domingo, 31 de julio de 2011

Agulles de Santa Águeda. No pudo ser la integral.

El sábado 30 de julio había descartado irme de viaje, así que aproveché para hacer una visita pendiente al Desert de les Palmes.
De una salida de noviembre del año pasado, quedó pendiente la cresta completa de les Agulles de Santa Àgueda, en Benicàssim (Castelló), empezando desde el Pla de Salandó, donde se puede dejar el coche hasta completarla más allá del Agulló. Quizá había llegado el momento. Había que intentarlo.

Con los tracks de Trotasendas, Josep87, Korostir, ayvoy!! y Neus2 compuse un track-resumen para preparar la integral. Siempre tan previsor (jejeje).

La aproximación es muy sencilla y sólo hay que saber por dónde hay que empezar a subir. Para eso es bueno llevar un GPS.
Al principio, hay una senda más o menos evidente que sube entre bloques de piedra y que va desapareciendo a medida que ganamos altura.
En general, el recorrido no es sencillo y algunos pasos resultan algo técnicos. Pero son todo trepadas y destrepes, donde no es necesario material específico.
Llevando un calzado que tenga buena adherencia y realizando alguna oposición, no debe haber problema para superar los pasos más complicados.
La roca de rodeno, si no está mojada, tiene muy buen agarre y siempre hay un asidero para las manos y un resalte para los pies.
Hay algún paso expuesto, pero sin dificultad.
En cualquier caso, aconsejo evitar esta subida a quienes tengan algo de vértigo o no estén acostumbrados a la montaña.

El día había empezado con tormenta, pero la mañana prometía arreglarse. Aquí fuí demasiado iluso.
A unos 250 metros de distancia del Agulló, donde terminaba la primera parte de nuestra excursión, se ha escuchado un primer trueno y al rato un segundo ... y así hasta cuatro. El último poco antes de llegar al mismo Agulló.
Momento "All-bran".
A estas alturas y con una tormenta en ciernes, nos ha parecido prudente retirarnos y dejar la segunda parte para un día que tengamos más suerte con los meteoros. Por un rato me he puesto nerviosísimo pensando en lo expuestos que estábamos sobre la cresta de rodeno con una tormenta tronando sobre nuestras cabezas. Al final, hemos tenido suerte.
A las 16:36 nos retirábamos de la zona, después de completar la primera cresta, en la que nos han salido 6,12 Km y +450 m de desnivel.
Otro día volveremos, a ver si hay más suerte.
Las vistas espectaculares. Vale la pena el paseo. Os paso el track a continuación.

martes, 12 de julio de 2011

Estels del Sud en 2 días y medio

Estels del Sud en dos días y medio.
Bueno, esa era la idea inicial: concentrar las 5 etapas en que se divide esta ruta circular al macizo de Els Ports, a caballo entre Tarragona, Teruel y Castellón, en 3 días, contabilizándolo como "dos y medio" (jajaja).
La idea viene de lejos. Es una de tantas rutas que tenía pendiente y me pareció que había llegado el momento cuando ví el comentario en el blog del club CxM.
Así que, con un "¿por qué no?", allí nos fuimos Pilar y Mario. Casi un "pensat i fet".

Sábado 18 de junio. Refugi Caro a Beseit. 38,5 Km y + 2.000 m.
Salida a las 9:51 del refugi del Caro, siguiendo el GR-7 hacia el sur. Coll dels Pallers. Font de la Llagosta. Coll de l'Assuca. Casetes Velles. Refugi del Mas del Frare (bonito refugio abierto con leña, limpio y en buen estado). Caballos. Font del Faig. Barranc de Carlús. Refugi Font Ferrera.
Cresteo constante, fácil y cómodo por senda bien marcada. El calor no aprieta demasiado y el tiempo acompaña. Llegamos frescos y con ganas de más.
Breve descanso en el refugio, cerveza y picoteo.
Durante el descanso pregunto a un par de usuarios y al guarda del refugio sobre la etapa que resta hasta Beseit. Un par de alicantinos acaban de llegar de allí y nos miran extrañados cuando les decimos que doblamos etapas y que llevamos un total de 9,5 litros de agua para los dos (sí, soy raro, lo sé ...).
Nos comentan que el Parrissal (o Parrizal) tiene dos posibilidades: una vía ferrata o una poza, cruzando a nado el río Matarranya. El guarda del refugio (personaje peculiar) se jacta que en el punto de badeo hay una poza que "tú que eres alto, debe cubrirte por el pecho" y que la vía ferrata hay algún apoyo "blandito", para que sirvan ambos de "filtros" y así la gente no sube río arriba.
Lo de los apoyos "blanditos", lo ratifican los alicantinos con amargas quejas. Parece que se vieron apurados en algún momento. El guarda se defiende diciendo que "no le da la gana" reparar la vía ferrata, ni poner el "puto cable de vida" y que la equipó él (me suena a "el gato es mío ..."). Asisto a la discusión atónito.
Con este aliciente salimos a eso de 16:18, siguiendo el GR-8 desde el mismo refugio de Font Ferrera. Barranc dels Lladres. Encuentro con gente de la UJI (el mundo es extremadamente pequeño). Casa Forestal del Rei en un emplazamiento idílico. Creo que me acabo de enamorar (jejeje). Orquídeas y restos de quemas prescritas.
Pasada la casa, seguimos por una pista forestal. Al cabo de un rato, me doy cuenta del error: nada más salir de la casa forestal (menos de 500 m), hay un gran navajo de obra, que forma un remanso en la rambla. En este punto, hay que seguir por la izquierda, entrando en el barranco (ojo con las marcas). Toca desandar lo andado (kilómetro y pico largo). Bonito sendero por el Barranco y Teix de la Coscollosa (árbol monumental). Vistas impresionantes de la cabecera del Matarranya, entre bosques interminables de pinos, riscos y peñas.

La odisea de les Gúbies del Parrissal, la ferrata y el Matarranya (18 junio tarde)
El Matarranya se va dejando bajar hasta que llegamos al punto que nos comentó el guarda del refugio de la Font Ferrera. Son las 20:00.
En un primer momento, me meto en la poza para comprobar la profundidad, verificando que el agua está helada (no más de 8ºC) y que tiene más de 2,5 metros de profundidad. Hay que nadar y eso obliga a desmontar las mochilas, pasándolas por partes.
Así que descartamos esta opción, me vuelvo a vestir y nos acercamos a la famosa vía ferrata.
La primera impresión no es mala y se sube con facilidad. Sólo hay que estar pendiente de los apoyos, que además son dobles, facilitando la ascensión. En un primer rellano y tras una trepadita, perdemos la senda hasta que subo la vista y la encuentro colgada de una arista, a mi izquierda, peña arriba. No hay cable de vida, ni llevamos arnés, mi mochila pesa más de 13 Kg y si la bajada es igual de empinada que la subida ... son más de 25 metros de caída vertical (glups).
No parece una buena opción subir por aquí. La seguridad es lo primero y no llevo ni un arnés con un cabo para asegurarme. Aunque he superado mucho (pero que mucho) mi miedo a las alturas, me da mal rollo.
Nos volvemos, pues, a la poza. Nuevamente hay que desvestirse y cruzar a nado.
Con ayuda de tres bolsas de basura, vamos pasando la mochila por trozos. La noche se echa encima y el aire es igual de frío o más que el agua. Pronto empiezo a tiritar sin control y tengo claros síntomas de hipotermia.
La siguiente poza se pasa vadeándola, pero esta vez me llega el agua por el cuello y hago pie. Ahora sí resulta más sencillo pasar, aunque sea dentro del agua, porque la mochila pasa de una pieza y alzando los brazos.
Pronto se hace de noche en mitad del Parrissal y nos queda mucho trozo de caminar. La operación completa y vadeo de las 3 ó 4 pozas nos ha supuesto casi 90 minutos, justo cuando oscurece.
Con el frontal no se ve más allá de 10 metros y estamos rodeados por un caos de bloques de piedra que no permiten ver por dónde va el camino, aunque queda claro que hay que bajar el río, que va encañonado. Esto será como un descenso de barrancos, pero en nocturno (jajaja).
En el fondo, me hace poca o ninguna gracia. Pilar propone pasar la noche en un pequeño abrigo, junto al barranco. Yo rechazo la opción porque pasaríamos frío de madrugada y sólo llevamos el saco sábana y una manta térmica. Hay que pensar y actuar con rapidez.
Ante una situación como esta, suelo crecerme, organizando a todo el mundo, tomando decisiones rápidas y mostrando seguridad. Mucha cabeza fría. No sé por qué reacciono siempre así. Si no, nos hubiéramos esperado durmiendo en el río, que además, parecía lo más prudente.
No sé lo que hice ni cómo lo hice. Sólo sé que, sin visibilidad, saltando, trepando y destrepando piedras, haciendo y deshaciendo el camino varias veces, yendo y volviendo, al final conseguimos salir de aquella pesadilla. Pura intuición de orientador. No es bonito ni agradable bajar un barranco por la noche, sin referencias, sin marcas y sin senda, ayudados por la poca luz de un frontal. Y además, es MUY peligroso. Me lo pasé francamente mal.
Llegamos al pueblo de Beseit a las 01:45 (más o menos), después de encontrarnos de frente con una cabra montés por el camino asfaltado que va del Matarranya al pueblo.
Me dió un susto de muerte: los dos caminando con el frontal, cansados y en silencio, cuando de pronto, aparece un ser con grandes cuernos a menos de 5 metros de nosotros. Dimos un salto de miedo y el pobre bicho se asustó casi más que nosotros (jajaja). Parecía una película de terror (jajaja).
En Beseit, siguiendo los murmullos de la noche y haciendo uso de la intuición, acabamos en la plaza, junto al ayuntamiento. Tenemos suerte: hay un bar abierto con una pequeña terraza. El camarero, rumano para más datos, se sorprende al vernos y nos indica las fondas o sitios donde poder dormir. Tras darnos una vuelta, comprobamos que está todo cerrado o completo (carrera de superbikes en Alcañiz este fin de semana ... grrrr ... menuda casualidad (jajaja)).
El camarero se apiada de nosotros y, tras ponernos algo de cenar, que nos sabe a gloria, nos acompaña al garaje de su casa, donde nos deja pasar la noche en su coche (un Audi A6).
Todavía no me creo la suerte que tuvimos. Encima, se disculpa varias veces por no poder ofrecernos sitio en casa y no me acepta ni propina, ni nada por el detalle. Creo que es una de las anécdotas más curiosas de este año y uno de los sitios para dormir que más he disfrutado, porque no teníamos mejor opción. Para que luego generalicen con la gente que viene a trabajar de fuera. ¡Gracias, mil gracias!.

Domingo 19 de junio. Beseit a Arnes. 25 Km y +1.500 m.
Este día teníamos pensado empalmar dos etapas hasta Paüls, pero decidimos tomarlo "de descanso", limitándonos a llegar a Arnes.
Tras almuerzo en el bar de nuestro amigo rumano (la mujer creo que no sabe nada de "lo nuestro", jajajaja), nos ponemos en marcha.
Salimos del pueblo a las 11:18, siguiendo un sendero que nos lleva por la carretera a Arnes (ERROR!!). Nos toca corregir ruta, cruzando campos hasta volver a empalmar con el camino correcto.
Cruzamos el rio Ulldemó en el bonito paraje de La Pesquera, con preciosas pozas (tolls en català) donde bañarse. Muy bonito. Fuerte ascensión al Penyagalera. Buenas vistas, distinguiendo Horta de Sant Joan (y su tristemente famoso incendio forestal), Arnes y la parte occidental de Els Ports. Una pareja de barranquistas despistados nos preguntan por el barranco del mismo nombre, del que no encuentran la aproximación. Pobrets. No podemos ayudarles. Bajada. Magníficos paisajes alrededor del riu Algars y del riu de les Valls. Mases abandonados, bosques, riscos desnudos y cabras monteses.
Llegamos a Arnes pasadas las 19:30. Busco una casa rural que ya conozco (La Premsa) y casualmente me encuentro con la propietaria (Mª Jesus) por la calle. Sigue tan simpática como la recordaba (jejeje). Cena en la terraza del Casal Municipal, local muy recomendable, desde el que se disfrutan de estupendas vistas de Els Ports y donde se come francamente bien (bueno, bonito y barato).

Lunes 20 de junio. Arnes a Refugi del Caro. 45,5 Km y +3.400 m.
Salimos de Arnes a las 06:48. Es algo tarde para mi gusto, pero estábamos agotados. Atravesamos els Estrets d'Arnes, donde en un recodo, nos topamos a menos de 15 metros con un par de cabras montesas. A lo largo del día llegaremos a ver unas 18 en total. Bonitas pozas de aguas transparentes, que nos invitan a bañarnos. Dejamos el camí de La Franqueta hacia el Mas de Lliberós. Coll de Blanco. Roques de Benet (característica imagen de Els Ports, conjunto rocoso, de paredes verticales, como una gran fortaleza de roca rojiza). Barranc d'en Piquer y Estrets de Boter, que hay que evitar si llevan agua por una ruta alternativa. Mas de Fandos. Mas de Lloà. Fósiles. Coll de la Gilaberta. El paisaje es magnífico: parece el Prepirineo de verde y arbolado que está. Pedrera complicada en la bajada y empalme con GR-7 hasta Paüls.
Comida en un bar (otra rumana) en la parte baja del pueblo.

A las 15:30 iniciamos la quinta y última etapa, saliendo como podemos hacia el área recreativa de Sant Roc, siguiendo el GR-7. Señalización confusa. Ataque y persecución de moscas negras, con consecuencias catastróficas en Pilar (los picotazos le producen una fuerte reacción alérgica y se le ponen las piernas hinchadas y con marcas, como de tatuaje de la etnia maorí) (puf, qué mal!).
En el último Mas antes del Coll del Camp, donde acaba la pista, encontramos un bonito campo de cerezas (Paüls es famosa por sus cerezas) y a un agricultor con ganas de tomarnos el pelo, que casi consigue engañarme, queriendo enviarme por otro sitio. Al final, nos llegamos a hacer amigos (jajaja).
Els Pujols. Coll dels Ginjolers. Coll de l'Enrajolada. Pico de l'Espina (1.180 m). Rases del Marraco, con sus interminables pastizales de montaña. Multitud de restos de una carrera por montaña (hay gente que es guarra, además de deportista) (jejeje). Nubes que amenazan tormenta. Buenas sensaciones y rincón muy bonito en el Refugi de Les Clotes, que es abierto y sin guarda. Volveré. Coll de Carabasses. Prats de les Foies, donde encontramos toros bravos, a los que espanto con mis habilidades pecuarias, ampliamente demostradas en otras ocasiones (jajaja). Más cabras monteses. Se nos hace de noche.
Llegada al Refugi del Caro a las 23:00. Parece imposible, pero lo hemos conseguido.

Al llegar al coche, Pilar está agotada, pero yo casi que tengo ganas de salir corriendo. Me molesta mucho el peso de la mochila y llevo quemaduras en los hombros del peso, pero estoy muy completo y con ganas de más, de trotar, de saltar, de salir corriendo un poco, después de más de 18 horas desde que salimos (más de 45 Km y algo menos de 12 horas en movimiento). ¿Alegría? ¿regocijo? ... ¡yó que sé!. Soy de lo que no hay (jajaja).

Algunas indicaciones y comentarios
No puedo ofreceros más track que los del segundo y tercer día, porque el primero no se terminó de guardar como debía.
Ojo con los tracks que ofrece la página oficial de Estels del Sud, que está en el sistema de referencia geodésico ED50, huso 31N, mientras que en el resto de la península utilizamos el huso 30N. Gracias a este pequeño detalle, tuve problemas con el GPS (que trabaja en WGS84), ya que en demasiadas ocasiones no me resultó sencillo saber si estábamos en la ruta correcta o no. Existe una diferencia de algunos metros (a veces de más de 200 metros) entre un sistema y el otro. Menos mal que para eso se inventaron los mapas y que uno sabe leerlos ... ayynnsss ... (jajaja).
Ojo con las marcas "oficiales" del sendero, consistentes en una estrella azul. A veces es simplemente imposible encontrarlas durante el recorrido. Otras veces la inercia nos lleva a seguir las marcas de GR o PR que vamos encontrando. Pero cuidado, que no siempre coinciden con el recorrido de Estels del Sud. Por tanto, resulta un recorrido muy perdedor y poco definido en demasiadas ocasiones.
Como ya habréis leído, cargamos un total de 9,5 litros de agua para dos personas. Resultó un poco exagerado y excesivamente prudente, pero atención: no hay agua potable, salvo sitios muy concretos y al principio y final de las etapas, y hay que pensar que a mediodía en junio hace bastante calor. Quizá con menos nos habríamos apañado, pero llegamos a consumirla toda en los días que doblamos, no teniendo dónde reponer en todo el recorrido. No me arrepiento de haber llevado tanto líquido.

Por lo demás, el recorrido es para repetirlo. Muy variado y precioso de principio a fin.
Muy recomendable. ¡Volveré!

lunes, 4 de julio de 2011

Barranco de la Cueva del Cabrito y Estrechos del Balcés

Seguimos barranqueando desde que se acabó la temporada de orientación. Y cada vez me gusta más.
Este fin de semana pasado me he escapado a la Sierra de Guara. Ya tocaba.
He quedado con la gente del Espeleoclub de Vila-real, con los que empiezo a coincidir bastante (jejeje).
Marzo, Vicky, Paco, Pasqui y Carmentxu se fueron hace unos días y les ha dado tiempo a hacer varios barrancos, entre ellos el Mascún completo, que se me quiere resistir. Esta vez no lo haré (snif). Al final, lo reservaré para hacerlo con Cèsar (jajaja).
La base de operaciones la han instalado en un bungalow en el camping El Puente, en Rodellar (Huesca).
El viernes por la tarde salimos Salva, Pilar y Mario para incorporarnos al grupo.

Con la idea de entrar en la sierra con el depósito lleno de combustible, llegando a Abiego, decidí acercarme a Alquézar, donde sé que había una gasolinera. Lo que no sabía es que cerraban a las 19:30, por lo que tocó volverse a Barbastro para repostar. Encontramos una, pero acababan de cerrar (¿también?). Así que, buscando, a la tercera llegó la vencida en un surtidor automático en un centro comercial cerca del hospital. Eran las 22:45 y a esas horas está todo cerrado por aquí (puf).
Con el depósito ya lleno, volvemos otra vez a Abiego.
La tontería del combutible, por mi mala previsión, han supuesto 65 Km de recorrido extra y más de una hora de carretera (jajaja).
Llegamos al camping rendidos. Casi no tengo hambre y me muero de sueño. Me duermo en el sofá mientras se discute cuál será el barranco del sábado.

El sábado 2 de julio salimos a hacer el barranco de la Cueva del Cabrito, que combinaremos con los Estrechos del río Balcés.
Necesita combinar dos coches. El primero en la cabecera, junto a la carretera entre Bierge y Rodellar y bajo una carrasca de gran porte. El segundo, en un rellano, junto al puente que cruza el río Balcés, antes de llegar a Alberuela de la Liena desde Bierge.
Es un barranco seco sobre conglomerados, que tiene algunas pozas con agua, estancada de hace unos días y alguna zona con más agua hacia el tramo final.
Tiene muchos estrechos sinuosos, por los que para progresar hay que arrastrar la saca y pasar de perfil. La gente voluminosa puede tener problemas, ya que es fácil atascarse, pero a mí me resulta muy divertido (jejeje).
En algún tramo, los estrechos son tan profundos, que han excavado auténticas cavidades, con salas que parecen cuevas de lo oscuras y frescas que resultan. Es muy espectacular y realmente bonito.
Desembocamos, tras un paso en oposición algo delicado, en el río Balcés. Almorzamos y empezamos a descenderlo.

El río no tiene ninguna dificultad. Estamos debajo de los famosos Oscuros del Balcés y no hay rápeles, ni caos, ni destrepes. Tampoco tiene rápidos. Son los Estrechos del Balcés. Mucha badina que hay que pasar a nado, bastante agua y estrechos interesantes sobre conglomerados y caliza, sin posibilidad de escape. Este segundo tramo es muy bonito también, aunque a alguno de mis compis, se le hizo algo largo y tedioso. A mí me encantó (jejeje).
A mitad de camino encontramos, además de varios ratones ahogados, varias arañas descomunales y tres culebrillas de agua, un corzo muerto, que desprendía un fuerte olor a podrido. Menos mal que nos dimos cuenta, pues parecía una hermosa roca sobre la que apoyarse y así estuvo a punto de hacerlo una compañera despistada (jajaja).

El domingo 3 de julio a las 6:00 descarga una fuerte tormenta sobre el camping. Teníamos previsto levantarnos a las 7:00, para meternos en otro barranco, pero la gente decide dejar el tema del barranquismo por hoy. A mí me parece que hasta la tarde no lloverá y que es muy poco lo que ha llovido, pero parece que no hay ganas de más y no puedo irme solo (¡maldición!).
Con pesar, recogemos las cosas. Esto me sabe a poco (snif).
Emprendemos con pereza la vuelta a casa a eso de las 12:30.
Visita a la monumental población de Alquézar, en la que no podemos visitar por dentro la colegiata. Hemos llegado tarde.
Volviendo para casa, paramos en el magnífico Reial Monasteri de Santa Maria de Poblet, que por 15 minutos no podemos visitar por dentro (uyssss ... por pocooo ... again ... jajaja). Lástima.
Y ... sorpresa: allí coincidimos con Jordi Pujol, al que las awelicas de una excursión asaltan para hacerse una foto, como harían con cualquier otra curiosidad turística local más (uyys ... què macu ... dos petons, bonic!). Alguna no tiene claro quién es (... i qui és? el Mas?) (jajaja). Nos reímos con ganas y me sorprende la actitud paciente y estoica de este señor, dejándose querer y fotografiar (jajaja).
Otra parada en Montblanc (Tarragona). Bonito pueblo amurallado con un interesante casco antiguo. Aquí coincidimos con el 38ª Aplec de la Sardana de Montblanc. Qué casualidad. Fiesta y baile en la Plaça Major, llena de gente. Música, gran ambiente y gente danzando alegremente.
No parece fácil este baile, aunque hay quien lo estudia, analizándolo con curiosidad (uno, dos ... mira, es una composición de 10 pasos y vuelta ... ahora cambio ... ¿cómo? ... ¿salto? ... ¿eing?) (jajaja). La cuestión parece que consiste en no moverse "demasiado" de la rajoleta que te toque, aunque no parece tan fácil. ¿Qué?, ¿nos animamos a bailarlo? (jajaja).
Merienda rápida y vermut casero que disfruto con ganas. Al menos, este momento me compensa la ausencia de actividad matinal (jejeje).

Quiero más. Mucho más ... Hay que volver a Guara ... ¡y pronto! (jajaja)