Este sábado 1 de mayo, aprovechando la ausencia de eventos más interesantes, me fuí con el Grup de Muntanya del Politècnic (GMP-UPV) de marcha por Chelva.
La ruta tenía buena pinta: Chelva, Ermita del Remedio, Pico de Chelva, Rambla de Alcotas, Peña Cortada, Calles y vuelta a Chelva. Una combinación del PR-91 y PR-92, con 32 km y +700 m, a la que propuse modificar la vuelta por el PR-92, cambiándola por la variante por el río Chelva, siguiendo la margen izquierda hasta la fábrica de la luz y la ruta del agua hasta el pueblo, que resultaba más bonita e interesante.
Vuelvo a Chelva. Cuántas imágenes, personas y cosas me pasan por la cabeza cada vez que oigo nombrar este pueblo. Mi segunda patria.
Salimos a eso de las 10:15 de la plaza de toros de Chelva. Somos unas 50 personas. Más gente que nunca. A muchos ya los conozco y son más los que me conocen a mí (como siempre): Juan, Alex, Enrique, Gisela, Tere, Elena, Sandra, etc. Buena compañía, aunque se echa de menos a Mara, de la que hace tiempo no sé nada.
Hace buen día. Luce el sol, sólo se ven un par de nubes en el horizonte y hace algo de calorcillo. Muchos decidimos, aún a sabiendas de lo que podía pasar, dejarnos chubasquero y otras cosas en el coche.
La marcha empieza bien. Me pongo en cabeza con Juan y otros habituales y decido tirar un poco. Voy lento, pero dando buenos trancos. En poco tiempo llegamos a la ermita del Remedio. No he podido ni sudar. Esta subidita cada día me parece más sencilla y he perdido la cuenta de las veces que la he hecho.
En la misma ermita me encuentro con Jesús Vivó que ha subido con la bicicleta. Hacía tiempo que no nos veíamos.
Tenemos que esperar más de 20 minutos para que todo el grupo de gente que vamos se reúna en la misma ermita. Pero ... ¿esto qué es? ¿Una procesión?. Somos demasiada gente y muy variopinta. A esta marcha, acabaremos de noche y no llevamos frontal (jejeje).
Juan decide entonces emprender de nuevo la marcha con el grupo principal y me deja una emisora para vigilar a la gente que va más "descolgada". Me toca hacer de niñera. La verdad es que la "culpa" es mía: siempre voy pendiente de los descolgados y al final, me toca acompañarlos. Parece como si disfrutara haciendo de "furgón de cola".
La subida hasta el Pico de Chelva se me hace eterna gracias a un par de personas que parecen arrastrar su alma mientras intentan recuperar el aliento a cada paso que dan. Reconozco que me desespero una y otra vez. ¿Seguro que van a completar los 32 km?. ¿Seguro?.
De broma ya había comentado que las tres veces que he hecho el PR-91 he acabado en la cima del Pico de Chelva (o del Remedio) bajo una tromba de agua y que tenía malos presagios. Al llegar a la cima, miro hacia Javalambre y ahí están, como si estuvieran esperando a que me asomara. Nubes y más nubes de tormenta, cubriendo todo el horizonte. No podía esperar otra cosa, vistos los antecedentes.
Almorzamos un poco y aprovecho para saludar al Moñi, que está en la caseta de vigilancia.
Pronto iniciamos la marcha hacia la Rambla de Alcotas por el camino de Baestas y Valseco. Poco antes de las casas de Baestas, el cielo se abre en canal y nos cae el primer diluvio del día. La temperatura se desploma más de 10ºC de golpe. Son las 12:00, más o menos.
A partir de este punto, las tormentas y la lluvia se sucederán a intervalos de 30 minutos y no nos abandonarán en toda la tarde. Me encantan las tormentas y son una de mis mayores pasiones, pero no pasarme el día entero a remojo bajo ellas. Llevan mucho aparataje eléctrico, pero no cae a tierra. Durante más de 30 minutos me sorprendo de escuchar un redoble constante: es un trueno que no cesa. Hacía tiempo que no oía algo así. Me encanta. Estoy pletórico de alegría, embelesado y me fascina lo que veo y escucho: el monte mojado, los truenos, la lluvia que lo empapa todo, las nubes que se mueven ligeras, la niebla que sale de los barrancos ...
Confieso que cada vez que arrecia la lluvia, me refugio debajo de algún árbol, hasta que las ramas y hojas se calan y empieza a llover bajo su copa. Al final, tengo que abandonar esta técnica, porque me termino por mojar igualmente, aunque me parece no enfriarme tanto como si camino directamente bajo la lluvia.
Sigo en cola del grupo, como me ha pedido Juan, pero a la altura de las casas de Valseco, cerca de la Rambla de Alcotas, vuelve a caer la lluvia con fuerza. Me escondo durante unos 15 minutos bajo un gran pino, hasta que decido salir para no perder mucho el contacto con el resto de la gente. Como van lentos, es fácil alcanzarlos.
Giro a la derecha en la rambla, en el empalme con el GR-7, y continúo a paso ligero para alcanzar al grupo de cola. No será difícil.
Pronto los atrapo y me pongo a su ritmo. Parece que la lluvia nos da una tregua.
Donde la Rambla de Alcotas empalma con el camino que sube hacia el Mas de Herrero, en término de Calles, nos encontramos con el resto del grupo, que llevan un rato descansando y comiendo. Juan se me acerca y me pregunta si voy el último. Le digo que sí, que he estado vigilando y parece que así es. Pero NO ... nos faltan unas 12 personas y no hay cobertura de teléfono. ¡Maldición!.
Sospechamos lo peor: se han ido GR-7 arriba, hacia Alcotas, o se han perdido. Momento de pánico en el que intentamos ponernos de acuerdo con las medidas a tomar. Lo lógico parece volver atrás, a buscarlos.
Así pues, dejamos al grupo que coma, así como las mochilas y los bastones propios y nos subimos rambla arriba a la carrera.
Juan va más fuerte que yo y le toca parar más de una vez. Pronto se nos vuelve a poner a llover. En el cruce con el camino de Alcotas, nos dividimos tras muchas dudas: Juan subirá hacia Valseco y yo miraré hacia Alcotas.
No necesito trotar mucho para darme cuenta del problema: en la misma rambla se ven huellas de un grupo de más de 5 personas que van en dirección a Alcotas y que no parecen haber vuelto. Lástima no ser indio para obtener más información del rastro.
Cuando volvemos a juntarnos, decidimos volver al pueblo para buscar cobertura telefónica e iniciar la búsqueda desde otro punto.
Volvemos a bajar la rambla a la carrera. Me pesan mucho las botas, que están completamente empapadas y el pantalón se me pega, entorpeciendo mi avance. El terreno es muy pedregoso e irregular. Tengo cada vez más frío y no me noto el sudor.
Cuando llegamos al punto donde habíamos dejado al grupo principal, éste ya no está. Se deben haber ido hacia Chelva por el camino de la Torrecilla.
Así que seguimos trotando, pero ahora por pista. Sigo teniendo mucho frío. Pasamos la Fuente del Lapicero, donde aprovecho para dar un trago rápido. Empiezo a estar cansado.
Cuando alcanzamos al grupo principal, más allá del campo de tiro, hace más de 90 minutos que estamos trotando a lo loco, con varias paradas incluidas. Más de 12 Km de trote. Puf ... creo que he superado mi propio récord en distancia. Y en las peores condiciones: lloviendo y sin las botas adecuadas. Me río de mí mismo. Soy un desastre, me duele la rodilla derecha y noto cargadas las piernas.
Pronto encontramos cobertura telefónica y se aclara la situación. El grupo de los perdidos continuó hasta cerca de Alcotas, hasta la casa de Valentín, el "Mas de las Carrascas". Valentín les ofreció ayuda y acompañó a un conductor y a un grupo de gente hasta Chelva, donde recogieron un coche y subieron a por más caminantes. Sin embargo, Gisela y Juanlu han decidido bajar por Mas de Aliaga y Las Lomas a Chelva. Ese trayecto son unas 3 horas y 40 minutos. Como no es plan de estar esperándolos, que no traen coche, me toca subir a por ellos al Collado de las Granzas. ¿No podíais haber bajado a Chelva con el resto, aunque fuera todos apretados en un coche? (grrrr).
Respira, Mario, respira ... no val la pena irritar-se ... ¿què guanyes?. Oooommmmm.
Así pues, un día muy distinto a lo que me esperaba: lluvia, truenos, frío, charcos, barro, una carrera de 90 minutos por una rambla pedregosa (12 km) y un susto que no se lo deseo a nadie. Al menos, no tuvimos que llamar al 112, ni a la Guardia Civil.
Pero el resultado, en el fondo, ha sido positivo: podría haber sido mucho peor.
Creo que me he doblado el tobillo izquierdo y tengo la rodilla derecha recargada. Ha sido un día demasiado estresante.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Hola, Mario.
ResponderEliminarCasi que mejor que no fuera, ¿eh?
Aunque es una de esas cosas que hay que vivir. Así que no sé si me alegro o me lamento de no haber ido.
Marzo
Hola, Marzo
ResponderEliminarTe hubieras divertido de lo lindo, te lo aseguro. Después de la búsqueda acelerada por el monte y de un momento de cabreo, que me duró unos 10 minutos, volví otra vez al cachondeo innecesario, absurdo y puñetero que habitualmente practico.
De todas formas, nos reimos mucho durante todo el día y creo que lo hubieras disfrutado.
No dudes que volveré a avisarte cuando crea que valga la pena, solo que ahora te apuntaré si me das el OK, que han limitado las plazas. 50 personas ... PUF.
"ORGANISASIÓN cocx...." Piiiiiiiiiiiiiii
ResponderEliminarSalut, Myrtus
Això dia jo, això: Organisasión ...
ResponderEliminarPerò amb tanta gent ...
De premi a tot açò ara tinc un xicotet esquinç al peu esquerre.
Mira que sóc un tio amb sort i mira que m'ho passe bé, xe!! (jajaja).
"El Pupas" torna a l'ataaaac!!
Al final serà de veres que és quasi impossible aborrir-se si estic propet (jajaja).