Hace tiempo que quería subir un par de picos por allí, en concreto el de Rápita, y este fin de semana se dieron las circunstancias perfectas: sábado libre y ganas de caminar.
Así que para allá nos hemos ido.
A las 9:15 salimos de la puerta del ayuntamiento nuevo, en dirección a Algimia de Almonacid (Castellón). Somos 9 personas, guiados por la siempre magistral mano de Juan, que es un crack para estas cosas. Yo quizá no tendría tanta paciencia como él, aunque me encanta ayudarle en lo que puedo (jejeje).
Hoy esperamos romper el maleficio que hemos sufrido últimamente tanto Mara como yo, ya que en nuestras dos últimas salidas con el GMP acabamos en el hospital. La mía, el día de La Murta (Alzira).
El itinerario es muy bonito y discurre en su mayor parte por sendas, algunas empedradas con esmero, otras de tierra, otras señalizadas como PRV 63.6, pero todas en buen estado de tránsito.
Hay bastantes personas por la zona, de lo que deduzco que estos senderos atraen a mucha gente. No me extraña.
Por el camino podemos ver alcornoques y carrascas, multitud de pinos y un rico matorral que lo rodea todo. Los cerezos empiezan a mostrar sus flores, sustituyendo las de los almendros, que ya las han perdido. Encuentro violetas, cantuesos, orquídeas, helechos ... ¡pero qué mona es la primavera con sus florecillas y sus alergias!.
El día ha salido perfecto y sopla una ligera brisa de poniente, lo que permite tener una visibilidad casi perfecta de las sierras circundantes. Incluso se ve con claridad la nieve que resta en Javalambre y en Gúdar. Las vistas son espectaculares, aunque no llegaremos a ver las Columbretes, que sé que es posible verlas en días muy buenos.
Por el camino podemos también disfrutar de algunos elementos del patrimonio arqueológico de la zona: un depósito de nieve, varias fuentes (la de la Calzada es muy interesante y el agua es estupenda), bancales de piedra en seco, devorados por el monte, corrales, un despoblado morisco, un par de torreones medievales, un castillo, interminables líneas de trincheras, refugios y fortificaciones de la Guerra Civil, etc. Hay que ir con los ojos muy abiertos para no perder detalle.
La única dificultad que presenta el recorrido es física y lo peor quizá se corresponda con la subida, un poco exigente, al pico Rápita (1.109 m), que es el pico más alto de la Sierra Espadán. Aunque es cosa de poner un ritmo constante y no tiene ningún problema. Se sube también al pico de las Dos Tetas (875 m), al geodésico de Espadán (1.042 m) y al pico Espadán (1.104 m).
Como el recorrido tiene 20,5 km y +1.215 metros de desnivel acumulado, pensaba que lo completaríamos en unas 5 horitas, así que aprovisiono únicamente almuerzo, sin pensar en la comida o en llevar reservas. Craso error que el resto de compañeros/as intentan suplir compartiendo sus vituallas, a lo que me niego: si no he sido capaz de contar con mis necesidades, ni hacer previsión, debo aprender para la próxima (cabezón que es uno). Si me hubiera visto en un apuro (hipoglucemia), entonces sí hubiera aceptado algo para comer (jejeje).
En cualquier caso, gracias por el intento a todos/as. Sois geniales.
Por la tarde, y de vuelta a Algimia, hemos pasado a visitar la Cueva del Estuco, que no conocía. Se accede por una senda que sale desde el camino que baja del pico Espadán y que asciende hasta una pequeña entrada, en la que hay que entrar a gatas. En la misma boca, encontramos varias fijaciones en la pared y una cuerda para poder descender con seguridad al interior. Ya dentro, nos aparece una espectacular sala llena de estalactitas, estalagmitas, cascadas y otras formaciones interesantes, bastante degradadas, que tendrá más de 15 metros de altura y más de 4000 m2 de superficie. Preciosa. El silencio y la oscuridad son casi totales, salvo por una pequeña apertura en el techo de la cueva. Me encanta este sitio. Habrá que volver.
Para mi gusto, hemos ido ligeramente lentos y en los últimos quilómetros, que son de pista forestal y carretera, he estado a punto de salir corriendo cuesta abajo. Afortunadamente, me he reprimido, que el domingo tenía carrera de orientación en Onil y no era cuestión de cansarse demasiado.
Curiosa coincidencia: Al llegar al pico Espadán, y mientras se hacía el alto para comer, he coincidido con un grupo de despistados que venían sudando la "gota gorda" y que estaban realizando la III TransEspadán, organizada por el club CxM. Nada menos que 80 km, con +3800 y -4600 m de desnivel. ¡Qué locos!.
Cómo no, Paco Zen en cabeza y Enrique entre los afortunados. El jueves ya me avisó Paco que igual nos veríamos. El mundo es un pañuelo (jajaja).
Esta vez no voy a alabar tus aptitudes como extraordinario cronista, porque sería repetir lo que otras veces ya te he dicho. Pero sí que voy a echarte una mini-bronca pública (lo siento Mario...), pero creo que te la mereces, y estoy segura que much@s opinarán igual.
ResponderEliminarNo vuelvas nunca a salir sin comida a la montaña y muchísimo menos, te nieges a aceptar la que los demás (tod@s l@s que allí estábamos), te ofrecíamos. Ahí no fuiste cabezón, sino muy inconsciente. ¿Tienes que esperar a verte en un apuro con riesgo de hipoglucemia, para pedir "ayuda? Insensato!!! Cuánt@s también han pensado que podrían controlarlo y de repente se han visto en el suelo... (Y no estamos para más sustos!! Que ahora que parece que ha acabado la racha de caidas, no tientes a la suerte...).
Te llevas comida y si sobra... ya la tienes para cenar, acompañándola con una doble malta... :)
¿Estamos?? A ver si es verdad...
Será posible a estas alturas...Cuánto nos vas a costar de criar...
Un abrazote.
A la vista de esta mini-bronca pública, creo que debo bajar lentamente las orejas y hacer el ruidillo de cachorrete perruno abroncado.
ResponderEliminar¿Hará falta que te dé la patita y te ponga ojillos de pupilas dilatadas, al más puro estilo "manga", para que no me riñas más?
Reconozco que no fue prudente por mi parte ir con tan poco alimento al monte (entonaré el Mea culpa y me flagelaré un poco con el cilicio esta noche ... hmmmm ... ¡tchas, tchasss!), pero si hubiera tenido la más mínima sospecha que iba realmente a padecer la hipoglucemia, te aseguro que me hubiera comido un caballo. O aquella apetitosa manzana.
Si no acepté la ayuda que tan generosamente me ofrecíais es porque realmente no me hacía falta. Gracias en cualquier caso.
(A la próxima, desapareceré discretamente y así no sabréis si he comido o no) (jejeje)
Por cierto ... eso de San Mario ... ¿por qué me suena tan comercial? Te vas a librar que no te ponga un comentario por respetar tu anonimato, ahora que ya sabes cómo identificarte y que sigues sin hacerlo.
Hale ... que te quedaste sin crêpes y no sabes cómo sacar esa desazón que te produce. Por mucha Voll-Damm que digas que tienes, no hay comparación posible (juasjuas)
Gracias por el comentario ;)