A veces no sabemos lo que tenemos hasta que lo perdemos. Es una frase muy manida, pero por ello no menos cierta. Hoy he estado a punto de perder por culpa de un tercero lo que más quiero: mi propia vida. Puedo decir que he vuelto a nacer.
Tras la gratificante experiencia de colaborar en la señalización del GR-10 Xtrem con la gente del club CxM,en el tramo entre Tristany y Gátova de esta mañana, me he acercado a Chelva esta tarde para la reunión de Junta General, Cena de Navidad y Belén Montañero del Centro Excursionista de Chelva.
A eso de las 19:35 circulaba por la carretera CV-35 por el término de Villar del Arzobispo, a la altura de la fábrica cerámica cuando he visto que el vehículo que venía de frente invadía lenta pero progresivamente el carril por el que yo circulaba. En este tramo hay dos carriles, uno para cada sentido, separados por una línea contínua. Yo circulaba a 100 km/h, más o menos, pero al ver al otro vehículo, he levantado el pie y rápidamente he pisado el freno. A pesar de ser de noche, me ha parecido que, por los faros y el tamaño, debía tratarse de un monovolumen, tipo Renault Scénic o similar.
Este coche no ha frenado ni redirigido su ruta y se ha venido contra el mío a una velocidad que debía ser próxima a los 80 km/h. A pesar del pánico que me ha entrado, he tenido los reflejos suficientes como para dar un fuerte frenazo y un brusco volantazo a la derecha, lo cual me ha permitido invadir el arcén y pasar a un par de centrímetros de la bionda de la carretera, esquivando el coche que venía de frente, que ya ocupaba más de la mitad de mi carril y que debe haber pasado rozando la parte trasera de mi coche.
Tras el susto, que me podía haber costado la vida, he podido hacer sonar el claxon y he proferido un brutal "¡¡Hijo de P..., Cabr...!!", que me ha dejado la garganta algo irritada.
Mi coche lo tenía ahora a unos 20 km/h y dentro del arcén. Me he llevado las manos a la cabeza, he golpeado varias veces con rabia el volante y me he acordado de la familia y allegados del otro conductor. Todo ello en poco más de 3 segundos. He mirado al frente y he visto que dos coches que venían de frente se habían parado en el arcén, señalizando con los intermitentes de emergencia, así como el vehículo que venía detrás mío. Está claro que se esperaban un accidente monumental, porque lo han visto venir, deteniendo su marcha, y del que me he librado por muy poquito.
El conductor del otro vehículo se habrá dormido o estaría jugando con el teléfono o el tabaco. A saber. La cuestión es que se debe haber espabilado, se ha incorporado a su carril y ha desaparecido dirección Casinos. No se ha parado. Y yo no iba a girar para perseguirlo. ¿Para qué?. Mal rayo le parta.
Y ahora ... ¿he vuelto a nacer o no?. Yo creo que casi que SI. Esta vez me he librado de una buena por muy poco.
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