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miércoles, 6 de junio de 2012

Benagéber. Para que no olvidemos.

Con algunas imágenes, sobran las palabras.

Incendio en Bercuta (Chelva) 1 de junio de 2012.
Afectó a la margen izquierda del embalse de Benagéber, Mataparda, el Cerrillar, la Delantera, los Pulpitillos, Malpasillo, Peña del Mediodía, Valdeserrillas, el Agua Salobre, cañón del Turia y las Colonias del embalse.
Intencionado y criminal. Mal rayo te parta.

Para que no olvidemos.
Perquè no oblidem.
De peur que nous oublions.
Nicht zu vergessen.
Lest we forget.


Embalse de Benagéber y Cañón del Turia desde las Colonias del Pantano

Cañón del Turia aguas abajo de la presa de Benagéber (a la izquierda)


Listening to "Down with the new shit" updated, remixed, uncensored and extended version (Marilyn Manson vs Disturbed) and getting upset. I'm tired of such nonsense.

Actualización 27-junio-2012.
Gracias por el montaje y el vídeo.

viernes, 17 de junio de 2011

Titaguas - 7ª Orientación PLA . 1er clasificado.

El domingo 12 de junio se celebraba la 7ª prueba de la liga autonómica de Orientación en La Montalbana, entre los términos de Tuéjar y Titaguas, organizada por el equip-O de la Universitat de València.
Correr orientación en estos montes representa un pequeño sueño. Es volver a los orígenes, no ya por la comarca en la que están, donde conservo una buena colección de entrañables recuerdos (cualquier tiempo pasado parece que siempre fue mejor, jejeje), sino porque suponía ver los montes de siempre desde la nueva perspectiva del orientador. Muy diferente. Más friqui-O que nunca (jejeje).

No hemos ido demasiada gente, como siempre que se celebra una prueba fuera de Alicante. Es lo que hay. Además, se han acabado los buenos días de lluvias y frescor, para dar paso a un calor pegajoso, que molesta para correr por la sierra.
Mapa interesante, con bastante matorral y mucho pinar disperso. Zonas muy técnicas, con densidad excesiva de detalles y carrera no excesivamente larga. Tiene buena pinta.

Me han salido 8,54 Km y +400 m, que completo en poco más de 91 minutos y medio.
Acabo la carrera con buenas sensaciones, aunque algún rato lo he pasado físicamente mal por el calor. El resultado no parece malo, pero no me decido a mirar lo que ha sacado la gente hasta pasado un buen rato, comprobando, con bastante estupor (todavía no me lo creo, de hecho), que tengo el mejor tiempo en mi categoría (H-35). Parece imposible.

PRIMER CLASIFICADO: NO ME LO PUEDO CREER!!!

Reconozco que he ido muy conservador en los tramos más técnicos y mi físico en los largos no ha estado a la altura. No al menos como otras veces.
Sí tengo la sensación de haber perdido un minuto como mucho en el peor control y sacar todos sin problemas.
Constancia y regularidad. Creo que esas han sido las claves.
He visto con rapidez las trampas en el trazado, por lo que en algunos tramos procuro ir a rumbo y prácticamente caminando para asegurar. Mente fría y máxima concentración. Como en la carrera de relevos del CEO de este año. Me gusta (jejeje).
Cerca del final me encuentro con Agustín (UPV-O) y se me escapa una maldición. ¿No se supone que salía 30 minutos después que yo?. Si me ha pillado es que voy MUY mal (jajaja).
Pero no ... a mi pregunta me responde que ha abandonado y que está completando el bucle final. Le digo que perfecto y que nos echaremos una mano. Llego a perderlo un rato de vista. Estoy en racha (jejeje).

Así que ... carrera casi perfecta ... aunque ... el primero ... parece imposible (jajaja).
Unos lo justifican con un "jugabas en casa", otros con un "menuda suerte", otros con un "ha ido poca gente", otros (con toque zen) con un "el fruto de la perseverancia" ... ni idea. La verdad es que es la primera vez en un año y medio de aprendiz de orientador.
Mirando los parciales con detalle, veo que el primer puesto ha estado muy discutido toda la carrera con Eloy. Así que dudo que pueda repetir, que detrás ha quedado gente muy buena, pero reconozco que el sabor de boca es muy bueno. Es mi momento (jejeje)

En meta encuentro a Amelia y a Juan Carlos, que saludan. Muchas cosas de las que hablar. Hace tiempo que no nos veíamos. Y en la entrega de trofeos a Ramiro, claro (jajaja).
Al pasar de vuelta por Chelva miro con tristeza por la ventanilla. Un pensamiento nubla por un instante mi mente. ¿Un déjà-vu?. No podemos parar, que conduce Sergio ... otro día será ...

domingo, 6 de junio de 2010

Barranco de Bercolón. Al fin.

Pues sí ... al fin lo he hecho completo. Otra espinita que me quito. ¡Y menuda espinita! (jajaja). Y es que la relación con este barranco ha sido durante años un tanto "especial".

Me explicaré. El primer contacto que tuve con él fue en 1995, cuando tuve conocimiento de su existencia. Un compañero de trabajo me comentaba, no sin cierto estupor, que algunos "locos" bajaban este barranco acuático con cuerdas y otros artilugios. Ahí empezó mi curiosidad.
Infinidad de veces he subido por la pista que sale desde Zagra hacia Bercolón, siempre próxima al barranco, y que lo acaba por cruzar dos veces. Y otras muchas lo he cruzado en su cabecera, yendo y viniendo con el coche entre Aras y Sinarcas. Puf ... no podría decir el número de veces (jejeje).
La única vez que lo exploré un poco "a fondo" fue con un grupo de amiguetes allá por verano del 1997, sin material ninguno, e hicimos el trozo de unos 1000 metros entre rápeles, que sale al pie de la impresionante cascada de 28 metros y cruza el camino. Un tramo sin dificultades y una bonita cascada a la que se accede desde el camino, siguiendo aguas arriba el curso del río y pasando unas "escaleras" de piedra. El paraje es idílico.
Pero NUNCA, repito NUNCA, lo había bajado completo.
Y lo tenía pendiente, claro. Tan cerca y tan lejos.

Aprovechando un sábado "libre" y contando con la carrera de mañana domingo, que me obliga a evitar grandes excesos, me he vuelto a juntar con Marzo y su gente para hacer un barranco y nuevamente ha sido un éxito. Me encanta que las cosas salgan bien y compartir los buenos momentos.

Hemos quedado a las 8:15 en Chelva, Pilar, Salva, Paco, César, Marzo y Mario. Cada cual venía de donde podía y volvería a su antojo. Así que me he levantado a las 6:30 ... ¡y a Chelva se ha dicho!.
A eso de las 9:20 llegamos a Zagra y aparcamos al pie de la desembocadura del barranco en el río Turia. Preparación de material y reparto de mochilas. Lleva bastante agua. Eso es bueno. Vamos a divertirnos (jejeje).
Hay que subir por el camino que va hacia las casas de Bercolón durante casi 75 minutos. Hace algo de calor y me impongo buen ritmillo de subida. Pronto me endosan (para variar) el plano para poder llegar a la cabecera, que no tiene ninguna dificultad.
Llegamos a eso de las 11 y algo a la cabecera, donde nos espera, debajo de una gran losa de piedra, una poza con un salto de 6 metros de altura que Marzo se encarga de destrepar por un lateral para comprobar que hay suficiente profundidad. Hay un caudal más que decente y el agua no está demasiado fría. Llevo un neopreno de 6,5 mm que pesa mucho y que espero que merezca la pena haberlo cargado hasta aquí.
Almuerzo en el barranco, cervezas frías incluidas, y ... ¡empezamos!.

En la imagen lateral, podéis ver el croquis del barranco de Bercolón, que suele ser acuático, salvo prolongados períodos de sequía. Hoy tendremos agua asegurada. Más información del barranco aquí y aquí.

Algunos de mis compañeros son expertos espeleólogos, que hacen ocasionalmente barranquismo, y es curioso ver que las técnicas que utilizan para asegurar cambian ligeramente con las de barrancos. En general, son más cuidadosas con las cuerdas y más complejas. Me llaman mucho la atención y disfruto con lo que me cuentan. Tienen muchos años de experiencia y eso se nota (jejeje).
El barranco tiene 10 rápeles, alguno un poco técnico, y todos acuáticos.
El primero (6 m) y el segundo (3 m) los hemos sorteado saltando a la poza directamente. No hacía falta instalar.
El tercero (11 m) es un poco técnico, ya que hay que aproximarse en pasarela, con los pies a ratos en el agua, y con una roca pulida y mojada que resbalaba bastante. Como además era el primer rápel del día, se ha producido un momento "all-bran", pero breve. He pedido que no me ayudaran y al final, he conseguido salir yo solo del entuerto, siempre bajo la atenta mirada de Marzo. Al descender, había un trozo en volado que lo he disfrutado y ... ¡prueba superada!.
El cuarto rápel (20 m) se instala en un árbol a la derecha y el acceso se hace asomándonos al cortado, que es vertical. Me ha impresionado un poco, pero pronto estaba bajando como si nada (jejeje).
El quinto (15 m), sexto (6 m) y séptimo (28 m) son muy chulos. Están en una zona encajonada, donde hay pocas repisas en seco y muchos ratos esperábamos mientras se instalaba, dentro del agua, donde se estaba mejor, ya que hacía menos calor (jejeje).
El rápel de 28 metros (el más largo) es en su mayor parte aéreo y las vistas desde abajo son una preciosidad. Lo he disfrutado mucho. Mientras bajaba, el cachondo de Marzo ha retenido toda el agua en cabecera con el cuerpo y me la ha soltado, a modo "catarata" (jajaja). Todo esto en volado a más de 20 metros del suelo. Me he reído un buen rato, aunque me ha pillado de sorpresa el golpe de agua. Menudo subidón de adrenalina (puf).
Los últimos rápeles son también muy bonitos, pero prefiero estos tres anteriores. Quizá el noveno, que es el que da acceso a la cueva, sea destacable por la belleza del lugar, con una gran piedra encajada en el barranco, que forma una "cueva", donde el sol no entra en todo el día. El sitio es muy bonito, pero el rápel carece de dificultad. Es un paseo, aunque he tenido un momento de guarrazo contra la pared, cuando me he ido de lateral. Me faltaba apoyo en la pared y he juntado los pies ... ayyysss ... error de novatillo (jejeje).

Hemos terminado a eso de las 16:00 y me los he llevado a comer a la antigua piscifactoría de La Tosquilla (Titaguas).
Retirada a Tuéjar
a eso de 17:30, donde he coincidido con Mikel, con el que me he bajado a Chelva.
Mis compañeros se van a hacer el barranco de Casas Blancas, que es seco, que se lo han programado para esta tarde. Pero este ya me parece excesivo por hoy, pensando en la carrera de mañana. Lo dejamos para otro día, ¿vale? (jejeje).

En resumen: me lo he pasado como hacía años. Mejor que un gorrino revolcándose en un charco de barro. Seguro.
Gracias a la paciencia y a la ayuda de mis compañeros/as, y a su buen hacer, he podido aprender muchas cosas y técnicas nuevas. Algunas nunca hubiera imaginado que llegaría a hacerlas y menos a controlarlas con tanta rapidez y facilidad.
Y lo mejor ... cada vez me impresionan menos las alturas, llegando al punto que me bajo los rápeles sin pensar cuánto tienen de caída a plomo, aunque al principio siempre me tiemble todo. Sólo pienso en bajar como sé que debo hacerlo. Con la mente en blanco, disfrutando del momento y de lo que estoy haciendo, porque sé que va a salir BIEN. Siempre con la máxima seguridad y máxima concentración.
¡Ah! ... y, por supuesto, lo mejor son los barrancos acuáticos, aunque el barranco del Lobo me encantó. Pero, sobre todo, me gustan si además de agua, tienen algún volado. Ahí no hay pared que moleste (jajaja).

Gracias ... ha sido un día genial. Espero que repitamos pronto.

(Nuevamente, cuando Marzo me pase las fotos, os las colgaré. Mientras tanto, haced como yo: paciencia y respirad profundamente (ooommmm)).

domingo, 20 de diciembre de 2009

Caminando por Chelva. Pico de Chelva.

Tras la Junta General y la Cena de Navidad del Centro Excursionista de Chelva, esta mañana hemos realizado la tradicional subida del Belén Montañero a la Ermita del Remedio.
A las 9:30 hemos quedado en el abrevadero del cruce entre la carretera CV-35 y la carretera de Ahillas. La temperatura rondaba los 0 ºC. Ni frío, ni calor.
Desde el cruce hemos subido por el PRV-91 hasta la Ermita del Remedio, donde hemos dado buena cuenta del almuerzo.
A eso de las 12:00 nos hemos despedido José Mozos, Marzo Moreno y Mario del resto del grupo porque queríamos continuar itinerario por el PRV-91 hacia el Pico de Chelva y por la ceja seguir con el itinerario de la carrera por montaña de Chelva de este año. Nos acompaña Whisky, el perro de Jose.

Ha sido un recorrido tranquilo y bonito, con un cielo despejado y bastante frío. En las umbrías y bajo los pinos todavía quedaban retazos de la nieve del lunes pasado. ¡Una semana en el suelo!. Parece imposible. Mucho hielo en los charcos y barro helado por todos lados.

Hemos ido hablando todo el camino, comentado diversos temas entre los tres de forma animada y programando futuras actividades y proyectos. Creo que la compañía nos ha resultado a todos agradable. Whisky la ha tomado hoy conmigo y parecía que estaba más cariñoso de lo deseable. Volverá a ganarse el sobrenombre de "el perro salido". Vaya forma de frotarse contra mi pierna (ejem, ejem). No me dejaba a sol ni a sombra tranquilo. ¿Será que me olía las hormonas? Jose ... ¿qué le das? (jajaja).

Hemos llegado al pueblo a la hora de comer, más pronto de lo esperado, ya que nos hemos limitado a caminar rápido. Nada de trotar, salvo el último trozo, antes de la pirotecnia, que me ha entrado el ataque y me he lanzado ladera abajo siguiendo la senda durante un par de kilómetros. Con toda la ropa, las botas, la mochila ... incomodísimo, pero necesitaba trotar. Estaba que me salía de contento. Habrá que probar a hacerla un día corriendo. A la marcheta sin cansarme. A ver qué tardo en completar el recorrido completo. Seguro que una eternidad (jejeje).

Nos han salido unos 16,5 km y +910 m de desnivel.

Por la tarde, tranquila charla en casa de Mikel y Mari. Como siempre, una pareja encantadora. Se está a gusto aquí, al calor de la estufa, con un tazón de poleo entre las manos.

Un rato que nos hemos quedado solos, le he comentado a Mikel lo del susto con el coche de esta misma tarde y, a pesar del cachondeo que llevábamos, se ha puesto muy serio de pronto. Le he comentado que de poco me había librado de un golpe frontal que habría supuesto seguramente mi excarcelación de entre los hierros o algo mucho peor. Me ha mirado a los ojos con gravedad y me ha dicho muy serio "Lo peor de ser bombero, es que te llamen a un accidente y encontrarte con un amigo en apuros. No sé cómo habría reaccionado en tu caso y espero no saberlo nunca". Nos hemos quedado mirándonos los dos sin poder decir más. Yo creo que estaba ya dicho todo. Ha faltado el abrazo (snif). Decididamente, he vuelto a nacer, como ya comenté.

Al volver a casa, el termómetro ya rondaba los -2ºC y eso que sólo eran las 19:30 de la tarde.


lunes, 9 de noviembre de 2009

Una noche en la ópera

La verdad es que a veces me siento un auténtico privilegiado.
Ayer tuve la suerte de ser invitado al Palau de les Arts Reina Sofía, a ver la ópera "Les Troyens", de H. Berlioz. Y no sólo invitado, sino en platea y en la fila 10. Un lujazo.

Pero el lujazo de verdad fue la compañía. No la hubiera encontrado mejor ni buscando. Un placer para repetir sin mesura y sin posibilidad de cansarse. No hay nada como dejarse llevar por el destino y sorprenderse con lo que se encuentra. En este caso, se re-encuentra.

Es una ópera poco conocida y que cuenta con 5 actos, con una duración total de 5 horas. Así que entramos a las 19:00 y salíamos a eso de las 0:00.
La acústica del Palau, tal y como me temía, excepcional.
La escenografía de la obra estuvo a cargo del grupo "La Fura dels Baus", por lo que resultó de factura moderna y extravagante. Me resultó curiosa, extraña, absurda a veces, pero interesante.
Se me ocurrió ir en moto al Palau y casi acabamos por los suelos, por culpa del viento. Menos mal que al final todo quedó en un susto.

El día fue completito, como todo el fin de semana. Como todos estos últimos fines de semana.

El sábado pasé toda la mañana por Chelva, acompañado por Paco para señalizar la carrera por montaña que se celebraría el domingo. Así colaboro un poco con el Centro Excursionista de Chelva y no trabaja siempre el mismo. Este año no he querido estar en la dirección de la carrera, como el pasado. No entraré a detallar el por qué, que no merece la pena, pero me he evitado, con total seguridad, un mal trago. Manías de abuelo chocho, supongo. Ya maduraré un día de estos.

El domingo preparé una excursión a Zagra (Tuéjar) y la Tosquilla, que en otoño está colorida y vale la pena visitarla. Una marcha sencillita, que llevábamos niños, y comida campestre a base de ensaladilla, bocatas y cerveza.
Por la tarde, a todo correr, a la ópera. Qué estrés.

Esta mañana estaba rendido y me dormía por los rincones. Demasiado ajetreo para un fin de semana. Todavía no acabo de acostumbrarme a tanta actividad junta. Uf.
Me falta una buena dosis de bicicleta. Tengo mono. A ver si para un poco el viento, que ya toca.