domingo, 9 de agosto de 2009

Casi Matahombres en 2 días

Este fin de semana (8 y 9 de agosto 2009) hemos intentado hacer la famosa prueba de Matahombres en bicicleta de montaña (BTT), repartiéndola en dos días, uno por sector.

Matahombres es un hermoso paraje del término de Camarena de la Sierra, provincia de Teruel. En este enclave, además de un profuso bosque de pino laricio y albar, hay un área recreativa y una fuente de generoso caudal, que le da nombre al lugar.

Matahombres también es el singular nombre que recibe una dura prueba de BTT que se celebra próximo a las fiestas de San Mateo (21 de septiembre) y que suele coincidir con el fin de semana del cambio de quincena en septiembre. Este año 2009 será el día 13 de septiembre.

La prueba tiene una longitud de unos 82 km y un desnivel acumulado de unos +1.860 m. Está estructurada en dos sectores de 40+42 km, con la peculiaridad de pasar al final de cada sector por el casco urbano de Camarena. Muchos son los participantes que, después del duro primer sector, abandonan al ver la subida continua de casi 15 km que tienen que afrontar desde el pueblo (a 1.294 m) hasta el alto de Javalambre (2.020 m).

Quizá sea una buena forma de preparar Carros de Foc, que es el objetivo para el 29 y 30 de agosto.

Hemos elegido un alojamiento insuperable: el refugio de montaña "Rabadá y Navarro" (1.530 m), que la FAM (Federación Aragonesa de Montañismo) tiene en Camarena. Es barato, cómodo, limpio y de ambiente estupendo.
Curiosamente, los perros del refugio, una pastora alemana (la Churry), y Java, un husky macho, han tenido 7 cachorros (los Churritos). Tienen apenas 30 días y son un encanto. Hemos pasado unos buenos ratos jugando y tonteando con ellos.

Sector I = 42 km. Recorrido: Camarena (1.294 m), Fuente Matahombres, Cascada de Amanaderos, Riodeva (890 m), Masía del Villarejo, Alto de la Cruz, Camarena.

Esta primera parte la completamos en sábado 8.
Después de un copioso desayuno en el refugio, salimos por la pista que baja al pueblo con la bicicleta. Esta pista tiene mucha pendiente y hay bastante piedra suelta, así que hay que bajar atentos al recorrido. Se empalma con el recorrido oficial de la Matahombres alrededor del kilómetro 1,5. La señalización de la prueba es permanente y de muy buena calidad, lo cual es un acierto, ya que permite realizarla en cualquier época del año a "nuestro aire".
El inicio de la prueba es francamente bonito. La pista está en muy buenas condiciones, las subidas no son excesivamente pronunciadas y hay sombra y pinos por todos lados.
Tras pasar la espectacular cascada de Amanaderos, se desciende de forma brusca hacia Riodeva. Poco a poco va desapareciendo la vegetación arbórea y pasamos a una zona deforestada, de pronunciadas pendientes arcillosas cubiertas por unos pobres matorrales y bancales de cultivo en estado de abandono.
A partir del pueblo volvemos a subir, con dirección a Camarena. Nos quedan unos 20 km de subida. Esta pista está un poco más deteriorada y discurre por un terreno pobre y desarbolado. Parece una paramera esteparia. No se ve un alma. El sol cae con fuerza y hace algo de calor. Al cabo de un buen trecho de ir subiendo, encontramos algunos pinares de repoblación. Algún tramo asfaltado, coincidiendo con una carretera, y un cortafuegos poco antes de Camarena, que tiene una pendiente importante.
La trailera antes de Camarena, nos la evitamos, ya que es bastante pronunciada y preferimos bajar por la carretera.
Llegamos a Camarena y entonces nos damos cuenta de nuestro error: hay que volver a subir al refugio por la pista por la que bajamos. Son casi 2+2 km. Además de la fuerte pendiente, hay que añadir la gran cantidad de piedra suelta y que llevamos en las piernas 42 km. Al final, acabo arrastrando la bicicleta del morro y subo a pie hasta el refugio. Este último esfuerzo me deja agotado. Comida frugal y a descansar.
Por la noche, después de cenar, jugamos una partida improvisada al mentiroso (con dados) en el porche del refugio. Aquí acabamos de entablar relación con los guardas y sus compañeras (Javi, Dani, Rocío y Saray). Buen ambiente y cachorritos de perro que quieren que les hagas caso. Qué buen rato pasamos.

Sector II = 40 km. Recorrido: Camarena (1.294 m), Pico de Javalambre (2.020 m), Fuente de la Miel, Fuente Matahombres por trailera, Camarena.

Esta primera parte la abordamos el domingo 9.
Tras el desayuno y bien entrada la mañana (pasadas 10:30), cargamos las bicicletas en el coche y bajamos a Camarena, donde aparcaremos en la calle. Así no volveremos a sufrir la última subidita de ayer.
El principio no es bueno. Tengo doloridas las posaderas y veo las estrellas cada vez que me apoyo en el sillín. Pero tengo que hacerme la idea.
La subida al Javalambre es espectacular. Sigue una pista al principio asfaltada, luego de tierra con el firme en muy buen estado, que pasa cerca del refugio y que sige ascendiendo hacia el punto más alto de la sierra. La subida no es fuerte, pero sí muy larga. Hay que hacerse la idea de dos horas largas pedaleando en la relación más cómoda posible (el molinete, la mayoría de las veces). No pasamos de más de 8 km/h y lo normal son 6,5 km/h.

... y empiezan los problemas
La mañana se ha levantado algo nublada. Cúmulos algodonosos cubren parcialmente el cielo. Pero al cabo de una hora y pico de marcha, empieza a formarse claramente una tormenta hacia el norte, hacia Teruel. La suerte es que queda lejos, aunque absorbe poco a poco todas las nubes de la zona y crea pequeñas ráfagas de viento.
Al llegar a la carretera que sube a las pistas de esquí de Javalambre, que por cierto están ampliando, vemos el panorama hacia el norte, el este y el sur: estamos rodeados de tormentas. La de Teruel está ya muy desarrollada y tiene un color negro francamente preocupante. Afortunadamente, parece estar algo parada e incluso alejarse de nuestra posición. La situada al este parece llevar la misma dirección, pero al sur empieza a desarrollarse otra tormenta, todavía en estado de cúmulo. Estamos a un par de kilómetros de la estación de esquí y a 4 o así del pico. Se plantea el dilema: si seguimos el itinerario previsto, el oficial del Sector II de la prueba de Matahombres, es posible que nos pille alguna de las tormentas. Esta circunstancia sería francamente peliaguda, ya que nos encontramos muy altos (mas de 1.900 m), en una sierra muy suave, sin casi árboles y sin picos relevantes, por lo que un par de bicicletas rodando por los caminos es casi lo más alto sobre el suelo que un rayo se podría encontrar al caer al suelo: MAL ROLLO.
Decidimos por tanto, evitar la vuelta del recorrido original y giramos a la derecha, siguiendo la carretera hacia el pico, atajando un poco. Pasamos la estación de esquí y subimos por una de las pistas, que ahora es una superficie de tierra compactada, en la que no crece ni la hierba.
Al volver a empalmar con el recorrido original, a escasos 400 metros del pico, oímos el primer trueno y vemos encima del pico la tormenta que amenazaba al sur, en la parada anterior. Viene claramente hacia nosotros. Quizá sea la señal que esperamos y es posible que no valga la pena continuar. No tengo ganas de recibir un rayo en la crisma y aquí tenemos muchas papeletas.
Media vuelta y bajada trepidante a Camarena. La velocidad media de más de 30 km/h.
Pronto llegamos a Camarena sin incidencias. Cargamos las bicicletas al coche y a casa.

Conclusión
Ha sido un fin de semana estupendo, aunque no hayamos completado la Matahombres por culpa de la tormenta. Al final han salido casi 72 km. (42+30 km)
Ya volveremos a hacerla. Quizá en un día y toda seguida. ¿Por qué no?. Con tiempo por delante, todo es posible.

¿Y eso es todo?
Pues no. Esto no ha sido todo. Al volver hacia Valencia, justo a la altura de la estación de Puebla de Valverde, nos ha aparecido un paisaje completamente blanco. De pronto, parecía invierno, con todo el suelo nevado. Al acercarnos, hemos podido ver entre 10 y 15 cm de granizo que cubrían el suelo. Hasta donde se perdía la vista. Impresionante.
Poco antes de entrar en la A-23, la autovía Zaragoza-Valencia, se veía en dirección a Barracas una tormenta inmensa, muy negra y con grandes jirones de lluvia. Nos hemos dirigido hacia ella, porque no teníamos más opción.
Alrededor del km 84 ha empezado a llover y hasta Barracas nos hemos visto obligados a parar varias veces en el arcén, junto con el resto de vehículos, por culpa del viento huracanado, la lluvia, que parecía una catarata, y el granizo, que me ha dejado el coche algo magullado.
Reconozco que en algún momento me he sentido frustrado al ver la fuerza con la que el granizo impactaba sobre el coche, pensando que podrían romperse las lunas y en cómo el viento lo empujaba hasta alcanzar casi la horizontal.
Sin embargo, ha sido espectacular.

Tendremos que volver, aunque esta vez esperemos tener mejor suerte con el tiempo.

2 comentarios:

  1. Hola!

    Yo y unos amigos de Valencia nos hemos inscrito. ¡Espero tener suficiente con las dos últimas semanas de agosto (mis vacaciones en Chelva) para prepararme para el Matahombres del 13 de septiembre! Quizás haya que fijarse como objetivo completar la prueba y ya está.

    Slds, Vicente

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  2. Hola, Vicente!! Gracias por el comentario.

    Es una pasada de prueba y espero que podáis acabarla. Yo creo que es el objetivo que hay que fijarse. Este año se volverá a apuntar Anna (el año pasado acabó la última), pero yo ... me reservo para más adelante. Primero la intentaré hacer completa por mi cuenta. Quizá el verano que viene y, si no tengo problemas, entonces sí que me apuntaré a la prueba en septiembre, pero son más de 7 horas sentado sobre la bicicleta y puede resultar muy doloroso (jejeje).

    Mucho ánimo y ya me contarás.

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