domingo, 1 de noviembre de 2009

Ascensión al Penyagolosa (1.815 m)

El domingo 1 de noviembre subimos al Penyagolosa. Ya que este fin de semana no se ha animado nadie a subir a Pirineos a ver la otoñada y no es plan hacerlo solo, propuse hacer un sucedáneo que tuviera algo de color otoñal y creo que ha resultado bastante satisfactoria la excursión.
Yo creo que la última vez que subí sería alrededor de 1996. Desde luego, antes de 1998. Tengo una foto por casa por la que han pasado los añitos. Se nota.

Habíamos quedado a las 9:00 para salir desde Valencia, pero esto de madrugar en fin de semana, dependiendo de con quién se quede y con una cena temática la noche anterior, se hace complicado. Así que salimos algo tarde. El grupo estaba formado por Laura, Raquel, Vicente C y yo.
Al llegar al Ermitori de Sant Joan bajé del coche y me sobrecogí. De hecho, me preguntaron si me pasaba algo. No tenía palabras. Por un momento, un montón de imágenes en mi cabeza, con una gran pancarta de "META" y MiM2009. Uf ... qué escalofrío y qué recuerdos más dolorosos acudían a mi cabeza: la morena que me vino a buscar, esperando que llegara, preocupada ... olvida, Mario, olvida. Dicen que enfrentarse al dolor es la forma de superarlo, así que habrá que pasar por ahí, supongo.

Tras cafetito y demás, iniciamos la marcha al pico a eso de las 12:40. La ruta elegida es por el Barranc de la Pegunta y luego por el Barranc del Carbó. El paisaje es típicamente otoñal, aunque la luz la tenemos de frente y molesta un poco. No es buena para las fotos.
Hicimos cumbre a eso de las 14:00. Me tocó subir bastante relajadamente, que mis compañeros/as no están acostumbrados todavía a estos trotes, aunque cuando podía, aprovechaba para poner un rato la directa y así estirar algo las piernas.
Hace un día estupendo. Ha entrado durante la mañana un poco de viento de poniente, que ha limpiado la atmósfera hacia el oeste, hacia Teruel. En dirección al mar, hay nubes bajas y bastante calina. El lunes la visibilidad será buena. Seguro.
Nos sentamos entre las piedras para relajarnos un poco. Hay poca gente, no hace frío y el solecito acompaña. Vicente saca una botella de vino para celebrar su cumpleaños. Qué buena idea. Se ha copiado de Julio, seguro.
Yo espero una protesta por el hambre en cualquier momento, pero el momento, el sol, la compañía, en fin, un poco de todo, hacen que la estancia en la cima se prolongue hasta las 16:40, hora en la que nos decidimos bajar. A mí me da igual no haber comido. Ya lo haremos cuando bajemos. El sitio invitaba a disfrutar del momento.
Descenso al trote. Corremos cuesta abajo, picándonos a ver quién llega antes al siguiente recodo del camino. Venga el cachondeo. Al final, me aficionaré a trotar. Qué cosas.
En la bajada, la cámara y la vista se fijan en el color amarillo, rojo, azulado y verde de la mezcla de guillomos, escaramujos, arces, tejos, acebos, pinos, muérdago ... Un momento de auténtico placer visual. Bendito otoño.
Poco antes de entrar en el Ermitori, me adelanto corriendo. Necesito llegar con algo de margen de tiempo, que quiero estar solo un rato, aunque sean 5 minutos tan sólo. Nuevamente la sensación del principio, pero ahora me puedo desahogar un poquito. Fuerte bajón moral. Corto, pero intenso. No hago más que mirar al rincón donde me tomé el caldito el día de la MiM y duele. El rinconcito que aparece en la foto que puse en la crónica. Aquel. Suspiraré.
Bajada a Xodos, donde me ceno en una tasca frente al ayuntamiento, un bocata increible de "llomello amb formatge". Pero de los de verdad. Aprovechamos el momento para celebrar el cumpleaños de Vicente con tres velitas en un brazo de gitano de bollería industrial, mientras le cantamos el "cumpleaños feliz". Menudo momento. No creo que Vicente olvide este cumpleaños tan original. Jejeje.

Ha sido una excursión muy entretenida. Nos han salido unos 9 km y unos +600 m. Un aperitivo, pero el día no prestaba para mucho más.

3 comentarios:

  1. Podrías indicar la ruta en un mapa o asociarlo a alguna pagina como la de Enguera y también os veo muy equipados, hace falta todo eso?. Las fotos son preciosas. Pocas personas expresan tan bien sus emociones, puedes estar orgulloso

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  2. Gracias, gracias. Veo que sigues el blog con afición. No estoy acostumbrado, pero gracias en cualquier caso.
    El equipo no hace falta, hasta que lo hace. La botellita de vino en el pico empieza a ser un sano ritual y en la mochilita llevo un poco de todo: manta térmica, pequeño botiquín, frutos secos, agua, un polar, una camiseta seca, una navajita, documentación, plano, etc. Nunca se sabe cuándo pueden hacer falta.
    Pero eso es cosa de cada cual.
    No hay plano en esta crónica, porque hay muchos por ahí y la ruta no tiene pérdida.

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  3. Ya te dije que me encanta leerte.
    Si ya veo yo tambien que a la gente no le va mucho eso de escribir.
    Mirandolo bien esto a veces se convierte un poco en el caralibro, no?

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