domingo, 24 de enero de 2010

Caminando por La Murta (Alzira). Día accidentado.

Ayer sábado 23 de enero, me fui de nuevo con el Grupo de Montaña del Politécnico (GMP) a una ruta que tenían prevista por La Murta, siguiendo la divisoria de aguas del valle.
Todavía recuerdo que, hace ya casi un año, un 31 de enero, hice precisamente un recorrido parecido, bajo una lluvia muy abundante.
Esta vez la predicción resultaba igual de desalentadora, aunque la lluvia aguantó sin caer hasta mediodía y la ruta se hizo tolerable y muy bonita, entre las nubes bajas que pasaban desde el mar a toda velocidad. La visibilidad pobre, pero espectacular.
Este valle es un lugar que me encanta y es la tercera visita en menos de un año. En 2009 volví una vez más, con José Luís, aquel día de septiembre, de triste recuerdo, en el que vinimos a que me despejara cazando insectos con la cámara fotográfica junto al monasterio. Suspiraré.

El grupo lo hemos formado 21 personas. Algunos sin el nivel adecuado y otros sin la paciencia necesaria para esperarlos. Me ha tocado al final hacer de "niñera". Es lo malo de ir en grupo. Pero todos buena gente.
El itinerario de 12 km y +675 m de desnivel acumulado.
Mi idea era hacer la ruta y luego acercarme a l'Alcúdia para ayudar a José Luís con unos pinos que le tumbó el temporal de viento de la semana pasada.

En la subida desde la caseta de entrada a La Murta hasta el Pas del Pobre (338 m) el grupo ha empezado a separarse. He subido a un ritmo lento y casi no he podido ni sudar. Cada día estoy mejor de fondo. Eso es bueno.
Almuerzo breve con vistas a la Casella y nos ponemos en marcha hacia un puntal que se conoce como "les Orelles de l'Ase" (586 m), al que nunca había subido y que tiene una buena vista de la Serra de les Agulles hasta Tavernes de la Valldigna, aunque las condiciones del día, con tantas nubes bajas, le dan un aire todavía más distante y romántico al escarpado relieve de la sierra.

En este punto, una compañera de marcha se retrasaba en exceso y me vi en la obligación de esperarla junto con otra compañera, ya que el grupo siguió a su marcha sin esperar a nadie. A mí me parece bien no contar con quien no sepa, pero para eso, mejor decir que no vengan, ya que, si vienen, el responsable debe hacerse cargo de ellos. No un servidor.
Desde este puntal, nos dirigimos a la Creu del Cardenal (545 m) por la misma divisoria y desde allí mismo, envío a esta chica hacia el monasterio, por la pista que baja.

Ha empezado a chispear, pero unos 11 componentes del grupo se van a subir al Cavall Bernat y tengo unas ganas locas de subir, que estoy fresco, apenas he sudado y siempre que he venido, he tenido que abandonar la ascensión por la lluvia. Así que, siguiendo a distancia al grupo principal, enfilamos la otra compañera y yo la canal que sube al pico ... y arriba!!.
La subida por la canal es muy entretenida. Como ya la tenía prevista, me he traído las botas rígidas y se agarran a las piedras como lapas. Subo con velocidad y facilidad. Cuando miro hacia abajo, no tengo sensación de pendiente y espero a que la compañera me alcance. Es muy divertida esta subida.
Al llegar al Cavall Bernat (587 m) el grupo nos estaba esperando. Parecían preocupados. Les explico el motivo del retraso, debido a la chica que se había bajado en la Creu del Cardenal al monasterio, y nos ponemos en marcha hacia el Pla del Pouet. Las nubes cubren la cumbre con una densa niebla y ha empezado a llover un poco. Lo justo para mojar las piedras.
Le pido ayuda a otra compañera, para que me saque una foto en el vértice, como prueba de haber estado aquí.
Cuando nos ponemos en marcha, intentamos acelerar un poco, para coger al resto de personal.

El accidente
Sobre una losa de piedra, en algo de pendiente y mojada, noto que una pierna me resbala. Intento controlar el equilibrio y adelanto la otra pierna. En eso resbalo.
Caigo sobre el costado derecho, dándome un fuerte golpe en la cadera y el glúteo y parando parcialmente la caída con la mano.
Me quedo sin respiración y me duele todo. Me miro la mano y veo una mancha rosada, como una erosión, pero no le doy importancia. Me centro en el dolor de la pierna.
Al cabo de unos segundos empiezo a darme cuenta que me duele algo más que el costado, pero no lo identifico. Empiezo a reírme a lágrima viva, por culpa del dolor. La compañera se ha acercado y me mira, intentando ayudarme. Me pregunta y le digo, entre carcajadas, que me duele algo, pero no sé qué. Me vuelvo a mirar la mano y ahora sí que lo veo: tengo sangre en la palma de la mano derecha. Un gran hilo de sangre que me gotea hacia el lateral.
Con miedo a que me haya hecho un esguince en la muñeca o me la haya roto, me incorporo y me cojo la mano, que casi no puedo mover y me la miro. En la palma, en la base del pulgar, tengo un agujero donde me cabe un dedo de punta y asoma, entre la sangre, trozos del tejido interno. Maldición.
La sangre no para de salir y tengo que poner un par de kleenex sobre la herida, a falta de gasas, y presionar con fuerza. Últimamente, siempre llevo el mini-botiquín encima, pero casualmente hoy no me lo he traído. Precisamente hoy, que me hace falta a mí.
Me preocupa el dolor agudo, que creo que viene de la muñeca, por si me la he roto.
Conseguimos contactar por teléfono con el resto de la gente y vienen a buscarme. Se vuelcan en mí. Intentan ayudarme con mil y un detalles. Me siento arropado. Gracias por todo, sois geniales.
Pero con mi tenacidad innecesaria, me niego sistemáticamente a recibir ninguna ayuda. Todavía tengo las piernas y sólo es cuestión de no caer para no estropear más la mano. Demasiado autosuficiente y cabezón, supongo.
La bajada desde el Cavall Bernat al parking de entrada a la Murta, se me antoja eterna. Voy mareado, como si estuviera borracho, con un dolor intermitente en la mano que me resulta a veces insoportable. Tengo que detenerme cada vez que me duele y sentarme en cuclillas para vencer el mareo y las náuseas. Parece que ha dejado de sangrar, aunque llevo la mano hecha cisco, con sangre seca por todos lados.

En el Hospital
Fotos y despedida en el parking. El grupo que quería comer en un bar, decide por unanimidad, comer en el Hospital de La Ribera, hacia donde nos dirigimos. Gracias por acompañarme.
Entro con Mara en urgencias, donde me atienden con rapidez.
La cura es casi lo peor. Me limpian con suero la sangre. Se ve un corte limpio y profundo, de un centímetro y pico de largo. La enfermera me invita a tumbarme y me dice "açò et courà un poquet". Un porquet, diu. Me tira betadine dentro de la herida y siento un escozor tremendo en la mano. Me la tiene que sujetar, para que no la mueva. Nuevamente me entra la risa tonta, con un par de lágrimas rodándome por la cara. A carcajada limpia, le digo que sí, "que coïa una mica". Nos reímos.
Mara, armada con la cámara, quiere hacer fotos de todo. Y yo le facilito la faena. Somos algo morbosos, creo.
Viene el médico y comprueba que no hay daños en la muñeca, ni huesos rotos, aunque no me encarga una placa. ¿Y eso?. Me quedo un poco mosqueado, pero no quiero darle importancia. Me dice que 10 días de descanso. ¿Qué? ¿Por una minucia como esta? ¡¡Mecagontó!!.
Dudan entre darme 4 puntos o ponerme grapas.
Al final, me atizan 2 grapas metálicas. Sin anestesia, claro. En la segunda, entre carcajadas y alguna lagrimilla, le digo a la enfermera que se espere, que me deje descansar, que duele "un poquet", pero ya había acabado. Menos mal.
Me vendan todo el antebrazo y la mano. Supongo que para que no se infecte y no se abran los puntos. Puf.
Antitetánica en el brazo, aunque estaba vacunado ... y a casa.
La visita a urgencias más rápida que he tenido nunca. 18 minutos escasos.

Vuelta a casa después de comer con los compañeros en la cafetería del hospital. Son las 17:00.
Nos reímos un poco de la situación. Estoy muy mareado y todo me da vueltas. Como si estuviera bebido. Supongo que de la emoción, los nervios y el dolor. Un poco de todo.
Los pinos de José Luís tendrán que esperar a otra ocasión, si no se apaña al final con ellos. Con la ilusión que me hacía cortar un poco de leña ...

Ahora se me plantean algunas dudas que me van a afectar los planes de estos próximos días.
El domingo que viene supongo (y espero) que podré hacer la carrera que tenía prevista. Total, es un brazo y habré pasado la semana de reposo.
Por otro lado, supongo que me espera una semanita de baja, que así no puedo conducir (grrrr) ni escribir en el ordenador con una mano y un dedo de la derecha (jajaja).
Afortunadamente, como me han remarcado, voy a tener tiempo para documentar y planificar el viaje de marzo (eso espero) y al final voy a poder ir a la excursión del 6 y 7 de febrero, que no es poco.

Cosas que pasan. Siempre he dicho que soy "el Pupas", por lo que tengo que hacerme la idea. Creo que era Vicent Montagud quien decía que como soy tan grande, tengo el punto de gravedad más alto, me desequilibro con rapidez y caigo con más facilidad. Eso será (jajaja).
Al menos, está claro que es casi imposible aburrirse conmigo cuando vamos a la montaña. Siempre me pasa alguna cosa (jajaja).
Hacía tiempo que no tenía una lesión. Desde Carros de Foc, creo. Con aquellas uñas que se caían enteras del dedo del pie. Pobretes.
Así que paciencia, mucha paciencia, que dentro de lo que cabe es lo menos malo que me podía haber pasado, con la caída que he tenido.


5 comentarios:

  1. La Montaña es mi Reino!!!
    Ya te pareces a Gaston, que escaló más de mil vías en el Mont Blanc y conquistó el Annapurna, entre otras muchas más hazañas que han hecho historia. Y sin embargo... tropezó estrepitosamente con el borde de una baldosa que sobresalía un milímetro.
    Showman, por donde vas la lías, menos mal que ibas "sobrao", que si no... : )

    P.D: Deberías haber avisado que las "truculentas" imágenes podrían afectar a la sensibilidad del lector. Sí que sois morbosos, sí.
    P.D.2: Cuídate mucho y aprovecha estos días también para organizarte esa agenda, que queremos ver las foticos del Toub...
    P.D.3: No ha sido para tanto, puedes respirar aliviado, que me has pillado de buenas

    Salutacions i fins la propera!!!

    "Si llevas vivac, vivaquearás" (Yvon Chouinard)
    "Si llevas botiquín....." (...........)

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  2. Ay chiquitín...mientras te quedes con el dedo del medio de la mano derecha que hace falta ... para muchas cosas (ya sabes, con el resto de la mano cerrada), los demás sobran..

    Animo y te encomiendo a San Sadurní que si no cura de las caidas por lo menos emborracha

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  3. Gracias a Anómino 1 por moderarse en el comentario. Nunca se sabe lo que pueden llegar a poner por aquí y más si pueden dar testimonio.

    Reconozco que tenía que haber avisado que hay un corte en una de las últimas fotos, pero no hay sangre. La poca que se intuye está coagulada. No es para tanto.

    Lo del Toub, sin comentarios (grrr).

    Y lo del botiquín ... ya tengo otra apuntada. Y luego me dirán que si hace falta tanta mochila para tan poca ruta (ayyssss).

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  4. Gracias Anónimo 2 por el comentario. Afortunadamente ese dedo lo tengo intacto y posee mecanismo de resorte automático cuando me tocan cierta parte sensible de mi anatomía con abuso y malas intenciones.

    San Sadurní es una buena opción, aunque yo siempre me he encomendado a Santa Tecla, santa de los que tenemos muchas idem, como suele tenerlas "el Pupas", osea, servidor.

    Besitos a tós.

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  5. A dejarse de tanta Santa Tecla, pasando!!
    Que teclas por teclas, no se sale de "arreburro"...
    Sabias palabras las de Anónimo 2.

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