Está resultando un buen fin de semana, a pesar de tener que improvisar, visto el resultado de lo planeado. Porque este fin de semana estaba destinado, en principio, a un buen pateo pirenaico, con varias alternativas en función del tiempo meteorológico, pero que finalmente la lluvia y los más que previsibles bancos de nubes bajas han ido desaconsejando.
Evidentemente, podía haberme ido, que las prespectivas y la compañía eran prometedoras, pero si el tiempo no acompaña, y más vivaqueando, pues como que no apetece tanto. La montaña está ahí y si la temporada se está acabando (de momento), tiempo habrá para volver en primavera o el verano que viene, que siempre estará ahí esperando nuestra anhelada visita. Aunque reconozco que ya tengo un "mono" terrible y quizá me escape antes del año que viene, aunque sea un fin de semana rapidito. ¿Noviembre?. Ya se verá, que se acumulan los compromisos (jejeje).
A pesar del cambio radical de planes, la improvisación ha sido más que positiva y el resultado mucho mejor de lo que esperaba, sinceramente.
El viernes 9 me dejé caer por Chelva para acompañar a unas amigas a ver el acueducto romano de Peña Cortada. Nos juntamos 7 personas y la visita fue un éxito. No esperaba menos. Chelva tiene muchas cosas interesantes que no se conocen fuera y provoca buenas sorpresas a sus visitantes. Es curioso, con lo cerca que está de Valencia, y lo poco que se conoce.
Lo que tenía que haber sido una visita al acueducto y a la ruta del agua, acabamos teniendo que improvisarla sobre la marcha, ya que disponíamos de poco tiempo y, sobre todo, porque se empeñaron en bajar a la Rambla de Alcotas. Y eso que les insistí que la ruta del agua también estaba bien (jajaja). Acabamos comiendo a las 16:00 en el Azud, en Tuéjar, por lo que la tarde ya no se pudo aprovechar demasiado.
Sabía que la ruta me sabría a poco, porque esperaba algo "light", que luego no resultó tanto como pensaba, pero por si acaso, por la mañana del mismo día 9 salí un rato con la bicicleta por el Turia (9:00), pudiendo así comprobar que el tramo entre el Parque de Cabecera, en Valencia, en el cauce viejo del Turia, y el resto del itinerario río Turia arriba, hasta Paterna y de allí a Vilamarxant, ya están conectados, a falta únicamente de una pasarela de madera que salva una carretera, por la que hay que circular unos 250 metros.
Creo que me saldrían en total unos 30 Km, ida y vuelta. Además, este primer tramo no es tan plano como el otro e incluso hay algunas subiditas, además de las pasarelas de madera que cruzan el río.
Lo único malo es que no está del todo claro el camino, la señalización es pobre y puede prestar a confusión, sobre todo cerca del parque de Manises. Para calentar un poco y preparar el día estuvo bien. Es una gozada saber que desde la Malvarrosa se puede llegar a Vilamarxant en bicicleta sin jugarse la vida y disfrutando del Turia. Muy recomendable.
Lo que no me esperaba es que al bajar de Chelva me "eligieran" para jugar al paddle. ¿No decíais que era muy regular? ¡¡Pues vaya!!. Al final, entre la bicicleta de la mañana, el senderito en Peña Cortada y la partida de paddle, acabé rendido. Para rematar, cena y ¿eran mojitos? hasta las 3:00. Me van a reventar un día de estos (jajaja). Pero sarna con gusto ... Que dure. Da gusto tener tanta gente cerca.
El sábado 10 prestó para poco. Dormí como hacía tiempo no lo hacía. Por supuesto, sin pastillas (¡¡bien!!). Sigo convencido que no hay nada como un día ajetreado, deportivo y con buena compañía. Es una terapia perfecta. Hasta tenía agujetas allá donde la espalda pierde su honroso nombre, por culpa del paddle.
Tenía pensado hacer bicicleta por Chelva, con una ruta "destroy", de algo más de 50 Km, que dejaré para más adelante, para noviembre. Notaba las piernas algo cargadas. Así que jornada familiar y cena con Sergio P en un restaurante francés que recomiendo en la zona de Cánovas (Korrigan). Très gourmand et jolie.
Pero lo mejora ha venido hoy, domingo 11, en el que no he querido subir a Higueruelas, como propuso la gente del Centro Excursionista de Chelva, porque quería hacer realidad otro objetivo que llevaba en mente algún tiempo: subir al Benicadell. Esto ha sido el remate de un fin de semana casi perfecto, y merece una crónica aparte. Pero el remate ha sido descubrir otro sitio estupendo para comer, El Gamell, esta vez en Albaida. ¡Qué ojo hemos tenido!. A este paso voy a recuperar los 14 Kg que perdí en septiembre y no es plan, que ahora estoy muy bien. Bueno, ... eso dicen (jejeje).
Todavía queda el día de mañana, lunes 12 de octubre, que de momento pinta bien, con una excursión en bicicleta a El Puig por la vía churra, como en septiembre. Ya veremos.
domingo, 11 de octubre de 2009
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has comentado un fin de semana casí perfecto.... es de envidiar
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