El pasado domingo 10 de abril me acerqué a Teruel para participar en el Campeonato de Aragón de Orientación, que se celebraba en el entorno de Fuente Cerrada, cerca de la ciudad de Teruel, y organizado por el Club Ibón y la Federación Aragonesa (FARO), de reciente creación.
Aunque parezca que Teruel queda algo lejos, la mayoría de las carreras de la liga valenciana son por tierras alicantinas y la distancia desde casa muchas veces es mayor que la que nos separa de esta bonita ciudad "que sí existe".
Me pusieron en antecedentes los compañeros de lo que encontraría en la zona, pues el año pasado se celebró la final del nacional universitario aquí: mucho blanco, poco matorral y lomas suaves. Para disfrutar.
Con estas espectativas tan halagüeñas me acerqué, esperando que saliera una buena carrera y, como suponía, me encontré con gente de Valencia y Castellón (jejeje).
La verdad es que el terreno me pareció un lujo en varios sentidos: un pinar de repoblación, muy blanco, con alguna terraza, por el que correr con facilidad, sobre lomas suaves, con poco matorral y mucho pasto en el suelo. Cerca de la meta los barrancos ganaban pendiente y se llenaba de verdes y cortados. Me gustó el mapa.
Había tanta hierba sobre el terreno, que las piedras no se veían bien, ni los abundantes restos de ramas y troncos extendidos por el suelo. Los escaramujos se cogían a la ropa con cariño, pero era la única planta que pinchaba, salvo alguna aliaga (jejeje).
Un cambio que es de agradecer. Así, da más gusto hacer orientación.
En cuanto a la carrera, me ha dejado un sabor agridulce. Empecé muy fuerte, pero perdí fuelle enseguida. La dichosa bronquitis no me ha terminado de abandonar y pronto perdí la 6ª posición que había ganado al principio de la carrera.
Algunos fallos puntuales me hacen perder más posiciones, pero consigo mantenerme el 13º hasta el penúltimo control, en el que me pegué la flipada del día yo solito, metiéndome en el barranco que no era, pero que resultaba paralelo e idéntico al bueno.
Por más que lo subí y bajé como un loco, desesperado, intentando localizar el control, no hubo manera de encontrarlo. Nos llegamos a juntar hasta 3 corredores y ni aún así.
Cuando por fin desistí, pensando que alguien debía haber robado el control, y que abandonaba, me dí cuenta que estaba en el barranco equivocado. Corregí y lo encontré a la primera (grrrr).
¡Maldición! ... este fallo me supuso más de 30 minutos. Podía haber acabado el 10º. Muy triste.
Pilar confirmó su caché como chica 10 y Frantisek acabó el 3º en Élite, pero como no era aragonés, le dieron un detalle de consolación (jejeje).
A pesar del fallo garrafal que me destrozó la carrera, la sensación final es muy buena. Tendré que volver más por estas tierras.
Para celebrar el final de la prueba, la organización nos ofreció una cata de un buen jamón de Teruel que un buen mozo se había entretenido en cortar a mano "en directo". ¡Eso es arte!. Estaba bueno, pero además había hambre (jejeje).
NOTA 1: ni mapa, ni tiempos, ni track. El GPS se quedó en casa, olvidado (jajaja).
NOTA 2: Las zapatillas Salomon XT Wings 2 resisten mal los estabones de pino que quedan sobre el suelo. Se me clavaron dos astillas de 3 centrímetros de longitud en la planta, atravesándola, y no me perforaron la planta del pie de milagro. He tenido mucha suerte esta vez (jejeje).
martes, 19 de abril de 2011
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