El jueves 13 de mayo quedé con Sergio Aranda y Héctor Nebot para ayudarles en la organización del XX Trofeo UPV, que organiza todos los años la Universitat Politècnica de València para promocionar sus distintas actividades deportivas. Y nuestro club UPV-O tenía que organizar, cómo no, un pequeño recorrido de orientación, a modo de demostración.
Estuvimos media tarde promocionando la orientación como deporte e invitando a la gente a correr. Después de estar pendiente del crono, de las salidas y de dar los resultados de los corredores (como siempre, hice de improvisado técnico de mesa), cuando ya no quedaba más gente, me decidí correr un rato. A fin y al cabo, no sabía dónde estaban las balizas del circuito (jejeje).
No me salió demasiado bien, a pesar de conocerme el campus cada vez mejor, ya que algunas balizas se resistieron más de lo que debían, como la 11, que estaba pegada al vallado junto al avión (¿la descripción de controles decía una piedra?), la 10, que estaba en la parte de arriba de las escaleras (ayss ... mira que no leer la descripción ...) y la 5, que no sabía en qué estatua la habían escondido (demasiado cocido y pasado de pulsaciones para saber cuál era la del noroeste) (jajaja)
He perdido bastante forma física por el pequeño esguince del pie y sigo insistiendo que estas carreras cortas, rápidas y explosivas NO son lo mío. Prefiero fondo y a la marcheta, pruebas con más relieve y más técnicas. Tanto asfalto me abruma (jejeje).
Me salieron 2,99 km en 18:13, es decir, a una media de 6:06 min/km, con las paradas para picar, respirar, un sorbo que dí en una fuente y demás, claro. La velocidad punta corriendo ronda los 4:00 min/km, que no está mal. Pero la media es una miseria (jajaja).
Como novedad, os incluyo el recorrido, que poco a poco me estoy pasando a las nuevas tecnologías (jejeje). Ya os contaré.
sábado, 15 de mayo de 2010
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