lunes, 1 de febrero de 2010

Me han quitado los puntos

Tras 9 días con dos hermosas grapas como dos soles en la palma de la mano, cubriendo un profundo corte que me hice en la excursión por la Murta, gracias a un inoportuno resbalón sobre una losa de piedra en la misma cima del Cavall Bernat, hoy he pasado por el Centro de Salud para que me miraran cómo evolucionaba.
Y para mi satisfacción, la médico ha decidido quitarme los "hierros", que parece que la cicatriz había evolucionado correctamente. Así que con esto se acaba lo de estar herrado, como las caballerías, y paso a cuidarme una cicatriz, como la de cualquier otro corte.
La sensación de quitar las grapas es como un pequeño pellizco o pinchazo y lo hacen con unas tenacillas especiales que tienen en bolsa esterilizada. Nada que ver con la grapadora que usan para ponerlas, ni tan doloroso.

Pero lo mejor de la visita al médico es que me ha dado el alta. A currar de nuevo. ¡Bien! ¡¡Yuhu!!.
La verdad, es que con un corte así en la misma palma de la mano derecha, se me hacía complicado conducir. Incluso teclear en el ordenador, ya que con el pulgar no podía hacer fuerza, ni presa y lo de cambiar de marchas era algo imposible. Y de la moto ni hablar, claro. Ni de las faenas domésticas habituales, claro.

Ha sido una semana de relax, demasiado relax. Muy aburrida. Semana de caminatas interminables para quitar "el mono" de la ausencia de deporte y mantener algo el tono, de relaciones sociales, de médicos y de curas diarias, oreando al sol la herida, para que se secara lo antes posible.
El fin de semana aproveché para juntarme con la familia y amigos, de celebraciones varias. Comidas y sobremesas interminables disfrutando de la gente, que había bastante de lo que alegrarse.
Así que quitarme los puntos con tan buen resultado ha sido uno de los mejores regalos de cumpleaños que he podido recibir hoy, aunque ya sé que me quedará una buena cicatriz para siempre. Una inevitable "heridilla de guerra" sin mayor importancia.

Haciendo gala de mi curiosidad habitual y mi inquietud por todo lo que me resulta desconocido o novedoso, os pongo un pequeño reportaje fotográfico de la evolución del corte, desde el accidente, el paso por urgencias y el resultado final, al que iré añadiendo más fotos. Puede resultar algo desagradable para personas sensibles a la sangre y así lo aviso, pero me apetece compartirlo, que a mí me ha hecho gracia el proceso.

3 comentarios:

  1. Quien fuera cicatriz...jejejeje

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  2. La verdad es que el comentario presta a confusión, porque podría entenderse como "quién pudiera estar pegado de esa manera a esa hermosa mano ... " (jajaja).

    Sin embargo, releyendo lo escrito creo entender a qué te refieres y sí, totalmente de acuerdo: "quién fuera cicatriz, para sanar tan rápido, en tan sólo 9 días y dejar una pequeña y discreta cicatriz".

    Ójala todo fuera así de rápido y fácil. Es para tenerle auténtica envidia.

    Quiero ser un corte para convertirme rápido en cicatriz y poder permaner en tu mano para siempre, para que nunca me puedas olvidar, para que sepas que siempre me tuviste (¡¡toma ya!!).

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