miércoles, 16 de diciembre de 2009

Comida de Navidad. Nieve en La Caserna (Buñol).

Hacía tiempo que no nos juntábamos a comer los compañeros del trabajo. Supongo que tenemos demasiado trabajo últimamente.
Aprovechando la excusa de las Navidades, que asoman a la vuelta de la esquina, hemos decidido organizarnos un pequeño homenaje para celebrarlo. En nuestro honor y con nuestra propia compañía.
Y excepto algunas honrosas excepciones, hemos ido todos a la comida. Unos 20.
El punto de reunión en La Caserna, en Buñol. El suelo estaba cubierto de nieve helada y barro. Mucho barro helado. La chimenea, cargada a tope, ha ayudado a caldear el ambiente.

El cocinero esta vez ha sido Javi. Yo le he hecho de improvisado pinche, junto con Lola, Jesús y Tomás. Pero el chico se lo ha currado todo él solito.
De primero un pulpito a feira de unos 10 kg, que lo ha conseguido por un precio de chiste en Mercavalencia y que nos ha salido de vicio.
De segundo un arroz caldoso de marisco, para el que previamente había preparado unos 10 litros de caldo de pescado, hirviendo todo lo que tenía a mano. A pesar de la cantidad, al meterle 3 kg de arroz y sus 20 minutos de cocción, se ha quedado seco. Hemos tenido alguna discrepancia al respecto antes y después de hacerlo, pero está claro que el cocinero era él, que quería experimentar y que el resultado ha sido más que satisfactorio, que es lo que cuenta. Así que ... perfecto, Javi, pero esto no es "arroz caldoso" (jajaja).
Paco Zen nos ha traído 3 tipos distintos de all-i-oli. Uno de ellos tiraba de espaldas. Parecía un paté de lo duro que estaba. Y con poderío, como a mí me gusta.

Antes de la hora de comer me he ido a dar una vuelta por el camino de Las Moratillas (Buñol). Estaba tan nevado, que no he podido llegar ni a la Fuente Umbría y me he tenido que volver con el coche en la umbría de Maricardete, bajo Cantacucos, no sin padecer algo por la falta de cadenas.
Hace un tiempo este camino lo hice en bicicleta desde la A3 hasta Mijares, pasando por Moratillas, y suelo pasar bastante por aquí, pero ahora no hay quien lo reconozca. Hoy había hielo por todos lados y más de 25 cm de nieve. En algunos rincones superaba los 35 cm. Esponjosa y hueca, como le corresponde a la nieve muy helada. Una preciosidad.
Viendo que por allí no se podía circular y que quedaba algo de tiempo hasta la hora de comer, nos hemos acercado a la base aérea de Siete Aguas. Es curioso ver un aeropuerto para las avionetas de incendios forestales ... ¡totalmente nevado!. Qué contraste. Encantador.

Os inserto algunas fotos, que creo que vale la pena el espectáculo. Veremos cuántos pinos quedan sanos de esta, que además mañana se esperan fuertes vientos de poniente.

3 comentarios:

  1. JOOOOOOO¡¡¡ QUE POTITO.

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  2. Gracias por el comentario y sí ... un lujo asiático.

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  3. Las fotos están bien, eres un exigente. Es por el tipo de luz que parecen un poco azuladas.

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