguna variación improvisada.
Y creo que me he pasado un poco, batiendo mi propio récord en distancia.
Me han salido un total de 72,21 km, +650 m de desnivel, en 4 horas y 5 minutos en movimiento. Estoy contento.


Los antecedentes por Chiva han sido para ir abriendo boca:
El jueves 3 de junio hice unos tristes 23 km y +532 m, entre Chiva, la Fuente Umbría y el Castillo, después de tirarme media tarde peleándome con las ruedas de la bicicleta, que las tenía las dos deshinchadas y tuve que cambiar una cámara y todo. Hacía tiempo que no cogía la burreta y la tenía demasiado abandonada. Total ... un desastre.
El martes 8 de junio volví a coger la bicicleta un rato. Esta vez para intentar completar una ruta entre Chiva y Siete Aguas, por la Serratilla, para la que me hará falta más tiempo, y me tuve que conformar con subir a Parapetos, volviendo por Peñas Albas, que tampoco está mal. Total: 32,2 km y +697 m.

Pero hoy tenía que hacer algo más largo, si no el 19 de junio no podré completar la Treparriscos 2010, que son 90 km y le tengo ganas. Es el primer objetivo ciclista del año y tengo la sensación que voy justito de físico. Ya veremos.
Así que el plan de hoy era pasar de los 50 km y ver qué tal van las piernas. Como a Chelva no ha podido ser, pues me he ido por el Turia.
He salido por la mañana a eso de 9:45 y he seguido la ruta normal a Riba-roja del Túria por Manises y el cauce del Turia. Ninguna novedad.
En Riba-roja me he puesto a buscar la zona de salida de una ruta que he encontrado en wikiloc por Les Rodanes. El objetivo era darle un final feliz a la ruta de hoy: subir a La Rodana Gran, a las antenas. Es algo que hace tiempo que quería hacer y hoy sería el día (jejeje).
Desde el polideportivo de Riba-roja he localizado el camino de Porxinos y por la pista que sube al sur del Pic de l'Àguila, rodeando la Balsa Barreta, me he puesto a subir la Rodana Gran.
Para llegar hasta aquí sólo he tenido que parar un par de veces para reponer líquidos y la Rodana la he subido sin problemas. En cosa de 2 horas desde casa, estaba en la cumbre ... y son unos 31 km. ¡BIEN! ... ¡soy un crack!.
Después de charrar un rato en la cima con otro ciclista y tomar un poco de aire, empiezo el descenso, que lo hago por la Balsa Barreta hacia la carretera CV-370 (Vilamarxant-Riba-roja).
Al llegar a la plaza donde está el ayuntamiento de Vilamarxant, busco la fuente habitual para reponer los bidones. Hace calor, aunque mucho menos del que esperaba, y necesito líquido urgentemente. Para mi sorpresa, la fuente no funciona. Busco con la mirada y me encuentro a una señora que, desde la puerta de su negocio mira con curiosidad la boda que se está celebrando en el ayuntamiento. Me dirijo hacia ella y le pregunto por otra fuente. Me señala la que había encontrado seca y le digo que ahí no hay nada que rascar, que no funciona. Para mi sorpresa se echa a reír y me dice que le dé el bidón, que su marido es ciclista y que está acostumbrada a nuestras "necesidades" (jajaja). Se ha metido en su negocio y me salido con el bidón lleno. Me ha hecho mucha gracia y le estoy muy agradecido. Es la anécdota de la excursión (jejeje).
Paso un rato pululando por las calles y alrededores de Vilamarxant, buscando cómo bajar al río, perdido, pero con una sonrisa de oreja a oreja por lo del bidón.
Me toca refugiarme de la lluvia en un portal durante 10 minutos. Una nube loca ha decidido echar unas gotitas sobre el pueblo.
Al final, localizo el río y me dirijo a toda velocidad a Riba-roja. Al llegar me entra el puntazo: estoy fresco ... ¿sigo con la exploración? ¿por qué no?.

Me subo por la carretera entre Riba-roja y San Antonio de Benagéber, para desviarme por la urbanización Monte Alcedo, buscando el bosque de La Vallesa. Hay que pasar un trozo de carretera que no me gusta, pero es lo que hay.
Atravieso el bosque mientras me sumerjo en mis pensamientos y voy esquivando algunos charcos. Este pinar parece ya el jardín de mi casa, de lo que lo frecuento, aunque hace tiempo que no troto por aquí con Paco Zen. Casi un mes. Habrá que remediarlo (jejeje). La siguiente parada será en la estación de metro de La Cañada.
Busco desesperadamente una Coca-cola para reponer fuerzas, que empiezo a notar cierta hipoglucemia (puf). Hace calor y no debo haber desayunado lo suficiente. Tampoco he comido demasiado durante el trayecto, tan sólo una barrita que tenía el chocolate derretido por el calor y varias docenas de mosquitos (jajaja).
Tras varios sorbos acelerados, que me producen más ardor de estómago que otra cosa, decido buscar el camino para bajar al río. Ya no me acuerdo por dónde es, así que me toca vagar entre calles, a ver si acierto. Otra vez. Bajo por otro camino distinto al que buscaba, pero llego al río, que era la idea.
Vuelta por el parque de cabecera a casa.
Había quedado para comer y he llegado a la cita blanco y con una hipoglucemia que no me aclaraba, pero más contento que unas castañuelas. ¡Lo he conseguido! (jajaja).

Pero lo mejor de todo es que, después de una semana movidita y de colores grises, agobiado en mis pensamientos y con la única intención de enviar todo y a todos "a fer la mà" (a la mierda), por fin he vuelto a recuperar mi tranquilidad.
Estos machaques físicos han sido y son la mejor terapia contra la ansiedad y el desasosiego: un buen chorro de endorfinas naturales concentradas, capaces de encauzar la mente de cualquiera. O quizá, mejor dicho, inutilizarla un rato. Mano de santo (suspiraré).

Listening to "(You want to) Make a memory" by Bon Jovi and laughing life off.

miércoles, 9 de junio de 2010

Amin Maalouf. Premio Príncipe de Asturias.

No, si yo ya lo sospechaba, pero no me lo quería creer. Al final va a resultar que tengo buen gusto y todo (jajaja).
Ya he comentado en un par de ocasiones que me encantan los escritores orientales por diversos motivos, pero mi preferido es, sin duda, el escritor libanés Amin Maalouf.

Pues bueno, esta mañana le han concedido el premio Príncipe de Asturias de las Letras por diversos motivos, entre los que destaca su labor como "ingeniero", ya que crea puentes entre culturas, y que es como le han apodado algunos periodistas. Supongo que, en cierta manera, es así.
Sea como sea, me encanta como escribe.

Ya hace unos añitos que me leí, por recomendación de un amigo, "Samarcanda" y "Las cruzadas vistas por los árabes". Libros muy recomendables, aunque de estos dos quizá prefiera el segundo.
Pero este año me he leído dos libros, en la lengua en la que habitualmente escribe: en francés.
El primero, "Les Échelles du Levant - Las escalas de Levante", ya lo comenté en enero de 2010, que me encantó.
El segundo, "Léon l'Africain - León, el Africano", aún sabiendo que resultaría bastante más complicado, decidí cogerlo como lectura voluntaria en francés. Yo leo para disfrutar, no por obligación, y si me dejan elegir ... elijo (jejeje). Y no me defraudó. Fue simplemente GENIAL. Es el mejor libro que he leído de este autor.

En fin ... que parece que tengo buen olfato para elegir. Me alegro (jejeje).
La noticia la podéis ver en diversas ediciones digitales de prensa: en la de El País.com, ABC.com, entre otras muchas.

Desde este prescindible blog te envío mis felicitaciones más sinceras, Amin.

lunes, 7 de junio de 2010

7ª prueba liga LACV de Orientación en Cofrentes

El domingo 6 de junio 2010 se disputó en Cofrentes (Valencia), en el entorno del Balneario de Hervideros, la 7ª prueba puntuable para la liga autonómica de la Comunitat Valenciana de Orientación 2010. Esta prueba la organiza el club Valencia-O y se corresponde con la final de los XXVIII Jocs Esportius de la CV.

Del equipo UPV-O nos apuntamos un total de 10 corredores, aunque al final tenemos que contar con varias bajas a última hora, entre otras la de Emili, que alega un virus intestinal. Espero que no fuera nada.
He quedado con Sergio y Montse en Bétera, desde donde iremos en un coche.
Voy contento, aunque algo me dice que el día no saldrá bien. Los jocosos comentarios en el foro sobre el "pincho amarillo" de Cofrentes (aliaga, supongo) y de gente que juró no volver a correr por aquí, me han puesto en alerta y sospecho que esta carrera no será nada fácil.

Al llegar a Cofrentes nos llevamos el primer susto del día.
Resulta que la carretera está llena de coches de rally, que ocupan ambos arcenes en improvisados boxes. Es una carrera oficial (III Subida a Cofrentes) que tiene la salida en la misma entrada al Balneario de Hervideros.
No vemos señales de la carrera de orientación y nos toca preguntar a un guardia civil. Éste nos mira atónito ("¿ein? ¿orientación? ¿lo qué?") y con toda la flema del mundo nos dice que no tiene ni idea y que vayamos carretera arriba, hacia Casas de Ves (Albacete).
Siguiendo las indicaciones, pronto nos damos cuenta que los márgenes y taludes de la carretera están llenos de gente con cámaras fotográficas y parasoles y que es cuestión de minutos que la carretera quede cerrada al tráfico para la prueba de rally.
Entonces se me enciende la bombillita (es halógena y a veces le cuesta un poco, sobre todo con la somnolencia matinal) y me parece recordar que la carrera era en el mismo balneario.
Rápidamente damos la vuelta y desandamos el kilómetro escaso que hemos recorrido. Por poco no la pifiamos. Me he visto por minutos en la desagradable situación de Granada (puf).
En cuanto entramos en dirección al balneario, encontramos las primeras señales. Esto ya es otra cosa.

El segundo susto del día nos lo llevamos después de cambiarnos y cuando me dirijo a la salida. En los horarios publicados la víspera, pude leer que la salida la tenía a las 10:31. Teóricamente soy el primero de los 3. Sin embargo, al llegar a la zona de presalida, todo tranquilo y con casi 20 minutos de adelanto, me encuentro que me han cambiado la hora ... y que tenía que haber salido a las 9:35. Pero ¿esto qué es?.
Directamente, me dirijo a uno de los organizadores, y antes de darle ninguna explicación, me indica que mucha gente está igual y me busca un hueco. Será a las 10:43. Menos mal que he encontrado una persona razonable y que reconoce el error.
Caliento y me preparo para la salida. Estoy algo nervioso, pero pronto empiezo a concentrarme. Quiero hacer una buena carrera, para variar.
No hace demasiado calor y el cielo está nublado. Incluso hemos podido oir algún trueno lejano.

Son 4,8 km, con +270 m de desnivel y 19 controles en categoría H35.
El terreno es típicamente mediterráneo, con un relieve muy abrupto e irregular, con mucho detalle, de laderas con profundas cárcavas y mucha pendiente. No es fácil de memorizar el terreno y necesito consultar constantemente el mapa. Suelo yesoso, sin muchas piedras, pero muy blando y erosionable. Menos mal que no estaba mojado. Aún así, se pierde mucho agarre. La densa vegetación que cubre el suelo resulta especialmente pinchuda, compacta, leñosa y desagradable para correr. Es lo peor del día.
Esta carrera prometía ser muy técnica y complicada. Y he vuelto a fastidiarla.
Termino en 2:08:15, haciendo 8,86 km y +625 m, agotado y reventado.
He terminado el 14º de 36, a 49 minutos y pico del primero.
Muchos participantes han sido descalificados o han abandonado a mitad de prueba. A mí también me han entrado ganas de abandonar, por primera vez. Pero sigo teniendo más moral que el alcoyano. Es mi sino, supongo.
A continuación, la crónica del desastre y el plano.

Los primeros 4 controles voy contento y a buen ritmo. Como véis en el plano de aquí al lado, las voy clavando una a una. ¡Genial!.
Pero pronto se acabará esta sensación de felicidad y comprobaré que esta carrera, como tantas otras, va a ser un desastre.
Tres errores fatales me hacen perder demasiado tiempo.
El primer error catastrófico es en la elección de ruta entre el control 4 y 5, donde pierdo más de 27 minutos. En un primer intento, me tiro ladera abajo para cruzar una rambla que pintan en un verde oscuro por el sitio que parece más lógico. Pero al llegar junto al cauce compruebo con desánimo que el verde oscuro que han utilizado en el mapa todavía es demasiado claro, ya que no hace justicia a la densidad y espesura de la vegetación que me encuentro. No puedo pasarla, a pesar de los intentos. Es casi infranqueable. Además, lleva agua a tramos y me encuentro un tarquín asqueroso, cubierto por cañas y zarzas, que hacen que avanzar sea una odisea.
Intento sortear la jungla un par de veces. En una de ellas resbalo y me caigo por primera vez. Me lleno de barro hasta el tobillo y casi pierdo una zapatilla. No quiero mirarme los arañazos. Todavía es pronto para eso.
Frustrado, miro el mapa y me intento tranquilizar. Habrá que optar por un plan B. Así que, me desvío hacia el este, ladera arriba, buscando el camino principal y otro paso más evidente. Luego me enteraré que algún participante encontró un paso en el barranco. Me hubiera encantado saber por dónde (grrr).
Encuentro el paso por la rambla en un punto que, además, está balizado. No deben haber demasiadas alternativas, pues. Un poco más adelante me equivoco de senda (otra vez) y me voy en la dirección que no toca (jajaja). Cuando llego a una línea eléctrica me doy cuenta del error e intento enmendarlo cambiando de dirección. La comprobación definitiva llega cuando me encuentro de morros con el control 6. ¡¡Pero si este no es el que toca!! (jajaja). Nueva carrera a lo loco hasta el 5, que pronto pico y vuelta atrás. Vaya forma tonta de perder el tiempo (grrr). Ahí tenéis los más de 27 minutos perdidos en esta baliza. Para olvidar (snif).

El segundo error garrafal llega entre las balizas 7 y 8. Al fondo de otra rambla tan densa o más que la primera, y cuyas márgenes se precipitan casi verticales hasta el cauce, me encuentro a Sergio dudando por el camino a seguir. Él está en un lado de la vegetación y yo en otro. Nos separa la jungla, con sus charlies, que nos esperan emboscados. A veces, pierdo de vista a Sergio, pero puedo seguirlo con el oído, mientras rompe cañas o se queja de los pinchazos. Vamos al mismo sitio, pero no sabemos por dónde atacarlo (... y pensar que pasé por al lado y no lo ví ... jajaja).
Tras dar vueltas tontamente, caerme varias veces y clavarme todo tipo de plantas pinchudas, consigo cruzar la rambla para tener que volver atrás. Pero ... ¿para qué habré cruzado?. Si no hacía falta. Vuelvo atrás cuando veo a Sergio al otro lado. Pico el control 8 con más de 15 minutos de retraso (puf).

Navegación hasta el control 9, que consigo alcanzar sin demasiados problemas. Estoy ya medio cocido, acelerado y cansado. Llevo 75 minutos de carrera y lucha con la vegetación y empiezo a notar el calor.
Tan mal debía ir, que pego un vistazo rápido al mapa en el control 9 para elegir ruta al 10 ... y me voy en dirección al 12 (ayysss ... peixet, peixet). Lo pico todo feliz y miro con desconfianza que la descripción no coincide con lo que yo recordaba. Pronto me doy cuenta que estoy en el control 12 y que me he confundido con tantas líneas en el mapa. Me toca volver atrás. Será mi tercer y definitivo error, pero al menos, no me descalifican por error en tarjeta (jejeje).

El resto de la carrera es para olvidar, aunque ya no resulta tan desastrosa. Me veo todo el rato acompañado por los mismos corredores que, como siempre, corren algo más que yo, pero que me buscan para picar el control o para comprobar que van bien. ¿Esa no era la definición literal de un follower? (jajaja).
Uno de ellos, ya con la confianza que dan varios controles navegados "en proximidad" y una cierta charla distendida, me pregunta con cierta sorna "¿todas las pruebas en Valencia son iguales?". Me entra la risa y le confirmo sus sospechas. Pero esta es la peor de todas, un verdadero INFIERNO VERDE. Menudo terreno más complicado (puf).

En meta necesito parar un rato para respirar y bajar pulsaciones. He acabado muy mal. Más de dos horas (puf, puf). Creo que es la carrera más larga de orientación que he tenido que hacer y lo peor ha sido el terreno, que tampoco permitía correr. Sólo sobrevivir a la vegetación y a los charlies.
Ahora ya entiendo aquello del "pincho amarillo": tengo las piernas completamente laceradas, llenas de pinchas. Las aliagas no tenía flor (no son amarillas ya), pero pinchan igual. Además, me he caído 7 veces, sin más consecuencias. Tengo un par de bultos en las piernas por contusiones diversas. He roto un poco más las zapatillas y la ropa está arañada, rasgada y llena de barro, sudor y roña.
Aún así, una vez he recuperado el aliento, he conseguido disfrutar de la situación y reirme un buen rato con mis muchos despistes (jajaja).
En frío, el mapa siempre parece más amable y menos complicado de lo que es (jejeje).
En el fondo, me encantaría repetirla, para reirme de mi propia sombra. Pero eso será otro año, ¿vale? (jajaja).
Os dejo el mapa escaneado con el itineario que hecho, según el GPS. Una joya para enmarcar (jajaja).
Como novedad (sarcasmo) no hay fotos. Últimamente es lo que hay ... (so sorry).

domingo, 6 de junio de 2010

Barranco de Bercolón. Al fin.

Pues sí ... al fin lo he hecho completo. Otra espinita que me quito. ¡Y menuda espinita! (jajaja). Y es que la relación con este barranco ha sido durante años un tanto "especial".

Me explicaré. El primer contacto que tuve con él fue en 1995, cuando tuve conocimiento de su existencia. Un compañero de trabajo me comentaba, no sin cierto estupor, que algunos "locos" bajaban este barranco acuático con cuerdas y otros artilugios. Ahí empezó mi curiosidad.
Infinidad de veces he subido por la pista que sale desde Zagra hacia Bercolón, siempre próxima al barranco, y que lo acaba por cruzar dos veces. Y otras muchas lo he cruzado en su cabecera, yendo y viniendo con el coche entre Aras y Sinarcas. Puf ... no podría decir el número de veces (jejeje).
La única vez que lo exploré un poco "a fondo" fue con un grupo de amiguetes allá por verano del 1997, sin material ninguno, e hicimos el trozo de unos 1000 metros entre rápeles, que sale al pie de la impresionante cascada de 28 metros y cruza el camino. Un tramo sin dificultades y una bonita cascada a la que se accede desde el camino, siguiendo aguas arriba el curso del río y pasando unas "escaleras" de piedra. El paraje es idílico.
Pero NUNCA, repito NUNCA, lo había bajado completo.
Y lo tenía pendiente, claro. Tan cerca y tan lejos.

Aprovechando un sábado "libre" y contando con la carrera de mañana domingo, que me obliga a evitar grandes excesos, me he vuelto a juntar con Marzo y su gente para hacer un barranco y nuevamente ha sido un éxito. Me encanta que las cosas salgan bien y compartir los buenos momentos.

Hemos quedado a las 8:15 en Chelva, Pilar, Salva, Paco, César, Marzo y Mario. Cada cual venía de donde podía y volvería a su antojo. Así que me he levantado a las 6:30 ... ¡y a Chelva se ha dicho!.
A eso de las 9:20 llegamos a Zagra y aparcamos al pie de la desembocadura del barranco en el río Turia. Preparación de material y reparto de mochilas. Lleva bastante agua. Eso es bueno. Vamos a divertirnos (jejeje).
Hay que subir por el camino que va hacia las casas de Bercolón durante casi 75 minutos. Hace algo de calor y me impongo buen ritmillo de subida. Pronto me endosan (para variar) el plano para poder llegar a la cabecera, que no tiene ninguna dificultad.
Llegamos a eso de las 11 y algo a la cabecera, donde nos espera, debajo de una gran losa de piedra, una poza con un salto de 6 metros de altura que Marzo se encarga de destrepar por un lateral para comprobar que hay suficiente profundidad. Hay un caudal más que decente y el agua no está demasiado fría. Llevo un neopreno de 6,5 mm que pesa mucho y que espero que merezca la pena haberlo cargado hasta aquí.
Almuerzo en el barranco, cervezas frías incluidas, y ... ¡empezamos!.

En la imagen lateral, podéis ver el croquis del barranco de Bercolón, que suele ser acuático, salvo prolongados períodos de sequía. Hoy tendremos agua asegurada. Más información del barranco aquí y aquí.

Algunos de mis compañeros son expertos espeleólogos, que hacen ocasionalmente barranquismo, y es curioso ver que las técnicas que utilizan para asegurar cambian ligeramente con las de barrancos. En general, son más cuidadosas con las cuerdas y más complejas. Me llaman mucho la atención y disfruto con lo que me cuentan. Tienen muchos años de experiencia y eso se nota (jejeje).
El barranco tiene 10 rápeles, alguno un poco técnico, y todos acuáticos.
El primero (6 m) y el segundo (3 m) los hemos sorteado saltando a la poza directamente. No hacía falta instalar.
El tercero (11 m) es un poco técnico, ya que hay que aproximarse en pasarela, con los pies a ratos en el agua, y con una roca pulida y mojada que resbalaba bastante. Como además era el primer rápel del día, se ha producido un momento "all-bran", pero breve. He pedido que no me ayudaran y al final, he conseguido salir yo solo del entuerto, siempre bajo la atenta mirada de Marzo. Al descender, había un trozo en volado que lo he disfrutado y ... ¡prueba superada!.
El cuarto rápel (20 m) se instala en un árbol a la derecha y el acceso se hace asomándonos al cortado, que es vertical. Me ha impresionado un poco, pero pronto estaba bajando como si nada (jejeje).
El quinto (15 m), sexto (6 m) y séptimo (28 m) son muy chulos. Están en una zona encajonada, donde hay pocas repisas en seco y muchos ratos esperábamos mientras se instalaba, dentro del agua, donde se estaba mejor, ya que hacía menos calor (jejeje).
El rápel de 28 metros (el más largo) es en su mayor parte aéreo y las vistas desde abajo son una preciosidad. Lo he disfrutado mucho. Mientras bajaba, el cachondo de Marzo ha retenido toda el agua en cabecera con el cuerpo y me la ha soltado, a modo "catarata" (jajaja). Todo esto en volado a más de 20 metros del suelo. Me he reído un buen rato, aunque me ha pillado de sorpresa el golpe de agua. Menudo subidón de adrenalina (puf).
Los últimos rápeles son también muy bonitos, pero prefiero estos tres anteriores. Quizá el noveno, que es el que da acceso a la cueva, sea destacable por la belleza del lugar, con una gran piedra encajada en el barranco, que forma una "cueva", donde el sol no entra en todo el día. El sitio es muy bonito, pero el rápel carece de dificultad. Es un paseo, aunque he tenido un momento de guarrazo contra la pared, cuando me he ido de lateral. Me faltaba apoyo en la pared y he juntado los pies ... ayyysss ... error de novatillo (jejeje).

Hemos terminado a eso de las 16:00 y me los he llevado a comer a la antigua piscifactoría de La Tosquilla (Titaguas).
Retirada a Tuéjar
a eso de 17:30, donde he coincidido con Mikel, con el que me he bajado a Chelva.
Mis compañeros se van a hacer el barranco de Casas Blancas, que es seco, que se lo han programado para esta tarde. Pero este ya me parece excesivo por hoy, pensando en la carrera de mañana. Lo dejamos para otro día, ¿vale? (jejeje).

En resumen: me lo he pasado como hacía años. Mejor que un gorrino revolcándose en un charco de barro. Seguro.
Gracias a la paciencia y a la ayuda de mis compañeros/as, y a su buen hacer, he podido aprender muchas cosas y técnicas nuevas. Algunas nunca hubiera imaginado que llegaría a hacerlas y menos a controlarlas con tanta rapidez y facilidad.
Y lo mejor ... cada vez me impresionan menos las alturas, llegando al punto que me bajo los rápeles sin pensar cuánto tienen de caída a plomo, aunque al principio siempre me tiemble todo. Sólo pienso en bajar como sé que debo hacerlo. Con la mente en blanco, disfrutando del momento y de lo que estoy haciendo, porque sé que va a salir BIEN. Siempre con la máxima seguridad y máxima concentración.
¡Ah! ... y, por supuesto, lo mejor son los barrancos acuáticos, aunque el barranco del Lobo me encantó. Pero, sobre todo, me gustan si además de agua, tienen algún volado. Ahí no hay pared que moleste (jajaja).

Gracias ... ha sido un día genial. Espero que repitamos pronto.

(Nuevamente, cuando Marzo me pase las fotos, os las colgaré. Mientras tanto, haced como yo: paciencia y respirad profundamente (ooommmm)).

miércoles, 2 de junio de 2010

¡Muera la inteligencia!. ¡Viva el nepotismo!.

Reconozco que estoy parafraseando el famoso incidente que D. Miguel de Unamuno, entonces rector de la Universidad de Salamanca, tuvo con el general José Millán-Astray el 12 de octubre de 1936, aunque en vez del "¡Viva la muerte!", que es una de las consignas de la Legión, de la que el citado general fue fundador, y que me he permitido modificar ligeramente para darle una versión más "actual".

Quizá alguno de mis queridos lectores (seguro que pocos/as) precise de la definición de nepotismo, que puede encontrarse en alguno de los medios habituales. (Wikipedia: El nepotismo es la preferencia que tienen algunos gobernantes o funcionarios públicos para dar empleos públicos a familiares o amigos sin tomar en cuenta la competencia de los mismos para la labor, sino su lealtad o alianza).
Lo que más me gusta es el enfoque relacionado con el darwinismo social negativo que se le suele poner, próxima a una "involución social". Supongo que no debe ser tan habitual en la Europa civilizada como lo es en nuestros queridos países mediterráneos y latinos. Ni lo debería ser en una sociedad crítica, educada y, por tanto, utópica.

Pero no me quiero alejar de lo que os iba a comentar.

Hoy me han pasado un artículo de Arturo Pérez Reverte que ya conocía, publicado en la revista XL Semanal y fechado hace ya un año (junio 2009). Sin embargo, es tan vigente ahora como lo era entonces.
Lamentablemente, me he tenido que solidarizar otra vez con él: tenemos la clase política que merecemos. La que nos hemos impuesto desde hace años. La del nepotismo y el braguetazo. La de la especulación y la farándula.

Este articulo ha coincidido con una serie de preguntas que vengo recibiendo por teléfono estos días previos al verano. Parece que este año todo el mundo anda algo "preocupado" con los dichosos incendios forestales y aprovechan cualquier circunstancia para hacer preguntas inverosímiles.
Es normal: se acerca la época más dura de incendios y hay quien empieza a recordar que existen estos sucesos en verano. El resto del año parecen no estar tan presentes, tan "de moda". No son tan mediáticos. Pronto empezarán a aparecer en grandes titulares, en las noticias, como todos los años, con sus accidentes, sus impactantes imágenes, sus relatos, sus víctimas, sus muertos ...
Como todos los años.
Dentro de las muchas consultas y cuestiones que puedo recibir semanalmente, algunas no tienen desperdicio. Un día tengo que hacer un anecdotario.
Pero lo que vengo de hace un tiempo observando es que las preguntas más absurdas no suelen venir del ciudadano de a pie. Éste, sumiso hasta lo insensato, suele admitir con resignado talante unas normas que la sociedad a través de sus políticos se va imponiendo. A veces, las más, sin ningún criterio técnico.
La pregunta que ha desatado este artículo la he recibido esta mañana y ha sido para enmarcar. Me ha dejado atónito durante varias horas. Procedía de un ayuntamiento, cuyo nombre no citaré porque me da vergüenza ajena, de una de esas personas que el alcalde de turno pone de concejal porque probablemente no valga para otra cosa y así se asegura algún voto en un pleno complicado. No deja de ser, por definición, una forma de nepotismo.
No sólo la forma de formular la cuestión, directa, insultante, sin permitir centrar la respuesta e intentando manipular una y otra vez lo que le estaba diciendo a su favor, sino el tono, las formas e incluso no querer entender las cosas cómo son, me ha hecho llegar a la conclusión que la carrera de político tendría que ser una profesión. O casi. Al menos, no habría que estar explicándole a un mindundi a toda hora cosas simples, básicas, de la administración pública. Quizá así, no seríamos tan críticos con la clase política, que estaría al servicio de los ciudadanos y no al revés.
Reconozco que es una utopía.

Vuelvo a repetir el razonamiento del principio: tenemos la clase política que merecemos.
Y así, sumido en mis pensamientos, es cuando me ha venido a la mente la frase que el general Millán Astray le espetara a Unamuno: "Muera la inteligencia. ¡Viva la muerte!". Eso dice, al menos, la leyenda.

Os voy a insertar dicha leyenda, suceso, mito o cuento, tal cual aparece en la wikipedia, aunque he encontrado un par de versiones distintas. Es una anécdota que me encanta de nuestro último enfrentamiento civil armado (uno de tantos): la guerra de 1936-39.
Espero que os guste.

Enfrentamiento entre Unamuno y el general Millán-Astray
Es célebre el altercado que mantuvo el general Millán-Astray con Miguel de Unamuno el 12 de octubre de 1936 en el paraninfo de la Universidad de Salamanca, al que habían asistido diversas personalidades franquistas con motivo de la celebración de la Fiesta de la Raza (lo que hoy es el Día de la Hispanidad, el aniversario del descubrimiento de América): el obispo de Salamanca, Enrique Plá y Deniel, el gobernador civil, Carmen Polo Martínez-Valdés (esposa de Francisco Franco) y el propio Millán-Astray.
Lo que sucedió, según cuenta en su magna obra La guerra civil española el hispanista inglés Hugh Thomas, es lo siguiente: el profesor Francisco Maldonado, tras las formalidades iniciales y un apasionado discurso de José María Pemán, pronuncia un discurso en que ataca violentamente a Cataluña y al País Vasco, calificando a estas regiones como "cánceres en el cuerpo de la nación. El fascismo, que es el sanador de España, sabrá como exterminarlas, cortando en la carne viva, como un decidido cirujano libre de falsos sentimentalismos. "

Alguien grita entonces, desde algún lugar del paraninfo, el famoso lema "¡Viva la muerte!". Millán-Astray responde con los gritos con que habitualmente se excitaba al pueblo:

- "¡España ..."; "... una!", responden los asistentes, entre el barullo del auditorio, mientras se oyen de fondo consignas carlistas.
- "¡España ...", vuelve a exclamar Millán-Astray; "... grande!", replica el auditorio.
- "¡España ...", finaliza el general; "... libre!", concluyen los congregados.

Después, un grupo de falangistas ataviados con la camisa azul de la Falange hacen el saludo fascista, brazo derecho en alto, al retrato de Francisco Franco que colgaba en la pared. Se intenta así enmendar el incidente aunando esfuerzos de hermandad y moral (algo quebrada por el incidente) al unísono.

Miguel de Unamuno, que presidía la mesa, se levanta lentamente y dice:
- "Estáis esperando mis palabras. Me conocéis bien, y sabéis que soy incapaz de permanecer en silencio. A veces, quedarse callado equivale a mentir, porque el silencio puede ser interpretado como aquiescencia. Quiero hacer algunos comentarios al discurso -por llamarlo de algún modo- del profesor Maldonado, que se encuentra entre nosotros. Dejaré de lado la ofensa personal que supone su repentina explosión contra vascos y catalanes. Yo mismo, como sabéis, nací en Bilbao. El obispo , dice Unamuno señalando al arzobispo de Salamanca-, lo quiera o no lo quiera, es catalán, nacido en Barcelona.
Pero ahora acabo de oír el necrófilo e insensato grito "¡Viva la muerte!" y yo, que he pasado mi vida componiendo paradojas que excitaban la ira de algunos que no las comprendían he de deciros, como experto en la materia, que esta ridícula paradoja me parece repelente. El general Millán-Astray es un inválido. No es preciso que digamos esto con un tono más bajo. Es un inválido de guerra. También lo fue Cervantes. Pero desgraciadamente en España hay actualmente demasiados mutilados. Y, si Dios no nos ayuda, pronto habrá muchísimos más. Me atormenta el pensar que el general Millán-Astray pudiera dictar las normas de la psicología de la masa. Un mutilado que carezca de la grandeza espiritual de Cervantes, es de esperar que encuentre un terrible alivio viendo cómo se multiplican los mutilados a su alrededor.
"

En ese momento Millán-Astray exclama irritado "Muera la intelectualidad traidora" "Viva la muerte" aunque por el gran alboroto del público no se percibió esa frase, que fue solo oída por la gente que estaba más cerca del general, naciendo así la leyenda de que realmente dijo:"¡Muera la inteligencia! ¡Viva la muerte!"(leyenda que nace de las declaraciones de Serrano Suñer el cual no se encontraba en la universidad), aclamado por los asistentes. El escritor José María Pemán, en un intento de calmar los ánimos, aclara:

- "¡No! ¡Viva la inteligencia! ¡Mueran los malos intelectuales!".

Miguel de Unamuno, sin amedrentarse, continúa:
- "Éste es el templo de la inteligencia, y yo soy su sumo sacerdote. Estáis profanando su sagrado recinto. Venceréis, porque tenéis sobrada fuerza bruta. Pero no convenceréis. Para convencer hay que persuadir, y para persuadir necesitaréis algo que os falta: razón y derecho en la lucha. Me parece inútil el pediros que penséis en España. He dicho."

A continuación, con el público asistente encolerizado contra Unamuno y lanzándole todo tipo de insultos, algunos oficiales echaron mano de las pistolas... pero se libró gracias a la intervención de Carmen Polo de Franco, quien agarrándose a su brazo lo acompañó hasta su domicilio.
(...)

D. Miguel de Unamuno falleció el 31 de diciembre de 1936. Quizá del disgusto. ¿Quién sabe?.


La versión original de wikipedia está aquí. He encontrado otra versión aquí. Seguro que hay más circulando por internet.

Pero la conclusión que saco, es que la inteligencia sigue sin ser un valor en alza, sino más bien lo contrario. Así como en su momento se impuso la fuerza, ahora se impone la mezquindad, prima la mediocridad y el nepotismo, en sus múltiples facetas, entre otros lindezas peyorativas que me vienen a la cabeza.
Quizá sea un poco culpa de todos. Seguro que yo también he tenido mi parte.

Espero que lo hayáis disfrutado.

martes, 1 de junio de 2010

Barranco del Lobo.

El sábado 29 de mayo, nos fuimos Pilar, Carmen, Toni, Marzo y Mario a hacer el Barranco del Lobo, en Cirat (Castellón).
Tras mucho meditar, nuevamente tuve que desistir de irme a Pirineos con César a hacer montaña. La nieve está ya muy mala y hay que esperar a que purgue todo lo "gordo" que hay en las laderas. ¡Qué mono de nieve tengo ya!. Así que había que buscar una alternativa rápida. Nueva improvisación.

Afortunadamente, Marzo siempre está urdiendo nuevas salidas y exploraciones y me comentó de esta "sesión de prácticas". La verdad es que no hacemos más que querer quedar juntos y no hay manera. Como cada cual ha decidido actividades tan distintas como la orientación y el barranquismo, se hace complicado.
Tras dudar un poco, le dije que me iría con él y nos juntamos este sábado para ir al Barranco del Lobo, que es un clásico como barranco de iniciación.
Esta zona la conozco muy poco y la carretera que sube desde Onda a Montanejos creo que es la primera vez que la subo. El paisaje es muy bonito y las montañas rebosan de pinos, peñones y riscos por todos lados. El día ha salido soleado, pero no hace calor. Los de la VTF tendrán suerte, al final.

Es un barranco completamente equipado con parabolts, anillas e incluso cadenas en las zonas de destrepe. Marzo quería practicar instalaciones (una y otra vez) y probar nuevo material, aprovechando que algunos compañeros vienen de espeleología.
Sin entrar en demasiados detalles, comentar que el barranco es seco y que no disponía de más caudal que alguna pequeña surgencia en un par de paredes, lo que suponía presencia de resbaladizo verdín.
Hay 8 rápeles y una pasarela. El rápel más largo es de 16 metros, que aparte de técnico y del guarrazo que me pegué contra la pared, casi al final, no me resultó nada complicado. Me impresionó algo más uno de 9 metros (R5), totalmente vertical, al que había que acceder desde arriba, descolgándose para poderse anclar. Ahí tuve un momento "All-Bran" ... pero breve. Luego, viendo las fotos o a los compis bajar, me parecía una chorrada, pero ese momento de hiperventilación ... uf, uf, uf (jejeje).
Para alcanzar la salida, después del último rápel, había algunos destrepes interesantes, sin mayores dificultades que las dichosas zarzas, que lo inundan todo.
En la salida, hay que atravesar una zona de cauce completamente llena de cañas y zarzas que parece que alguien ha limpiado esta primavera, pero en la que resulta muy penoso avanzar. Afortunadamente, estoy acostumbrado al monte de Buñol, con sus espléndidas coscojas y aliagas, que tantos días me han acompañado, y ya nada me parece impenetrable para mis laceradas piernas.
Como la actividad estaba prevista para "experimentar con el material" y practicar, nos lo tomamos con muuuuucha calma. Demasiada quizá. Así que salíamos en dirección a casa a las 21:45, más o menos. Unas 10 horas y pico de barranco. Claro ... tanto practicar ... menos mal que era de los cortos. Sólo nos faltó volver a subir lo bajado (jajaja).

Por cierto, este barranco no tiene mosquitos, ¡sino elefantes!. Y yo pensando en alguna poza, que podría tener agua, me puse un bañador ... ayysss ... animalicoooo. Dí de cenar a un montón de insaciables insectos. Debo estar muy apetitoso, además de tontorrón (jajaja).
¡Ah! y en Cirat, como en Buñol ... ¡tambien hay garrapatas! ... y son de cariñosaaaas ... (jajaja).

En definitiva, chic@s: ha sido un día casi perfecto y me ha encantado disfrutar de vuestra compañía. Gracias por todo. Sois geniales.
Otro día, MÁS, y tranquilos ... que sííííííí, ... que volverééééé, ... en seriooo, ... que lo he pasado bieeeenn, ... que seguroooo ... (jajaja). (¡Qué paciencia tengo/tienen que tener a veces!)
NOTA: a la próxima la ensalada que me lleve será todavía más grande, así os acostumbro, no os asustáis cuando la veáis y la compartimos tod@s, ¿vale? ;)

Post edición: cuando me pasen las fotos (Marzooooo, las fotoooos), os pondré el enlace.