miércoles, 9 de diciembre de 2009

Esquiando en Andorra. 4 al 8 de diciembre 2009.

El invierno está a la vuelta de la esquina y nos empieza a regalar sus pequeños placeres. Este año la nieve ha venido con bastante retraso, asomando perezosamente, haciéndose de rogar. Como si no quisiera dejarse ver. Pero al final ha hecho acto de presencia.
Este fin de semana me he ido a esquiar a Soldeu, en Andorra, dentro del dominio de Grandvalira. Es la segunda vez que vengo por aquí, las dos en el mismo año. La primera, en enero, en Pas de la Casa y ahora en Soldeu. Casi 500 km desde la puerta de casa, pero que merece la pena recorrerlos por el resultado que se obtiene.

Como ya he comentado, la nieve se ha dejado ver a última hora, lo que ha permitido abrir la estación y poder estrenar la temporada. Con el alojamiento reservado desde primeros de noviembre, al principio de la semana teníamos todavia serias dudas de si podríamos esquiar o no, pero en los últimos días nos salvó una borrasca providencial.
El viernes 4, cuando llegamos a Andorra, nos comentaron que había estado nevando todo el día. Llevaba así 3 días seguidos.
Así, el sábado 5 por la mañana, en las pistas de Soldeu y El Tarter había entre 30 y 50 cm de espesor de nieve polvo y un 70% de pistas abiertas. Unas condiciones estupendas hasta que a las 15:30 de ese mismo día, con un sol de justicia y 15ºC, empezó a pasar a húmeda y primavera. Una pena.
El domingo 6 por la mañana nos nevó un poquito y las pistas más altas quedaron cubiertas por nubes bajas. El paisaje, cambiante y alternado con niebla, copos de nieve y claros de sol, con el fondo nevado de los Pirineos, resultó espectacular. Daba gusto parar un rato a respirar aire frío y disfrutar de tan magníficas vistas.
El resto de días, la temperatura no acompañó demasiado y el martes apenas quedaban 25 cm de nieve y muchas calvas de piedras y hierba. Esto hacía que resultara complicado (y peligroso) esquiar incluso en las pistas azules, ya que parecía más una pista de obstáculos que de esquí. Pero resultó divertido y nos reímos mucho.

El grupo esta vez lo han formado 11 personas: Raquel, Laura, Ángela, Bea, Cris, Miguel, Carlos, Alejandro, Massi, Vicente C y Mario. 9 metidos en un apartamento de 8 plazas, en una muestra de comunidad y convivencia que a veces se hizo algo complicada, pero que gracias al buen humor y las ganas que le poníamos todos, resultó muy agradable y divertida. Nos tocó organizarnos con un cuarto de baño, haciendo turnos con las comidas, las compras, repartiendo camas "al gusto", etc. Creo que nos hemos quedado todos con ganas de más. Así que tendremos que repetir pronto (jajaja).

Dicen que las cosas que haces en la vida siempre te vuelven en el mismo sentido. Es una especie de "justicia universal" o "ley de compensación", aplicable a todos los aspectos cotidianos. A pesar de mi total y convencido ateismo, quiero creer que, en cierta manera, la vida paga a cada cual con la moneda que merece. Recordad aquello del "quien siembra vientos, cosecha tempestades" o "cría cuervos ...".
En el fondo creo que es una forma inocente de evitar tomarse la justicia por nuestra mano y tener esperanza en que las buenas acciones pueden resultar más tarde o más temprano compensadas, al igual que las malas. Así, quien hace las cosas sin interés y de buena fe (con honradez y honestidad), antes o después resulta compensado. Y al revés, claro.
Pues bien, esta vez he tenido el placer de ver esa supuesta "compensación" en mis propias carnes. Y me ha encantado.
Contra todo pronóstico lógico, he hecho de improvisado monitor de esquí, acompañando y aconsejando a Ángela, Cris y Alejandro en sus titubeos. El control de la cuña, el giro, el equilibrio, el apoyo, la posición del cuerpo ... cosas básicas. De hecho, casi no recordaba cómo hacer la cuña y menos controlarla en el giro. Así que ya podéis imaginar cómo me apañaba con las clases (jajaja). Realmente les acompañaba por las pistas, más que enseñarles, dándoles seguridad, compañía y consejos puntuales. Y muchas risas, claro. ¡¡Qué cosas!!.
En el fondo, me ha hecho mucha gracia, porque hace apenas dos años me inicié en esto del esquí de una mano magistral que con toda la paciencia del mundo me enseñó a dar mis primeros pasos. Ahora me doy cuenta que tuvo más que Job y que "desaprovechó" varios días de esquí con la única compensación de verme progresar y de disfrutar de la compañía mútua.
Esta vez he tenido el gusto de hacerlo yo, sobretodo con Ángela, que me recordaba mucho a mis comienzos: mucho miedo en el telesilla por el vértigo, mucha inseguridad en las pendientes, pero muchas ganas de aprender. En el telesilla se me tenía que coger de la mano y todo aunque ... ¿no sería sólo una excusa? (jajaja).
La diferencia con mis inicios es que ella tenía una sonrisa permanente en la cara, que yo no supe/pude en su momento mostrar, porque estaba "cagado" de miedo y me enfadaba conmigo mismo una y otra vez. Una nueva muestra que las personas reaccionamos de formas muy diferentes ante a los mismos problemas, aunque el resultado final se pueda parecer en cierta manera. ¡Qué cosas!.

También he tenido el gusto de compartir bastante tiempo con Vicente C y conocerlo un poco más. Creo que nos vamos a llevar muy bien, ya que coincidimos en muchas cosas y es un buen compañero de viaje. Gracias, grandullón.
La sorpresa del viaje me la dió precisamente él, y es que resulta que Vicente C fue monitor de esquí hace años y me ha estado corrigiendo algunos vicios que todavía tengo (jejeje).
Con sus indicaciones he mejorado la posición, adelantando la pelvis y forzando algo más los cruádriceps, girando los hombros hacia la pendiente para dirigir mejor el peso. También he aprendido a marcar con los bastones el punto preciso donde quería girar. A bascular el peso en el giro. He mejorado el giro en paralelas, levantando el pie de ladera y evitando talonar con el esquí en cada giro, reservando esta técnica sólo para frenar en seco y no perder tanta velocidad. Y así otros muchos pequeños detalles.
Y en cuatro días sólo me he caído 3 veces. Siempre por la tarde, cuando la nieve estaba húmeda, dura y acumulada tras horas de sol y paso de esquiadores. Es cuando más peligrosa está. En una de las caídas, me fuí de morros hacia delante, a poca velocidad, clavando la cara en la nieve y quedando rebozado completamente de nieve húmeda. Parecía una croqueta. En otra me hice un pequeño derrame en la rodilla izquierda, la que peor tengo, pero sin mayores consecuencias que el correspondiente hematoma. Supongo que sería un golpe o un mal movimiento, aunque no lo sé seguro.

El martes 8 aprovechamos para ultimar unas compras en Andorra. Caprichos innecesarios de consumismo espontáneo y encargos de mi amigo José Luís, el as de la fotografía, que quería un objetivo macro tan específico que nos costó casi 2 horas encontrar la tienda que nos lo sirviera. Al menos espero que merezca la pena. Que sepas que me debes una buena foto.

Este fin de semana me he acordado mucho de Vicentet y de lo "pesado" que se ponía en enero, cuando pedía ir a esquiar a Soldeu y a El Tarter. Reconozco que aquellas pistas eran sencillitas, como la de Gall de Bosc o Esquirol, pero ahora que las he visto con más detalle, son un auténtico placer, ya que son largas y discurren entre un denso bosque de pinos en umbría. Para disfrutar del esquí y del paisaje sin estresarse. Creo que fuimos a veces algo injustos con el xiquet. Pero aquello ya es pasado. En el fondo, reconozco que le he echado de menos y así se lo dije el otro día. A ver si algún día volvemos a coincidir. Para mí sería un placer.

Volveré pronto. Ya estoy contando los días.

2 comentarios:

  1. Hola Mario ^^
    Soy Vicentet, y se que es una propuesta ligeramente apresurada biendo que vuelves de esquiar, peeeero sentia la necesidad de comentartelo: Estamos intentando montar una excursion a la nieve un grupo de amigos de mi escuela y necesitamos de la presencia de adultos responsables, bienen principalmente hermanos y hermanas mayores (dejando claro que a los padres no quieren ni verlos) y por el momento no somos muchos ni nada esta asegurado.
    Si sale algo claro me gustaria invitarte a venir, para mi seria una gran alegria volver a esquiar contigo. Te mantendre informado.

    Cordiales Saludos

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  2. Tin per segur que, si puc per les dates, seria un plaer per mi, però no depen únicament de que jo vulga, també hauries de contar amb ta mare perquè estiguera d'acord. Si et pareix bé, quan tingueu alguna cosa més clara, raonem. Crec que tens el meu telèfon. Si no, ta mare sí que el té.

    Molts besets i molta salut, perla.

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